Oscars 2013: películas extranjeras y documentales
Dos de las categorías que siempre resultan interesantes de analizar en las nominaciones a los premios Oscar son las de Mejor Documental y Película Extranjera (técnicamente, «película hablada en idioma extranjero»). Por un lado, por un hecho evidente: generalmente son una decena de películas diferentes de las nominadas en la mayoría de los otros rubros, […]
Dos de las categorías que siempre resultan interesantes de analizar en las nominaciones a los premios Oscar son las de Mejor Documental y Película Extranjera (técnicamente, «película hablada en idioma extranjero»). Por un lado, por un hecho evidente: generalmente son una decena de películas diferentes de las nominadas en la mayoría de los otros rubros, lo que permite al espectador salir un poco del universo de los «sospechosos de siempre». Y por otro, porque muchas veces se encuentran ahí muchas de las películas más interesantes de las que participan en este tipo de premios. Además, seguramente serán las que menos enfocarán en la alfombra roja y las que, si ganan, más rápidamente volarán del escenario con la temida musiquita cuando algún discurso se extienda más de lo permitido para las no-celebridades.
Ambas son, además, categorías siempre pasibles de entrar en todo tipo de controversias: por las películas que faltan, por las que mandan los respectivos países, por quienes las votan, por posibles lobbies y manipulaciones, por lo que sea. Este año esas controversias no faltaron, empezando por la ausencia de LA VIDA DE ADELE, que se estrenó en Francia unas semanas después del límite que la Academia aplica para las películas extranjeras, así como diversas quejas por las selecciones, más centradas en los propios países (y sus discutibles «sistemas» de votación) que en los votantes, que este año estuvieron particularmente sensatos en esa categoría. De hecho, un dato notable es que cuatro de las cinco películas nominadas se estrenaron en el Festival de Cannes, dos en competencia y dos en Un Certain Regard (una en 2013 y la otra… en 2012)
En la de documentales, el mayor problema vino de parte de la ausencia entre las nominadas de BLACKFISH, un filme centrado en los problemas causados por una ballena asesina en cautiverio en SeaWorld, cuya ausencia fue adjudicada a poderosos lobbies. Y algo similar, pero más ligado a la calidad intrínseca del filme, pasó con la ausencia de STORIES WE TELL, el poderoso documental familiar de Sarah Polley.
De cualquier modo, con las candidatas ya puestas, las apuestas parecen ir muy fuerte por el lado de LA GRANDE BELLEZZA en la categoría Película Extranjera y está un poco más peleado en la de Documentales, algunos apostando por el fuerte documental político que es THE ACT OF KILLING y otros que ven ganador al correcto y más liviano documental musical sobre «coristas» (back-up singers) titulado 20 FEET FROM STARDOM.
Había visto ya cinco de las diez películas nominadas y recientemente vi dos películas más de la lista y creo que podrán pelear por el premio en sus respectivas categorías. Aquí van las críticas de estas dos nuevas películas y links a las ya publicadas de otras cinco de las diez películas nominadas al Oscar en estas dos categorías. No me sorprenderían las sorpresas, valga la redundancia. Tranquilamente LA GRANDE BELLEZZA y THE ACT OF KILLING –favoritas de buena parte de la crítica– podrían perder con filmes más «accesibles» como BROKEN CIRCLE BREAKDOWN o la citada 20 FEET FROM STARDOM.
Mejor documental
20 FEET FROM STARDOM, de Morgan Neville. Centrado en las vidas y carreras musicales de cuatro coristas célebres dentro de su rubro que han cantado en discos y en vivo con los mayores artistas de rock de todos los tiempos, el documental logra meternos en esa segunda línea de la historia del rock, donde grandes talentos trabajan a lo largo de toda una vida sin jamás lograr ocupar los primeros planos, o solo esporádicamente. Las historias son generacionales y van de Darlene Love (usada como voz pero nunca como imagen en muchas grabaciones de Phil Spector) a Lisa Fischer, una increíble cantante que suele lucirse junto a todo artista al que apoye vocalmente, pasando por Merryl Clayton y Claudia Lennear -que bien conocerán los fans de los Rolling Stones– y de ahí a una larga serie de celebridades del «back up», hombres y mujeres que cantan increíblemente bien y han dedicado toda su vida a estar a «20 pies de la fama», siempre detrás de las estrellas. El documental (que contiene entrevistas a estrellas como Sting, Bruce Springsteen, Stevie Wonder y Mick Jagger, entre otros) no sorprende por su factura ni tiene el tramposo pero efectivo gancho que hizo tan popular a SEARCHING FOR SUGAR MAN, pero es la que más apuesta por la emoción, algo que los votantes del Oscar suelen priorizar.
THE SQUARE, de Jehane Noujaim. «Lo más interesante de THE SQUARE es su propia factura “en vivo”. No se trata de una película hecha desde hoy que recupera imágenes del pasado reciente. Noujaim empezó a filmarla con los primeros destellos de la Primavera Arabe y la realidad política le fue armando el guión a su paso, imponiéndole sus dobleces, sus grises, sus contradicciones…» (Crítica completa, aquí)
THE ACT OF KILLING, de Joshua Oppenheimer. «Es como imaginarse a los torturadores de la dictadura argentina riéndose ante las cámaras de algunos de sus crímenes, recreándolos para una ficción con lujo de detalles y diciendo que lo volverían a hacer cuando sea necesario.» (Crítica completa aquí)
CUTIE AND THE BOXER, de Zachary Heinzerling.
DIRTY WARS, de Richard Rowley.
Mejor película extranjera
THE BROKEN CIRCLE BREAKDOWN, de Felix Van Groeningen. La película emocionalmente más manipuladora de las cuatro nominadas de esta categoría que puede ver, sospecho, es la que puede pelearle a la de Sorrentino la victoria. El filme belga narra la historia de amor de una pareja que es contada yendo y viniendo en el tiempo, pero empezando por la enfermedad terminal que tiene su pequeña hija. De ahí, el filme reconstruye el inicio del romance, los duros momentos vividos y las diversas crisis que los acompañaron hasta el final en una catarata bastante desagradable de golpes bajos y manipulaciones de todo tipo. Lo mejor del filme es que la pareja toca y canta en una banda de música folk americana (y lo hacen muy bien), por lo cual los interludios musicales que la película deja casi completos resultan un páramo. Por más que cada canción refleje el estado emocional de los personajes (y las actuaciones en vivo aún más), por lo menos en la música hay nociones de belleza que le escapan al director del filme en todas las demás circunstancias. También, convengamos, el combo explotación emocional + música country puede rankear muy alto el 2 de marzo.
LA GRANDE BELLEZZA, de Paolo Sorrentino. «Todo vale en LA GRANDE BELLEZZA: la paleta de colores estalla en todos los brillantes posibles, y de una hermosa composición de música antigua pasamos a “Pa-panamericano”, casi sin respiro…» (Crítica completa aquí)
LA CACERIA, de Thomas Vinterberg. «La película intenta poner los nervios de punta al espectador, al estilo Hitchcock, ya que la acusación en apariencia injusta (la película deja hasta el final abierta una pequeña puerta a la duda) va creciendo y creciendo, envolviendo a un hombre inocente más y más hasta no dejarle salida…» (Crítica completa, aquí)
THE MISSING PICTURE, de Rithy Pahn. » Si bien se trata de otra película acerca de la historia política de Camboya –y específicamente de la época gobernada por el Khmer Rouge, a fines de los ’70–, Panh pone el acento en su experiencia familiar. A falta de suficientes materiales de archivo (y de “imágenes”, tema central a la película), el realizador de S21 utiliza, un poco a la manera de Albertina Carri en LOS RUBIOS, unos muñequitos de arcilla a los que manipula para ir graficando las escenas que la voz en off narra…» (Crítica completa, aquí)
OMAR, de Hany Abu-Assad.
Hola,Peacock. Sigo insistiendo en que a pesar de ser un poco más interesantes que buena parte de las cintas gringas que compiten en las otras categorías,las «extranjeras» y los documentales TOCADOS por el Óscar no pasan de ser PALATABLES para el gusto anquilosado de la Academia. A ver si en su día se atrevieron a postular o dar el premio en ese apartado a «Hiroshima,mon amour»,»La batalla de Argel»,»Vietnam pide paz» o «El imperio de los sentidos».