Berlinale 2014: Parte 2
Nueva entrega desde una casi cálida Berlinale, edición que hasta el momento ha dado una serie de títulos entre aceptables y fallidos, pero en ningún caso del todo sorprendentes ni novedosos. Hasta ahora hay coincidencia de que lo mejor de la competencia, además de THE GRAND BUDAPEST HOTEL, de Wes Anderson, es el thriller británico […]
Nueva entrega desde una casi cálida Berlinale, edición que hasta el momento ha dado una serie de títulos entre aceptables y fallidos, pero en ningún caso del todo sorprendentes ni novedosos. Hasta ahora hay coincidencia de que lo mejor de la competencia, además de THE GRAND BUDAPEST HOTEL, de Wes Anderson, es el thriller británico ’71, aunque algunas películas de hoy (todavía no reseñadas aquí) podrían arrebatarle el título a partir de mañana.
Con la excepción de THE MONUMENTS MEN, la no del todo lograda película de Goerge Clooney sobre la Segunda Guerra Mundial que se vio ayer aquí fuera de competencia y que será comentada en fecha de su (inminente) estreno en la Argentina, acá un resumen de los primeros cuatro títulos vistos en la Berlinale.
JACK, de Edward Berger (Competencia) De la escuela naturalista, intensa, “cámara en mano” de los hermanos Dardenne llega esta película del alemán Berger acerca de dos niños pequeños que son casi todo el tiempo dejados solos por su madre, una mujer joven que si bien parece quererlos y mucho se la ve más preocupada por pasarla bien e irse de fiesta. Jack es el mayor de los hermanos y el que corre todo el tiempo (el chico tiene una intensidad enervante) tratando de resolver problemas: se cuida a sí mismo, a su hermano menor y lidia con los problemas de la casa. Pero la situación se vuelve demasiado compleja y la madre decide quedarse con el más chico y enviar al mayor a una institución. Obviamente, la decisión no resulta del todo feliz y los chicos se verán en nuevos problemas. Berger y el elenco trabaja con notable intensidad este drama que pone en evidencia el notable egoísmo y ceguera de los adultos en torno a las necesidades y el desamparo de los más chicos, exponiendo que la “buena onda” no es suficiente para transformarse en padres. Lamentablemente la película tiene una persistente música que no tiene nada que ver con la propuesta estética y torna el filme por momentos en excesivamente sentimental. Pero más allá de eso (y de cierto exceso de metraje), JACK se ve con mucho interés y deja en claro que Berger es un cineasta a tener en cuenta.
‘71, de Yann Demange (Competencia) Una muy intensa y potente película sobre los “conflictos” en Irlanda del Norte en el año que le da título, se centra en un soldado inglés que en medio de un operativo en Belfast es herido y debe escaparse y esconderse de un grupo del IRA. Buscado tanto por los soldados para rescatarlo como por los del IRA para matarlo –luego se complica bastante más–, la película va cobrando las características de un persecución casi permanente, con traiciones internas,enfrentamientos continuos y un clima de suspenso extraordinariamente logrado y en un estilo que recuerda el mejor cine “directo” británico, una mezcla de Paul Greengrass con thrillers del estilo de ciertos filmes de Ken Loach. Nadie es confiable aquí y nunca se sabe para quien juega cada uno, lo cual lleva a sospechar de todo y de todos, desde los agresores hasta los agredidos, los forzados por miedo a la delación y hasta los mafiosos. Más allá de cierto exceso de “casualidades” de la trama y un final un poco forzado, ‘71 es un más que digno thriller… setentoso.
KUMIKO, THE TREASURE HUNTER, de David Zellner (Forum) Cuando vean que esta película la coproduce Alexander Payne podrán adivinar más o menos como viene. La historia se centra en una mujer japonesa callada, solitaria y bastante extraña que vive obsesionada con la película FARGO y con recuperar el dinero que queda enterrado bajo la nieve en aquel filme. Y un día toma la decisión de abandonar su mediocre trabajo e irse a North Dakota, donde empieza una road movie con elementos similares a las de Payne, especialmente la actual NEBRASKA. Si bien le sobra metraje, Zellner va de a poco metiéndonos cada vez más en el ridículo y aventurero espíritu de la mujer (interpretada por Rinko Kikuchi), que se cruza con personajes casi tan extraños como ella en un viaje a lo profundo del helado corazón de Estados Unidos, donde la realidad, el sueño y las pesadillas conviven cotidianamente.
MO JING, de Dante Lam (Panorama) El veterano realizador de Hong Kogn especializado en cine de acción entrega otra potente pero excesivamente larga y complicada saga policial acerca de un oficial con problemas psicológicos que sin saberlo dona sangre que le salva la vida a un peligroso ladrón y asesino. En el proceso de donación se ve que algo de la sangre del villano le pasa a él por lo que empieza a actuar cada vez más peligrosamente, como poseído por el espíritu del aún vivo malvado. Esto es solo el principio para una larga cadena de robos, trampas, engaños, terapias hipnóticas y poderosas escenas de acción muy bien filmadas y con momentos muy intensos pero que terminan agotando por culpa de una trama que termina volviéndose cansina, como si los guionistas hubieran apilado tres o cuatro películas en una. Si lo que se quiere es estar al día con el cine de acción de Hong Kong, es una buena elección: las escenas de persecución y los enfrentamientos superan en nervio y poder a la gran mayoría de las similares escenas hollywoodenses.