BAFICI 2014: Competencia Argentina y Fuera de Competencia (21 críticas)

BAFICI 2014: Competencia Argentina y Fuera de Competencia (21 críticas)

por - Críticas
04 Abr, 2014 05:07 | comentarios

La sección Competencia Argentina por ahora estará un poco flaca ya que la mayoría de los filmes que compiten aquí tendrán su premiere mundial durante el BAFICI, por lo que aún habiéndolos visto antes lo correcto es esperar hasta su estreno para escribir sobre ellos. Tal es el caso de ocho de las quince películas […]

bafici logo 2014La sección Competencia Argentina por ahora estará un poco flaca ya que la mayoría de los filmes que compiten aquí tendrán su premiere mundial durante el BAFICI, por lo que aún habiéndolos visto antes lo correcto es esperar hasta su estreno para escribir sobre ellos. Tal es el caso de ocho de las quince películas de esta sección. De las otras siete que ya tuvieron su estreno mundial previo en otros festivales, aquí les reseño las cuatro que vi hasta el momento y probablemente agregue alguna más antes del comienzo del festival. Esta es la sección que más se renovará durante el Festival, ya que me dedicaré durante sus diez días, más que nada, a ver películas argentinas. Agregué en este post la sección Fuera de Competencia, que también tiene varios estrenos mundiales por lo que habrá que esperar para completarla. Así que por el momento un breve repaso de algunos de estos esperados filmes nacionales e internacionales.

COMPETENCIA ARGENTINA

13puertas13 PUERTAS, de David Rubio. La experiencia de hacer estudios universitarios dentro de una cárcel es lo que narra este filme, centrado en el trabajo que se realiza en la Unidad Penitenciaria 48 de la Provincia de Buenos Aires. Allí funciona un centro de estudios, el CUSAM, dependiente de la Universidad de San Martí­n, que también produce la película. En esa institución estudian tanto reclusos como los propios guardias y el filme narra la experiencia a través de los ojos de varios de ellos (y de un profesor) mostrando la experiencia como un extraordinario logro de autosuperación y de organización. El filme logra muy buenas escenas de las clases y con los personajes, algunas de ellas mostrando el contexto en el que se incluye. Si bien uno puede tener la sensación de que la pintura es demasiado «rosa» (hay algo de «house organ» en la idea de que la Universidad haga una película sobre sí misma), no cabe duda que la experiencia es loable y que la película logra trasladarla al espectador metiéndose en los detalles de este universo, siendo testigo del trabajo cotidiano por superarse en un lugar difícil.

atlantida

-ATLANTIDA, de Inés María Barrionuevo. Con elementos muy similares al cine de Celina Murga, la opera prima de la cordobesa Barrionuevo se centra en la vida de dos hermanas a lo largo de una jornada veraniega en un pueblo cordobés. Cada una, por su lado, vivirán experiencias que en cierto modo cambiarán sus vidas. Por un lado está la aparentemente más agresiva Elena, con su pie quebrado y su tono un poco irritante, quien se involucra en un curioso viaje hacia una emergencia junto a un médico local que le gusta. Por otro, la más tímida y apocada Lucía, que también se embarca en un viaje personal, junto a una amiga. Esos dos caminos (dos “mini road movies” en paralelo) dejarán en claro que más allá de sus diferencias –y su tensa relación– las hermanas buscan algo parecido en sus vidas, un cambio que las sacuda. Como también sucede en el cine de Murga, aquí no figuran los padres y las chicas toman decisiones por sí solas. El secreto del filme está en el poder de observación de Barrionuevo respecto a esos comportamientos y contradicciones, siguiendo los deseos de las chicas mientras se enfrentan a situaciones que van de lo casual a lo más complicado, de lo cotidiano y banal a experiencias que pueden marcar un antes y un después en sus vidas aunque aún no lo sepan… (Ver crítica completa, desde el Festival de Berlín 2014, aquí)

carta a un padre-CARTA A UN PADRE, de Edgardo Cozarinsky. Este breve y sentido filme-ensayo encuentra al realizador trazando los pasos familiares desde la inmigración de sus abuelos hacia la Argentina a fines del siglo XIX, centrándose luego en la historia familiar en las colonias judías de Entre Ríos, las vidas de sus abuelos y, especialmente, de su padre, un marino de la Armada, que vivió viajando buena parte de su vida y al que conoció poco. Con mucho y muy bien conservado material de archivo (especialmente fotográfico), Cozarinsky cuenta la historia familiar en un tono entre nostálgico y poético, viajando a los pueblos de Entre Ríos donde vivieron sus familiares, lugares a los que nunca había ido anteriormente. Allí va reconstruyendo una historia biográfica (de padres e hijos) que es también una historia social y cultural de parte de la inmigración judía de esa época, con los devenires posteriores que son comunes a buena parte de la colectividad. Emotiva, honesta y sentida, la «carta» de Cozarinsky intenta conectar al realizador y escritor (también un «viajante») con ese pasado con el que, más allá de las aparentes diferencias, uno se reconoce cada vez más. Y con ese padre –ausente en la vida real, pero «presente» en los regalos, postales y fotos que le envíaba– al que, dice el propio Cozarinsky, no conoció lo suficiente.

ciencias naturales-CIENCIAS NATURALES, de Matías Lucchesi. Otra película en Córdoba, otra película protagonizada por niños en busca de su identidad y pasando de una etapa a otra en sus vidas. En este caso la niña es más chica y, como el protagonista de LA TERCERA ORILLA, tiene una historia familiar complicada, ya que nunca conoció a su padre y está obsesionada por saber quién es. Su madre no la ayuda en nada y se nota que la chica no la está pasando bien en el colegio: nerviosa, agresiva, solitaria, tratando de fugarse todo el tiempo. Finalmente, con la ayuda de una maestra, emprende un viaje con un mínimo dato que cree que le servirá para encontrar al padre. Y la película seguirá esa pesquisa para transformarse en el relato de una serie de personajes a los que la vida fue llevando por caminos inesperados. Un buen elenco (la niña Paula Hertzog, Paola Barrientos, Sergio Boris, Arturo Goetz, entre otros) y una trama sólidamente construida hacen de la opera prima de Luchessi una película muy apta para la sección en la que está aquí, ya que funciona por momentos como una fábula de tono realista para un público juvenil, gracias a la utilización de la música y algunos recursos del entramado narrativo. (Ver crítica completa, desde el Festival de Berlín 2014, aquí)

el-escarabajo-de-oro-EL ESCARABAJO DE ORO, de Alejo Moguillansky y Fia-Stina Sandlund. Aprovechando la curiosa propuesta del festival danés CPH, que implica unir a un cineasta «tercermundista» con un artista escandinavo, Moguillansky pone en escena las complicaciones y cuestionamientos que estos tipos de trabajos presentan al mostrar a un equipo de filmación (integrado por los verdaderos socios de El Pampero Cine) lidiando con las dificultades de hacer una coproducción de este tipo. Pero lo hace en tono de comedia, incorporando a Rafael Spregelburd en el rol de un actor que tiene un dato acerca de donde está escondido un tesoro, quien logra engañar a los productores europeos y convencerlos de rodar un filme sobre Leandro N. Alem en Misiones (!) con el objetivo real de encontrar ese misterioso tesoro. La «excusa» narrativa le sirve a Moguillansky para volver a explorar varios temas que lo fascinan: el rol del artista en el mercado, su relación con el dinero, las vivencias de un equipo de filmación y cuestiones acerca de la historia argentina contadas en forma de aventura que lo liga con un antecedente claro y directo: HISTORIAS EXTRAORDINARIAS (Mariano Llinás actúa aquí también). Y el director de CASTRO vuelve a trabajar en ese estilo lúdico y libre de su última película, mezclando momentos de muy disparatada comedia con otras reflexiones más severas sobre la «integridad» (en los textos de Alem leídos por Hugo Santiago y el propio Spregelburd) en una trama que se va desplegando hacia lugares sorpresivos. Aunque no siempre es igualmente consistente (la «consistencia», por suerte, no es un tema en el cine de AM), el ímpetu narrativo de la película, su lógica de comedia física y sus precisas observaciones sobre el universo de las coproducciones (y los problemas éticos y económicos que presentan) la hacen una experiencia más que estimulante. Tal vez la mejor película hecha dentro del «paraguas escandinavo» del CPH. 

historia miedo-HISTORIA DEL MIEDO, de Benjamín Naishtat. Después de dos cortometrajes cuyas búsquedas se conectan con las de esta película, Naishtat lleva sus preocupaciones temáticas e intenciones estéticas a un escenario más grande: los conflictos sociales y de clase en Argentina. Así como su corto que pasó por Cannes EL JUEGO proponía una mirada casi metafísica a un mundo violento dentro de un sistema tipo HUNGER GAMES, su largo procede más por la acumulación de momentos y por la transmisión al espectador de una sensación de incomprensible y casi metafísica violencia. Es el espectador el que debe, durante buena parte del metraje del filme, ir armando las piezas de esta narración. Lo que Naishtat propone, a la manera de acumulación de momentos, es una serie de situaciones suburbanas en las que los personajes experimentan miedos difíciles de comprender pero que tienen que ver con esa sensación de malestar urbano que nos rodea. Un hombre empieza a actuar raro en un McDonald’s, una alarma suena sin explicación, pilas de basura aparecen tiradas dentro de un country, un hombre corre desnudo en una autopista tirándose arriba de los autos, personas que no vemos lanzan barro a los coches que pasan y la tele siempre transmite algún caso policial terrible. Todo sucede más como en una película de ciencia ficción que como en un policial… (Ver crítica completa, desde el Festival de Berlín 2014, aquí)

juana a los 12-JUANA A LOS 12, de Martín Shanly. Inquietante retrato de una niña de doce años de buena posición económica que va a un colegio bilingüe privado de la zona norte y en el que le va mal: no estudia, no retiene nada, no tiene buena relación con sus compañeras, es totalmente apática, no presta atención y parece tener claros problemas de aprendizaje. ¿O se hace? Bajo la apariencia más o menos convencional de un retrato de una niña, su colegio y su familia somos testigos casi de una disfrazada película de David Lynch: ¿tiene la niña problemas de aprendizaje o está poniendo en juego ahí –«llamando a atención», dirían padres y maestros– una serie de conflictos familiares y personales? ¿Hace algo la escuela por resolverlo? ¿Y la madre? ¿Se ocupa o pretende ocuparse y en realidad no es otra cosa que la versión adulta de la misma Juana? ¿Y el ausente padre? ¿Qué hay con él? La vida cotidiana de Juana en la escuela, entonces, es lo que cuenta en primer plano esta película. Por debajo, es un retrato bastante cruento de conflictos entre padres e hijos, instituciones bastante inútiles y preadolescentes «zombies» que externalizan sus conflictos mediante una irritante apatía y actitud de todo-me-da-igual que resulta desesperante. JUANA… es una disimulada película de terror, de uno que no se expresa claramente y que por eso mismo asusta mucho más.

bafici-mientras_estoy_cantando-MIENTRAS ESTOY CANTANDO, de Julián Montero Ciancio. Una de las recientes tradiciones que menos me interesan del cine argentino independiente es el retrato de personajes curiosos, esos filmes documentales que ponen su atención en presentar a uno de esos sujetos peculiares, simpáticos, raros, extravagantes que se encuentran todo el tiempo en este país. Hay mejores y peores películas respecto a esta versión cinematográfica de una anécdota extravagante («¿te conté que conozco a un peluquero que canta?«, sería el principio de ésta) y en el caso de este mediometraje de Ciancio estamos ante uno más de ellos, afortunadamente breve, en el que somos testigos de este peluquero de barrio que graba sus propias canciones, canta todo el tiempo (a sus clientes, especialmente) y tiende a hablar en frases hechas, máximas o latiguillos de supuesta profundidad e ironía a la manera de un aprendiz de stand up comedian demasiado creído de sí mismo. Calculo que el personaje me puede caer simpático un rato en la vida real, pero no logro que me interese cinematográficamente, y menos cuando no se construye nada demasiado interesante alrededor suyo más que ponerle la cámara para que diga cosas graciosas o desafine haciendo covers. Este tipo de retratos, tengo la impresión, raramente superan la burla o la condescendencia. Y este filme tampoco logra evitar esa trampa, y menos aún con la utilización –para mí todavía más problemática moralmente– de algunas cámaras ocultas.

necrofobia-NECROFOBIA EN 3D, de Daniel de la Vega. Representante de la nueva camada de cine de género en la Argentina, este filme en 3D del realizador de HERMANOS DE SANGRE se centra en un hombre (Luis Machín) timorato y con la enfermedad que da título al filme quien, tras la muerte de su hermano gemelo, se ve enredado en una serie de misteriosas muertes, empezando por su mujer (Julieta Cardinali), asesinato del que lo encuentran sospechoso. En un 3D bastante rudimentario, con una trama que bordea lo incomprensible y que parece la de un corto extendido más allá de toda lógica, se trata de una película menor cuya inclusión en la competencia del festival solo puede estar justificada por la intención de poner una representante de cine de género y no mucho más que eso. Viviana Saccone, Gerardo Romano y Raúl Taibo se suman a Machín en esta trama en la que lo real y lo imaginario se mezclan pero sin aportar mucho interés, más allá de cierto cuidado estético en la construcción de climas. Poco, muy poco.

REIMON-REIMON, de Rodrigo Moreno. La película del director de EL CUSTODIO arranca con una suerte de declaración política, exponiendo sus costos, de dónde salió el dinero con el que se hizo y en qué se gastó y en cuanto tiempo. El filme de Moreno es un estudio sobre el trabajo y se propone describir en detalle las demandas que éste genera, a partir de seguir la actividad cotidiana de Ramona («Reimon» es su apodo), una mucama que vive en el Gran Buenos Aires y viaja todos los días largos tramos a la ciudad para trabajar en un par de casas. En una de ellas encontramos a un grupo de lo que parecen ser estudiantes (Esteban Bigliardi y Cecilia Raniero, en lo que podría ser la secuela de los personajes de UN MUNDO MISTERIOSO) que leen EL CAPITAL, de Karl Marx, como preparando un examen universitario. Esa evidente dialéctica de relaciones entre personajes, clases sociales y lectura del texto sirve al realizador para hacer una disección de esa trama económico/política que los reúne, algo que se hace más complejo cuando las dos vías narrativas se cruzan. La película intenta trabajar también las contradicciones que genera, muchas veces, la idea de un cineasta «burgués» filmando gente de otras clases sociales y la evidente «explotación» que eso conlleva, por lo que la cámara siempre se muestra respetuosa y algo distante de su personaje, reservando algún grado de sutil ironía para los otros personajes que, en su aparente amabilidad y «buena onda» reproducen de todos modos el sistema que parecen criticar. Moreno vuelve a un tema que le fascina desde los tiempos de EL CUSTODIO (el llamado «personal de servicio»), poniendo en evidencia –en un relato/recorrido directo, líneal y observacional– los conflictos éticos implícitos en ese mismo sistema de producción.

roma el rostro-EL ROSTRO, de Gustavo Fontán.  La nueva película del realizador de EL ARBOL y LA CASA lo muestra ingresando a un universo de personajes que viven en el Delta: un hombre llega con un bote, camina, se establece en el lugar, comparte unos momentos y se va. Esa cotidianeidad está presentada sin diálogos, en blanco y negro, mezclando formatos (8 mm. y 16) y generando una sensación de permanencia, de algo que incluye pasado y presente, como si ese recorrido por el espacio fuera también un recorrido por el tiempo. La mezcla de formatos y el sonido no sincronizado ayudan a crear la sensación de un “no tiempo” al punto que más que hablar de un documental podríamos hablar de una ficción en el que a partir de acciones cotidianas relativamente intrascendentes se crea, casi, la historia de un lugar en diferentes momentos, como las historias de fantasmas que conviven en el pasado, el presente y, ¿quién sabe?, acaso también el futuro.  (Del Festival de Roma 2013)

Loza-bafici-SI JE SUIS PERDU, C’EST PAS GRAVE, de Santiago Loza. Realizada a partir de un «workshop» con actores sin experiencia en cine en una ciudad francesa, esta curiosa película de Loza mezcla escenas propias de un casting con otras en las que los actores –solos o en duplas– viven distintos episodios, encuentros y desencuentros, atravesando la ciudad a lo largo de lo que parece ser un día. Una voz en off aclara de entrada que lo que se va a ver son más recorridos sin destino fijo que otra cosa y la sensación que se tiene viendo las escenas es que resultan por lo general bastantes logrados ejercicios con actores que logran encontrar las complejas y ambiguas pulsiones de sus personajes. Muy destacables son las escenas «musicales» –tanto cantadas como bailadas, especialmente una con un tema de Sandro– que permiten tanto el lucimiento de la muy buena fotografía de Eduardo Crespo, como un notable trabajo de observación de los rostros y cuerpos de los protagonistas. La falta de «destino» de esos personajes hace, sí, que el recorrido se vuelva un poco extenso, dando la sensación que el «experimento» logra exponerse, desarrollarse y resolverse mucho antes del final del filme. Pero como en todos los trabajos de Loza, se destaca la humanidad, comprensión y ternura con las que el director se acerca a sus criaturas, haciendo que finalmente –más allá de cualquier otra cosa sobre lo que supuestamente traten– todas sus películas sean películas de amor.

tres d

-TRES D, de Rosendo Ruiz. Una suerte de análisis del estado de situación del cine argentino metido dentro de una película a lo Hong Sangsoo, este segundo filme del director de DE CARAVANA –película fundamental del así llamado Nuevo Cine Cordobés– narra lo que sucede a lo largo de unos días en el Festival de Cine de Cosquín. Por un lado se cuenta el trabajo de un joven que está filmando un documental sobre el festival entrevistando a cineastas presentes allí como José Campusano, Gustavo Fontán y Nicolás Prividera junto a algunos críticos y programadores como Jorge García, Alejandro Cozza y otros. Ellos van desgranando sus particulares puntos de vista sobre el cine nacional, el cine cordobés, el mundo de los festivales, etc. Y paralelamente se desarrolla una serie de cruces «románticos» entre el protagonista, una amiga, una vecina de cuarto de hotel, su novio, una productora y así. Esos cruces de deseos e intereses correspondidos (o no) conforman una versión nac&pop del tipo de historias que –muchas veces también en el marco de festivales de cine– cuenta Hong. Las dos «patas» de la historia se combinan bastante bien, generando por un lado «una película de amor» y, a la vez, una que se discute a sí misma, que se pone en contexto dentro de un cine como el cordobés que se caracteriza por un fuerte análisis de sus propios procedimientos, y que aprovecha el marco de un festival (como lo hizo el rosarino Gustavo Postiglione en su momento con IPANEMA, filmada en el marco de un BAFICI) para discutirlo y, si se quiere, jugar con sus propias mitologías.

ELULTIMOVERANO-EL ULTIMO VERANO, de Leandro Naranjo. Esta opera prima cordobesa transcurre a lo largo de una noche en la que un estudiante de cine va a una fiesta en la que se reencuentra con una ex novia de la infancia que acaba de cortar con su pareja. El filme seguirá esa larga secuencia de eventos que se inician por la noche y terminan a la madrugada en un tono que mezcla el de las películas mumblecore con cierto tufillo a la trilogía de Richard Linklater iniciada con ANTES DEL AMANECER. Filmada en blanco y negro, con planos largos y buenas actuaciones de sus protagonistas, el filme no alcanza a trascender demasiado el planteo inicial ni consigue transmitir mucho más que el tedio que parecen vivenciar sus protagonistas. Y los diálogos, si bien realistas, no logran volverse demasiado interesantes. Película cinéfila, que cita películas de Ezequiel Acuña y Gabriel Medina (localmente) y está llena de cameos de figuras del cine cordobés y de lugares típicos de la cinefilia de esa ciudad, se trata de un trabajo pequeño y sincero que podía haber sido un mejor corto o mediometraje. Así como está, se desvanece antes de llegar al final.

una cancion coreana-UNA CANCION COREANA, de Gustavo Tarrío y Yael Tujsnaider. Película sobre una mujer coreana de bellísima voz y que canta muy bien (además de ser poseedora de una arrolladora y convincente simpatía), este documental se construye como un complejo dispositivo que hace parecer al filme más como el backstage de la construcción del documental que el documental en sí. Ese dispositivo le sirve para mostrar a los directores las idas y vueltas de la producción y armado de la película (una serie de emails entre realizadores y personajes son reveladores), a la vez que armar un curioso juego de espejos entre los diferentes niveles de «verdad» del filme. El personaje es encantador y si bien su historia es rica en dramas y contradicciones, la película no siempre lograr armar algo dramáticamente consistente alrededor de ella, dando por momentos la impresión que el «dispositivo» cubre también ciertos baches y vacíos del relato. Una película inteligente y sutil por momentos, y en otros de un rumbo poco incierto, gana puntos por originalidad en la construcción aunque da la impresión que ese propio armado es el que termina impidiendo que el personaje crezca y explote como podría hacerlo.


FUERA DE COMPETENCIA

-LA BALLENA VA LLENA, de Daniel Santoro, Juan Carlos Capurro, Pedro Roth, Tata Cedrón y Marcelo Céspedes (Argentina)

Burroughs The Movie-BURROUGHS: THE MOVIE, de Howard Brookner (Estados Unidos) Este documental sobre el escritor estadounidense estrenado en 1983 fue restaurado este año y cuenta con un material sorprendente de entrevistas, performances públicas y material de archivo sobre el autor de EL ALMUERZO DESNUDO que colaboró durante varios años con el realizador en la realización del filme. Brookner (con la ayuda de los por entonces estudiantes de cine Tom DiCillio y Jim Jarmusch, entre otros) filmó a Burroughs junto a colegas y fans como Allen Ginsberg, Patti Smith y Francis Bacon, entre otros, profundizando en la historia personal del realizador, el origen de muchos de sus textos, detalles íntimos de su complicada y fascinante vida (la relación con su hijo, por ejemplo), lo mismo que su complicada y particular personalidad. Burroughs es, sin duda, un personaje misterioso y turbulento y esas cualidades salen a la luz en cámara, pero de a poco vamos conociendo un costado más «humano» y reconocible, en el que uno puede encontrar los ejes de su estilo literario. El material está en excelentes condiciones y el realizador, se ve, tenía mucho más que en claro que la mayoría de los directores actuales, cómo realizar un documental evitando recursos «biográficos» obvios y de cualquier modo construir una biografía, de una manera bastante similar al «cut & paste» que practicaba el escritor en buena parte de sus textos. Es un retrato de una vida en forma de collage y el resultado está a la altura de la originalidad del planteo.

el color que cayo del cielo-EL COLOR QUE CAYO DEL CIELO, de Sergio Wolf (Argentina) La nueva película del colega, ex director del BAFICI y co-director de la extraordinaria YO NO SÉ QUE ME HAN HECHO SUS OJOS se centra en una larga, curiosa e intrigante historia de los meteoritos que cayeron en Campo del Cielo (Chaco) hace miles de años y los hechos y personajes que generaron a lo largo de la historia. La película, casi, se dividirá en dos partes. La primera cuenta la historia de los meteoritos, su «impacto» en la cultura del lugar y la búsqueda del Mesón de Fierro –el más grande de todos ellos–, que permanece inhallable actualmente. De allí la historia pasa a centrarse en dos personajes que dedicaron años de su vida al tema: el científico e investigador William Cassidy y el «comerciante» de meteoritos Robert Haag. Ellos dos marcarán, temáticamente, el relato de allí en adelante con sus diferentes acercamientos al tema: el estudioso y académico versus el mercachifle explotador. Ambos son personajes fascinantes, miradas opuestas sobre un tema en una película que podría estar hablando tanto de meteoritos como de política o –en una lectura seguramente buscada por Wolf– del mismo cine. Sus desventuras, búsquedas, disputas y enfrentamientos (hay anécdotas increíbles como la del robo del meteorito que intentó Haag a principios de los ’90) están en el centro de un relato que habla de la obsesión, de la búsqueda y la investigación, temas que son comunes tanto a los personajes como al director, que pasó varios años en la realización de este proyecto. La fotografía de Fernando Lockett, otra vez, realza la belleza del lugar y de estos misteriosos objetos en un filme que transforma esa búsqueda en una aventura digna de Werner Herzog. O, claro, de H.P. Lovecraft, a quien el título hace referencia y que es una influencia clara en los personajes y en la película…

cosano-COSANO: LA VIDA SECRETA DE UN VESTIDO, de Diego Levy y Pablo Levy (Argentina) Compacto retrato documental de Claudio Cosano, diseñador de modas exitoso, que cuenta su llegada al mundo de la alta costura y al que vemos, la mayor parte del tiempo, en las dos partes en las que se divide su trabajo: con las clientas que compran su ropa para fiestas en su local y con las modelos y celebridades preparando y montando desfiles. Si bien la película no sorprende y tal vez pinte un retrato sin aristas demasiado complicadas de Cosano, también es cierto que logra acercarse al mundo de las pasarelas, los diseñadores y el negocio de la moda de una manera abierta, y evitando recursos biográficos simplistas. Si hay prejuicios o alguna escondida ironía, está lo suficientemente oculta como para que no se la asuma como una película canchera ni condescendiente ni con el personaje ni con su mundo. Y ese punto es el más difícil de lograr en este tipo de películas que pintan personajes y universos que bordean lo extravagante.

doubleplay-DOUBLE PLAY: JAMES BENNING AND RICHARD LINKLATER, de Gabe Klinger (Francia/Portugal/Estados Unidos) El crítico, programador y amigo Klinger se despacha con un íntimo retrato a modo de conversación entre dos de los más grandes cineastas norteamericanos de los últimos tiempos. La excelencia de la película está en las revelaciones cinéfilas que se hacen uno a otro y en la manera en la que Gabriel (!) Klinger logra trazar líneas en común entre dos cineastas cuyas películas pertenecen a universos relativamente distintos y se mueven por círculos muy diferentes, por más que ciertas obsesiones (el uso del tiempo, entre otras cosas) sean bastante  similares. Pero los directores se admiran entre sí y Klinger los admira a ambos, y esa fascinación y curiosidad mutua se trasluce en una serie de diálogos fascinantes, escenas inéditas de la luego estrenada BOYHOOD (acaso la más «Benning» de las películas de Linklater) y anécdotas jugosas y curiosas personales y compartidas. Un placer cinéfilo que nos regala el BAFICI y el cineasta brasileño/estadounidense.

kumiko-the-treasure-hunter-KUMIKO: THE TREASURE HUNTER, de David Zellner (Estados Unidos)  Cuando vean que esta película la coproduce Alexander Payne podrán adivinar más o menos como viene. La historia se centra en una mujer japonesa callada, solitaria y bastante extraña que vive obsesionada con la película FARGO y con recuperar el dinero que queda enterrado bajo la nieve en aquel filme. Y un día toma la decisión de abandonar su mediocre trabajo e irse a North Dakota, donde empieza una road movie con elementos similares a las de Payne, especialmente la actual NEBRASKA. Si bien le sobra metraje, Zellner va de a poco metiéndonos cada vez más en el ridículo y aventurero espíritu de la mujer (interpretada por Rinko Kikuchi), que se cruza con personajes casi tan extraños como ella en un viaje a lo profundo del helado corazón de Estados Unidos, donde la realidad, el sueño y las pesadillas conviven cotidianamente. (Del Festival de Berlín 2014)

tiptop-TIP TOP, de Serge Bozon (Francia) En la edición de abril 2013 de Cahiers du Cinema se hace una defensa del joven cine francés. Algunas de esas películas se dieron en Cannes, pero no pude ver muchas allí (las iré recuperando vía FestivalScope). Logré, sí, ver la tercera película del comparativamente más veterano Bozon, de quien me había fascinado años atrás la genial LA FRANCE. TIP TOP no estuvo a la altura de mis altísimas expectativas, aún cuando entregó algunos momentos extrañamente divertidos y zarpados al contar en tono comedia absurda un caso policial en el que dos mujeres detectives llegan a un pueblo a resolver el asesinato de un ex policía argelino que trabajaba como informante de la policía del lugar. Isabelle Huppert y Sandrine Kimberlain son las oficiales que tienen que meter las narices en un caso en el que la corrupción interna de la policía queda en evidencia. Esther (Huppert) es famosa por ser agresiva, bastante mandona y salvaje, además de tener una vida sexual bastante particular. Su socia Sally (Kimberlain) es más discreta y, digamos, le gusta mirar. Adaptada de un best seller inglés de 2006, la película está jugada en tono disparatado, pese a tratar temas densos como el trato de los inmigrantes argelinos y la corrupción policial. Juegos sexuales, imitaciones de acentos, grotescas peleas y una aceleración típica de la comedia francesa (ver también LA FILLE DU 14 JULLIET en la Quincena, otra película que aborda temas políticos desde la comedia más ridícula), la película es dispar, con momentos geniales (Huppert desatada es algo que hay que ver) y otros más rancios y directamente banales. Es una película de momentos, algunos más inspirados que otros. (Del Festival de Cannes 2013)

-VERONICA MARS, de Rob Thomas (Estados Unidos)