Crítica: «Al filo del mañana», de Doug Liman
Esta nueva «sección» tomará en cuenta una serie de películas que no se colocan ni en el ámbito de los estrenos comerciales de la semana, ni de los filmes que pasan por festivales, ni el ya usado «no estrenos», dedicado a películas que no llegaron a tener una salida comercial en la Argentina. «Crítica», como […]
Esta nueva «sección» tomará en cuenta una serie de películas que no se colocan ni en el ámbito de los estrenos comerciales de la semana, ni de los filmes que pasan por festivales, ni el ya usado «no estrenos», dedicado a películas que no llegaron a tener una salida comercial en la Argentina. «Crítica», como sección, tomará el resto de las películas, en especial aquellas que por diversos motivos no pudieron reseñarse en el momento de su estreno y que luego las pude ir recuperando. Aquí entrarán también algunas películas relativamente nuevas (no los «clásicos», esos van por otro lado) que por un motivo u otro no se comentaron en su momento.
Dos aclaraciones: esta sección no pretende ser exhaustiva ni tomar todas las películas que veo después de su estreno, sino solo las que me resultan interesantes de comentar. Por otro lado, tomando en cuenta que son películas que ya circularon en salas y ahora están editadas (video, DVD, BluRay, online, lo que sea), las críticas tendrán más SPOILERS que lo habitual, ya que están también para comentarlas y discutirlas con espectadores que ya pueden haberlas visto.
Arrancamos con AL FILO DEL MAÑANA, película que me perdí durante su estreno ya que estaba de viaje (lo mismo me pasó con otros «tanques» que llegaron en mayo como las nuevas de CAPITAN AMERICA, X-MEN y GODZILLA, que llegaron acá en la época en la que yo estaba en Cannes, y que comentaré cuando las vea y si siento que hay algo para decir sobre ellas). Dirigida por Doug Liman, un cineasta bastante competente que ha hecho mejores y peores películas a lo largo de su carrera, el arma secreta del filme es el guión del también director Christopher McQuarrie, a quien conocemos desde LOS SOSPECHOSOS DE SIEMPRE.
Basada en un comic japonés, la película cuenta con otra arma poderosa aunque no tan secreta. Estoy hablando de Tom Cruise, para mí uno de los mejores actores del cine norteamericano, uno de los que mejor entiende el rol del actor en este tipo de producciones, el de ponerse al servicio del espectáculo y del espectador, jamás intentando «fascinarlo» ni demostrarle nada, sino tratando de ser un conductor emocional para que el público pueda «meterse» de lleno en la película. Y en ese sentido, Cruise jamás decepciona, cumpliendo a la perfección con la tarea de transmitir la confusión inicial que siente este Mayor del Ejército Norteamericano, de apellido Cage, que pasa de ser el encargado de Relaciones Públicas a tener que ir al frente de combate sin tener la más mínima experiencia en el frente.
El «combate» no es del todo común ya que el mundo ha sido invadido por una suerte de criaturas intergalácticas, especie de arañas gigantescas que parecen arrasar con todo a su paso. Y una invasión a Europa parece ser el último intento medio desesperado de las fuerzas «aliadas» para detenerlos. Cage, inexperto en combate, es enviado ahí, pero en el primer enfrentamiento es literalmente bañado por un líquido viscoso de una de estas criaturas, asunto que termina dándole unos poderes bastante peculiares y que hacen recordar a la película GROUNDHOG DAY. Esto es: cada vez que muere en el campo de batalla vuelve a vivir, un día antes, y a atravesar la misma situación bélica cada vez. El se va dando cuenta, claro, pero para los otros es siempre la primera vez.
El asunto avanzará por ese lado, con un Cage cada vez más experto y conocedor de lo que sucederá en las batallas, y de a poco asociándose con algunos aliados que lo entienden y tratan de sumarse a su manera de enfrentar el conflicto, que es tratar de encontrar otras salidas al choque bélico directo. Entre los que lo ayudan está Rita (Emily Blunt), un soldado que pasó por una situación similar a la de Cage y que es la única que puede ayudarlo a avanzar más allá de lo que parece un enfrentamiento insoluble e insuperable. Ella sabe un secreto, también, acerca de la «condición» de Cage, que marcará a fuego el resto del filme.
La trama no solo es ingeniosa desde la construcción ya que logra adaptar ese giro humanista que tenía la comedia de Harold Ramis a un campo bélico. Si bien los resultados no son los mismos (la última media hora y, especialmente, el apurado final, no están a la altura del resto del filme), AL FILO DEL MAÑANA intenta ser para todo conflicto bélico lo mismo que era esa película para, digamos, la manera de enfrentarse a la vida. La idea del conflicto permanente e insoluble que no puede superarse porque tanto unos como otros insisten en permanecer «trabados» en el mismo asunto sin posibilidades de avanzar es una crítica política mucho más contundente que la de muchas películas que pretenden hablar más directamente del tema.
Al tener como enemigos una raza de criaturas evolucionadas, el filme evita cualquier link directo con la realidad, pero no así con su lógica. Los conflictos bélicos se vuelven eternos y repetitivos porque funcionan como un deja vu permanente que nadie se atreve a cortar porque, en cierto modo, les da una razón para existir. La película no se atreve a ir demasiado lejos en esa teoría y por momentos peca de lo que critica: convertirse en una serie de largas secuencias bélicas continuas con un estilo cercano al videogame. Pero Liman sabe que Cruise sabe y que nosotros sabemos, por lo que va dosificando esas escenas en el filme de manera tal que promediando el relato ya la película logra volverse una de intriga, por un lado, una reflexiva, por otro, y –finalmente– una, en cierto punto, romántica.
Tengo la impresión que sin su un tanto agotadora media hora final y sin ese cierre que parece querer apurar las cosas (o facilitar una posible secuela) estaríamos hablando de una película extraordinaria. Es cierto que es brillante: narrativamente sólida, visualmente impactante, políticamente inteligente. Tal vez –clásico problema de las películas bélicas norteamericanas– Liman no se atreve a ir lo lejos que debería en su hipótesis ya que toma en cuenta que el público en su país tampoco acepta demasiado bien la idea de que todo conflicto bélico es básicamente inútil e inservible, especialmente si no cambian las maneras de enfrentarlo.
AL FILO DEL MAÑANA apuesta por la inteligencia en lugar de la fuerza bruta. Tanto en el cine, como en la guerra.
Muy buena. Las peleas y batallas se entienden perfectamente (télefono Bay, Die Hard 5 etc) los actores están todos muy bien y el guion es buenisimo. A veces Cruise me ha irritado con su eterna sonrisa pero acá en el plano final está perfecto, el gesto justo para el cierre adecuado de la historia. Y Bill Paxton siempre divertido, que más pedir.
Banco siempre a Bill Paxton pero me parece que ya lo han encasillado para siempre en este tipo de roles.
De mis favoritas del año
Es muy buena. Se me cae un poco al final, lo único. Pero es una gran película…
Tom cruise un gran actor??? Sin comentarios!
Quizás fue casualidad, pero el personaje femenino se llama Rita, al igual que el de Andie MacDowell en Groundhog day.
Lei hasta: Tom Cruise, uno de los mejores actores norteamericanos… no puedo seguir despues de semejante improperio, aunque, por supuesto, sobre gustos.
Que loco,para mi es un arruina peliculas, el principal motivo por el cual no vi esta, que promete. Y otras en las que actua. Siempre la misma cara nadica sin matices. Puedo entender que lo usen los yankis, porque da guita, pero en una critica afirmar que es buen actor, es perder credibilidad de opinion. Afirmar ese gusto personal, descalifica el resto de los gustos. Si Tom Cruise es buen actor, que quedara para Dafoe, Almaric, Viggo, y otros tantos, del mundo todo.
Es una larga discusión. Yo sí creo que Tom Cruise es un actor de cine excelente, porque se pone al servicio de la narración y no por encima de ella. No necesita lucirse (tal vez no sabría cómo) y eso es exactamente lo que me gusta y lo que le respeto: se pone del lado de la película y no de su ego/reconocimiento como actor. Muchos actores tienden a pensar más en su lucimiento personal que en lo que eso le aporta al filme y ese para mí es un gran problema. Por más que la actuación sea, digamos, «técnicamente excepcional», para mí te saca muchas veces de las películas. Caso típico: Kevin Spacey en HOUSE OF CARDS. Bah, en casi todo lo que hace.
Y la «cara de nada» que decís –no coincido que sea así pero convengamos, si querés, que no tiene un registro variadísimo, como tampoco lo tienen Clint Eastwood, Kevin Costner ni lo tenía John Wayne– es en cierto punto lo que lo torna fundamental como «conductor» de la narración, ya que vos te ponés en su lugar y no lo ves a él mostrando su artificio. Es una especie de «conducto», si se quiere. Y eso me resulta fascinante, respetable y admirable.
Viggo, igual, es otra cosa…
Es todo lo contrario! Soy actor y se lo que digo: Tom cruise siempreeee está encima de sus películas. Como dice otro comentario más arriba, leí hasta tu «derrape» con Tom cruise. Publicame ehhh (de última es un intercambio de opiniones nomás).
Vine ahora porque la vi ayer y coincido, si bien el final es flojo y apurado es muy buena!
Comparto tu opinión, Cruise es uno de los mejores. Sus películas cierran, me convencen, no sé explicarlo. No dejo de pensar si esa capacidad que adquirió con los años no es consecuencia de su scientology education, aunque no sea demasiado relevante para nosotros como espectadores eso.
Saludos!