BAFICI 2014: Panorama S-Z + Cortos (15 críticas)
Tercera y última entrega de la sección Panorama del BAFICI concluye con el orden alfabético de la extensísima sección e incluye los cortos y mediometrajes, algunos de los cuales vi y son muy recomendables. En este grupo se destaca, obviamente, la otra película de Tsai Ming-liang que hay en el festival —STRAY DOGS, premiada en […]
Tercera y última entrega de la sección Panorama del BAFICI concluye con el orden alfabético de la extensísima sección e incluye los cortos y mediometrajes, algunos de los cuales vi y son muy recomendables. En este grupo se destaca, obviamente, la otra película de Tsai Ming-liang que hay en el festival —STRAY DOGS, premiada en Venecia– y también la ganadora de ese festival, el documental que aquí abajo abre la lista. Quiero recomendar especialmente otro documental. Se llama TERRA DE NINGUEM, estuvo el año pasado en Berlín y es de Salomé Lamas, una gran directora portuguesa cuyos cortos son muy recomendables también.
Aquí vamos, entonces, con el Panorama, de la S en adelante…
SACRO GRA, de Gianfranco Rosi (Italia) Los que no logramos ver esta película previo a su “consagración” al ganar el León de Oro del Festival de Venecia nunca podremos analizarla del todo bien. Es que -como pasa con muchas otras películas- es inevitable pensarla en relación al premio que ganó, premio que muchos consideraron excesivo e inmerecido. Lo cierto es que SACRO GRA, el documental de Gianfranco Rosi, tal vez no sea una película lo suficientemente poderosa o lograda como para llevarse un premio con el supuesto prestigio que ese tiene, pero eso no invalida los logros del filme, que no son menores. Estoy convencido que si esta misma película vista sin tanta vidriera y en un marco un poco menos “competitivo” o más acorde a la estética del filme (digamos, en una sección como Cineastas del Presente en Locarno) seguramente muchos estarían de acuerdo con que se trata de una bastante digna propuesta. Rosi, director de ese muy buen documental que era SICARIO ROOM 164, se plantea aquí algo que podría ser visto más como un estudio fotográfico que como una película narrativa tradicional. SACRO GRA se centra en la autopista que circunvala la ciudad de Roma, pero más que en la ruta en sí, Rosi se detiene a retratar a una serie de personajes que viven o trabajan en las cercanías. A modo de viñetas -algunas más cortas, otras un poco más desarrolladas, ninguna muy sustancial-, Rosi observa una serie de personas que bien podrían ser representativas de la vida en los suburbios con un gusto acaso un poco excesivo por lo que podríamos denominar “excéntricos”… (Crítica completa, del Festival de Venecia 2013, aquí)
SALVO, de Fabio Grassadonia y Antonio Piazza (Francia / Italia) Narrada con un asombroso pulso para la construcción del suspenso con planos fijos y largos y un excelente uso del sonido y el fuera de campo, SALVO es un policial mucho más interesante de lo que deja entrever su sinopsis. Es que el filme se trata acerca de un guardaespaldas de un mafioso que cuando mata a un enemigo de su jefe se encuentra con que en su casa el hombre tiene una hermana que es ciega. El debe matarla pero no lo hace y la secuestra. El tema es que por el susto la mujer empieza a recuperar la vista y encima entre ambos empiezan de a poco a entenderse y quizás hasta algo más. Todo eso que suena a culebrón imposible logra tener bastante sentido gracias a la manera en la que los directores arman su historia: oscura, realista, gris, más cerca del mundo amargo de los matones de GOMORRAH que de un melodrama. Y funciona, en especial la primera mitad que es directamente apasionante. La segunda parte se enreda un poco narrativamente, pero la película jamás pierde la línea ni los directores la idea de cómo contar su historia.
The Sea, de Stephen Brown (Reino Unido / Irlanda)
SEDUCED AND ABANDONED, de James Toback (Estados Unidos) Entretenido, aunque no especialmente notable, documental que trata sobre el mundo del financiamiento independiente de películas. El director James Toback y el actor Alec Baldwin aprovechan su estancia en Cannes para tener reuniones con muchas personas de la industria del cine tratándoles de vender un proyecto y escuchando sus consejos, opiniones y recomendaciones, todas ellas muy francas y/o tremendas. La dupla también entrevista a muchas celebridades (de Martin Scorsese a Ryan Gosling, digamos) y los temas de conversación derivan hacia otras zonas de su relación con el cine. Es un documental simpático, bastante certero aunque muy centrado en un tipo de cine –norteamericano– que funciona con sus propias particularidades (y altos presupuestos) dentro de la industria. (Del Festival de Cannes 2013)
Silencio en la tierra de los sueños, de Tito Molina (Ecuador / Alemania)
SOMETHING MUST BREAK, de Ester Martin Bergsmark (Suecia) Una interesante sorpresa dentro de la exhaustiva sección Panorama, esta película sueca premiada en la reciente edición de Rotterdam narra la historia de Sebastian/Elle, un joven trans que se enamora de un chico, Andreas, empezando una relación que se complica debido a la dificultad de Andreas de asumir públicamente una relación de este tipo. Entre ellos, es claro, hay una relación intensa y un cariño enorme, pero la inconstancia prima, más que nada por las inseguridades de él. Bergsmark (directora transgénero también) narra esta historia de manera bastante realista: son jóvenes de suburbios más o menos pobres y sus vidas cotidianas están muy bien retratadas, lo mismo que sus nocturnas aventuras y una serie de personajes secundarios, ayudados por una buena selección musical. Menos logrados son una serie de inserts (un clip musical al final, especialmente) y escenas con la voz en off del protagonista, que quitan más de lo que agregan a la credibilidad y coherencia de esta muy buena historia.
SOMOS MARI PEPA, de Samuel Kishi Leopo (México) Una amable y simpática película acerca de los miembros de una banda de punk rock adolescente que va a competir en un concurso de bandas, pero que solo tiene una canción en su repertorio y componer la segunda no les resulta del todo sencillo. La película sigue principalmente a uno de ellos, el guitarrista, pero se centra especialmente en la relación entre todos ellos, cuya canción es zarpada, sexualmente brutal y bastante agresiva pero en persona son unos adolescentes de 16 años bastante tímidos y atribulados ante la presencia de las chicas. Esa simpática ironía recorre todo el filme, haciendo que uno pueda por momentos pasar por alto ciertas deficiencias narrativas por estar empapado del entusiasmo y energía de estos chicos de Guadalajara.
The Songs of Rice, de Uruphong Raksasad (Tailandia)
Stella cadente, de Lluís Miñarro (España)
STRAY DOGS, de Tsai Ming Liang (Francia / Taiwán) Después de una película esencialmente fallida como VISAGE (2009) -acaso la exacerbación del costado menos interesante de su cine y su fascinación por la nouvelle vague francesa-, Tsai Ming-liang empezó a dar muestras de sus nuevos intereses a través de los planos largos grabados en digital de un corto como WALKER, que mostraba a un monje budista caminando muy pero muy lentamente a lo largo de más de 25 minutos de película. Más que nuevos intereses, uno podría hablar de retorno a los orígenes por la vía del video digital. STRAY DOGS, ganadora del Gran Premio del jurado del Festival de Venecia 2013, sigue explorando un terreno estético similar, enfrentando a personajes “fuera de sistema” con la locura de la gran ciudad. Como en WALKER aquí tampoco hay una línea narrativa clara y recién a la media hora de película empieza a asomar: un hombre trabaja parado en la calle sosteniendo carteles publicitarios de venta de departamentos de lujo, literalmente contra viento y marea. No se trata, de cualquier modo, de un trabajador sacrificado y ejemplar: buena parte del tiempo se la pasa bebiendo y tirado en cualquier parte. El hombre tiene dos hijos con los que vive en algún tipo de refugio improvisado en lo que parece ser un subsuelo y en la vida de este trío (que come en la calle y se lava en baños públicos) aparecen una serie de mujeres que, si bien no queda claro al ver la película, se trata de tres actrices diferentes interpretando a su ex mujer. Como dato de color, su hija tiene como extraña mascota una enorme planta de lechuga. Pero esos detalles narrativos son casi secundarios a la hora de apreciar el filme y funcionan más como referencias para orientarse en el camino sin rutas que propone Tsai. Las formas son lo que priman aquí: el padre (el actor fetiche de Tsia, Lee Kang-Sheng) y sus hijos son “perros de la calle” a lo que se refiere el título y su extraña confrontación con el mundo que los rodea es el centro del filme. Así, los chicos pasan buena parte de su tiempo dando vueltas por un enorme supermercado y comiendo las “muestras gratis” que pueden encontrar ahí. Así, el padre tiene el hábito -como los protagonistas de VIVE L’AMOUR– de pasar a veces la noche y quedarse en los departamentos que ayuda a vender. Así, la ciudad sigue su marcha mientras ellos circulan ocultos entre sus pliegues… (Crítica, del Festival de Venecia 2013, aquí)
THE STUART HALL PROJECT, de John Akomfrah (Reino Unido) Inteligente documental que recupera la figura de este prestigioso pensador y filósofo socialista británico, inmigrante de América Central, que trabajó en Inglaterra temas de identidad a lo largo de varias décadas. El filme junta imágenes a su voz en off mostrando las diversas etapas y temas de la vida cultural británica y de las obsesiones temáticas del autor, lo mismo que su pasión casi obsesiva por la obra de Miles Davis, cuya música integra la banda sonora completa del filme. Hall falleció el año pasado, poco después de concluido el filme.
Tapalín, la película, de Belina Zavadisca, Mariana Rotundo, Federico y Delpero (Argentina)
TARR BELA, I USED TO BE A FILMMAKER, de Jean-Marc Lamoure (Francia) Uno de los hitos en la historia del Bafici fue la exhibición, en La tercera edición del Festival (2001), de Sátántangó, la obra monumental de más de siete horas de Béla Tarr, realizador de origen húngaro, famoso en el mundillo cinematográfico tanto por su rigurosidad y ascetismo estético como por su compleja personalidad. Igual de célebre es el resto de su filmografía, que llega hasta The Turin Horse (2011), la película que concluye la carrera de Tarr: alguien que nunca se consideró un director de cine y que pareció buscar en su obra cinematográfica su propia humanidad. Las cámaras de Jean-Marc Lamoure se entrometen en las jornadas de aquel rodaje final para captar el método de trabajo (un “sistema feudal”, en palabras del director húngaro) y retazos de la personalidad, entre autoritaria y cálida, de Tarr, rodeado del mismo grupo de personas (quienes aportan sus puntos de vista) que desde hace más de dos décadas conforman su familia artística. Javier Diz
El tercero, de Rodrigo Guerrero (Argentina)
TERRA DE NINGUEM, de Salomé Lamas (Portugal) Uno podría decir “y el cine portugués lo hizo de nuevo” y no estaría errado. Este documental -de la misma productora de TABU– es una pequeña y discretamente brutal obra maestra acerca de la violencia del poder a partir de una sola entrevista, un solo testimonio y, apenas, cinco o seis planos distintos. El 90% de la película consiste en una entrevista a Paulo, un hombre que cuenta a cámara su pasado como mercenario y “killer” para distintos poderes a lo largo de varias décadas. Como si fuera lo más normal del mundo -sin tener remordimiento alguno-, el hombre cuenta cómo masacraban gente en Angola, cómo fue contratado para liquidar guerrilleros en El Salvador, cómo pasó de ahí a trabajar contra el ETA en el País Vasco, y otros “contratos” por el estilo para gobiernos varios o bien la CIA. Salvo algunos planos del lugar donde se desarrolla la serie de entrevistas, un curioso sistema de ir numerando las respuestas (con carteles en pantalla) y un sorpresivo final que obliga a replantearse todo lo escuchado hasta ese momento, la película consiste en planos de este hombre contando y justificando, muy tranquilamente, sus crímenes, de una manera que hace recordar a la reciente THE ACT OF KILLING, en la que muchos paramilitares recrean sus asesinatos casi con orgullo. En el caso de Paulo, hay algo que hace recordar a esos thrillers políticos de los ’70, con mercenarios enfrentándose en distintos puntos del mapa a la manera de películas como CARLOS o MUNICH, poniendo en primer plano una red secreta de asesinos profesionales. Fascinante y repulsivo a la vez, el testimonio no está acompañado por imágenes de archivo. Y eso es un excelente recurso de parte de Lamas, ya que convierte -aún más- al testimonio en un texto tipo ensayo. Hay algo curioso en este testimonio: no hay forma de saber si es verdad o no, algo que se acrecienta aún más con el final, en el que conocemos algo más de la vida de “Paulo”. Lamas lo sabe y, en ese sentido, hasta “Paulo” podría ser un actor -a la manera de las películas de Eduardo Coutinho- o un mentiroso. Sería secundario: aquí lo importante no es que esta historia de terror sea real sino que sea verdadera. Y lo es, cinematográficamente al menos. (Del Festival de Berlín 2013)
That Has Been Bothering Me the Whole Time, de Arash T. Riahi (Austria)
Tower House, de Karl-Heinz Klopf (Austria / Japón)
El último pasajero (la verdadera historia), de Mathieu Orcel (Argentina)
THE UNKNOWN KNOWN, de Errol Morris (Estados Unidos) Se trata de un documental un poco más desorganizado y caótico narrativamente que otros de Morris, pero con un personaje fascinante como es Donald Rumsfeld, quien fuera Secretario de Defensa de los Estados Unidos durante el gobierno de George Bush que recibió el ataque a las Torres Gemelas y luego invadió Afganistán e Irak. El director le pregunta por sus incontables memos, por sus decisiones políticas durante la «Guerra del Terror» y acerca de su filosofía belicista en un filme que recorre también la historia previa de Rumsfeld, ligado al Partido Republicano desde los años ’70, aunque relegado durante los gobiernos de Reagan y Bush (padre) por su mala relación con éste último. Con una risita canchera y justificaciones para casi todos los horrores cometidos durante sus funciones, Rumsfeld muestra una sagaz inteligencia mezclada con algunos errores de comprensión, como el que da título a esta película que, pese a sus idas y vueltas caprichosas en el relato, mantiene el interés todo el tiempo y se suma a la investigación que Morris está haciendo desde hace ya tiempo sobre los «arquitectos de la guerra» en los Estados Unidos.
Uranes, de Chema García Ibarra (España)
We Are the Best!, de Lukas Moodysson (Suecia)
WE COME AS FRIENDS, de Hubert Sauper (Francia / Austria) Tras la dura pero extraordinaria DARWIN’S NIGHTMARE el documentalista austríaco vuelve a Africa en una avioneta construida por él mismo para mostrar la conflictiva situación político/económica que se vive en el recientemente creado país Sudán del Sur, con sus conflictos internos, con el otro Sudán y con los desastres que están provocando las «inversiones» norteamericanas en un país que básicamente ha entregado sus tierras a empresas de ese país. El filme es fuerte y potente, pero se vuelve bastante obvio y hasta predecible por momentos, con caricaturizaciones demasiado evidentes (de personajes bastante caricaturescos por sí solos, admitamos) y una desorganización narrativa que lo vuelve muy inconsistente. Más allá de sus desniveles, es bastante alarmante la situación que presenta en esa zona del mundo.
WHO TOOK JOHNNY, de David Beilinson, Suki Hawley y Michael Galinsky (Estados Unidos) Correcto, efectivo aunque de estructura demasiado «televisiva» y si se quiere convencional, esta película se centra en el caso del primer niño desaparecido que en Estados Unidos empezó a figurar en «cartones de leche» y su caso pasó a ser famoso por abrir las investigaciones al universo de la pedofilia, por ese entonces (principios de los ’80) muy poco conocido. A través de la lucha obstinada por saber qué fue de su hijo de parte de la madre, el filme recorre la historia del caso (negligencia policial, aparición de otros casos similares en la misma ciudad, posibles reapariciones del chico ya adulto e imágenes un poco fuertes e innecesarias de niños secuestrados por pedófilos) hasta llegar a la actualidad, donde «Johnny» se ha transformado en un ejemplo clásico –uno que ayudó a cambiar hábitos policiales y a modificar conciencias en una población demasiado inocente– de una situación que continúa acechando a ese país y también al resto del mundo.
Wolf Children, de Mamoru Hosoda (Japón)
“Yo nena, yo princesa” – Experiencia trans de una niña de cinco años, de María Aramburú y Valeria Pavan (Argentina)
CORTOMETRAJES
O ARQUIPELAGO, de Gustavo Beck (Brasil / Chile) La experiencia cotidiana de la vida familiar es analizada cinematográficamente en este cortometraje de Beck que arranca con su protagonista –un fotógrafo chileno radicado en Brasil– narrando su experiencia de vida en Río de Janeiro y sus dificultades de adaptación y económicas. Su mujer y su hijo aparecerán luego, siguiendo también sus rutinas diarias y dejando en evidencia la calidez de su relación. En un estilo observacional y contemplativo, Beck construye un film sobre la experiencia humana en una Río que no vemos más allá de sus grises lugares de paso, muy alejados de la fama de la ciudad.
BELVA NERA, de Alessio Rigo de Righi y Matteo Zoppis (Italia / Argentina) Uno de los pequeños descubrimientos de este festival es italiano pero surgió de Buenos Aires, ciudad donde Alessio vive y trabaja (como actor en VIOLA, como asistente de dirección en varias películas independientes). Se trata de un mediometraje que codirigió con Zoppis y que se centra en una pantera negra que habría sido avistada en la zona del Viterbo, en Italia, hace unas décadas. Se trata de un mito urbano que nadie ha podido del todo comprobar y el filme se dedica a investigarlo en un formato de documental con entrevistas a una serie de increíbles personajes que dan su versión sobre el asunto. La curiosidad de la historia y la riqueza de esos personajes (Ercolino, el actor clase B Tony Scarf) convierten a esta pequeña película en una encantadora experiencia. Italiana, pero con un poquito de acento argentino… (Del Festival de Roma 2013)
O corpo de Afonso, de João Pedro Rodrigues (Portugal)
Dialogue d’ombres, de Jean-Marie Straub y Danièle Huillet (Francia / Suiza)
Un conte de Michel de Montaigne, de Jean-Marie Straub (Francia / Suiza)
Dive: Approach and Exit, de Sandro Aguilar (Portugal)
Jewels, de Sandro Aguilar (Portugal)
Encounters with Your Inner Trotsky Child, de Jim Finn (Estados Unidos)
Lettre à Mohamed, de Christine Moderbacher (Austria / Bélgica / Tunez)
Mahjong, de João Pedro Rodrigues y João Rui Guerra da Mata (Portugal)
NELSA, de Felipe Guerrero (Colombia) Si bien no se hacen referencias claras en el transcurso de la película, resulta evidente que Nelsa transcurre en el marco del conflicto armado en Colombia, donde la tensión se torna irrespirable y las miradas cortan el aire como cuchilladas. Sin diálogos, el director de Corta transforma el clima del lugar en algo decididamente palpable y denso. Ligeramente más narrativo que Corta, pero siempre con la mirada oblicua que caracteriza al cine de Guerrero, Nelsa es una instantánea de un país en llamas.
Solecito, de Oscar Ruiz Navia (Colombia / Dinamarca / Francia)
Tremor, de Ricardo Alves Jr. (Brasil)
Diego.
Una consulta.
Tengo entrada para ver Donkey Punch pero ese mismo día más temprano exhiben Norte de Lav Diaz y he escuchado algunos comentarios que hablan de una película fascinante una experiencia muy particular más allá de la duración del film. El tema es que si decido ver Norte es imposible llegar a la otra ya que las salas son Caballito y Recoleta. ¿ Tenés referencia respecto a Donkey? ¿Me juego ciegamente por Norte? ¿Alguna de ellas pueden tener estreno comercial?
Saludos