Berlinale 2014: Parte 6 y Top 20

Con cuatro críticas concluyo la cobertura de las películas que vi «in situ» durante la Berlinale. Hay otras películas que tengo en DVD o en links que iré viendo en las próximas semanas y seguramente haré una entrega más reportándolas en breve. Al final, debo decir que fue un festival aceptable, aunque un poco menos interesante que en las últimas tres ediciones. De cualquier modo hay que reconocer que sobre el final mejoró bastante con muy buenas películas (entre las cuales cuento obviamente a BOYHOOD, que perdió injustamente el Oso de Oro) y un nivel un poco más alto que lo que parecía al principio del encuentro.

Aquí va entonces mi Top 20 (que mezcla películas que se dieron en Berlín pero yo ya había visto anteriormente) y las críticas de las cuatro películas que me faltan.

TOP 20

1.- BOYHOOD, de Richard Linklater
2.- THE GREAT BUDAPEST HOTEL, de Wes Anderson
3.- BLACK COAL, THIN ICE, de Diao Yinan
4.- LA TERCERA ORILLA, de Celina Murga
5.- SNOWPIERCER, de Bong Joon-Ho
6.- BELOVED SISTERS, de Dominik Graf
7.- CALVARY, de John Michael McDonagh
8.- 20.000 DAYS ON EARTH, de Iain Forsyth y Jane Pollard
9.- ATLANTIDA, de Inés María Barrionuevo
10.- KREUZWEG, de Dietrich Brüggemann

11.- ’71, de Yann Demange
12.- O HOMEM DAS MOLTIDOES, de Marcelo Gomes y Cao Guimaraes
13.- JOY OF MAN’S DESIRING, de Denis Côté
14.- HISTORIA DEL MIEDO, de Benjamín Naishtat
15.- PRAIA DO FUTURO, de Karim Aïnouz
16.- MACONDO, de Sudabeh Mortezai
17.- KUMIKO, THE TREASURE HUNTER, de David Zellner
18.- JACK, de Edward Berger
19.- THE  SQUARE, de Jehane Noujaim
20.- AIMER, BOIRE ET CHANTER, de Alain Resnais 

EXTRA: El primer episodio de la segunda temporada de HOUSE OF CARDS, de Carl Franklin.

LA PEOR: NYMPHOMANIAC PART 1 (VERSION LARGA), de Lars Von Trier.

Críticas:

MACONDO, de Sudabeh Mortezai (Competencia) Una película pequeña y muy sentida, nada original pero lograda, narra una historia social/familiar en la línea Ken Loach/Hermanos Dardenne o cierto reciente cine argentino de tono neorrealista. Aquí es una familia de chechenos que vive como inmigrantes en un barrio pobre de Viena sin su padre, que murió en la guerra. Al mismo edificio se muda otro hombre, también checheno, que dice haber conocido al padre en la guerra y que parece interesado en la madre. Entabla una relación con el hijo varón (hay también dos hermanas menores) que se complica cuando el pequeño advierte el interés del tipo por su madre. Entre situaciones prototípicas de estas historias (robos, policías, traiciones, trámites inmigratorios) sale a la luz esta película sencilla y bastante noble de Mortezai que deja en evidencia su pasado como documentalista. Y, a juzgar por la falta de crueldad y grandes shocks emocionales, queda claro que no es austríaca-austríaca…

STRATOS, de Yannis Economides (Competencia) Un asesino a sueldo se va enredando más y más y más en una serie de crímenes y en sus ramificadas consecuencias en este seco y largo policial «existencial» que pierde de a poco el interés inicial a partir de un sistema narrativo agotador que consiste en enfrentar a nuestro protagonista –el tal Stratos– con decenas de personajes que le gritan, lo agreden y repiten puteadas una tras otra como si fuera una audición para una película de Tarantino en interminables y anodinos textos. La película nunca termina de salir de ese esquema y por más potencialmente interesante que es la evolución dramática de este cada vez más saturado asesino el asunto se vuelve cansador. El final es fuerte y está bien logrado, pero a esa altura ya es uno el que quiere entrar a la pantalla y callarlos a todos estos «malakas» como sea…

CESAR CHAVEZ, de Diego Luna (Berlinale Special) Informativa, correcta, bien narrada, eficiente y sin demasiada vida propia. Eso es el filme del también actor Diego Luna, que homenajea a este líder sindical chicano que hizo enormes esfuerzos y sacrificios por la lucha de los derechos de los trabajadores rurales en los años ’60. Luna se acerca a Chávez de una manera acaso demasiado respetuosa, yendo de uno a otro momento clave de su carrera sin ahondar demasiado en zonas más interesantes que lo que podría leerse en un libro o verse en un informe televisivo. No hay nada «malo» en el filme, solo que jamás trasciende un guión esencialmente mecánico. A favor está la reconstrucción de época y las actuaciones, especialmente la de Michael Peña en el papel principal. Por una vez es un placer escuchar personajes latinos en Estados Unidos que hablan castellano sin acento inglés (aunque la mayoría de los actores no son mexicanos), pero el problema es que, salvo Chávez y un típicamente excedido John Malkovich, los demás miembros del elenco (América Ferrera, Rosario Dawson, Wes Bentley y varios más) no tienen demasiado para hacer. Una miniserie televisiva (más larga, con más desarrollo de personajes) parecía la mejor opción para este tipo de historia.

ARIJ: SCENT OF REVOLUTION, de Viola Shafik (Forum) Cualquiera que haya hecho, pensado o visto un documental se da cuenta que los tiempos de rodaje y los tiempos de edición pueden ser muy distintos. Es cierto que el material puede ir llevando a sus realizadores por lugares inesperados, pero la edición se hace al final, con la evolución de esa historia más o menos firme. Es por eso que es curioso este filme en el que la realizadora comienza diciendo que se topó en plena producción con la revolución contra Mubarak y eso la obligó a cambiar de proyecto, pero de cualquier manera sigue con el original hasta promediar la película. Es cierto que hay muchos puntos de contacto entre esta historia del Egipto antiguo y el reciente, pero la propia forma de presentación del filme le juega en contra. Más allá de eso, tampoco es una película muy interesante. De hecho, lo único rescatable es el testimonio de un escritor egipcio que analiza, bueno, casi todos los temas que la directora le pregunta. Una mujer más joven, que explica en detalle cómo funciona Second Life (una suerte de red social con avatares animados moviéndose en un mundo virtual) y cómo su uso sirve a la Revolución está en el límite del ridículo…