Berlinale 2015: «Journal d’une femme de chambre», de Benoit Jacquot

Berlinale 2015: «Journal d’une femme de chambre», de Benoit Jacquot

por - Críticas
08 Feb, 2015 10:50 | Sin comentarios

¿Hace falta una nueva versión de DIARIO DE UNA CAMARERA teniendo una célebre de Luis Buñuel y otra de Jean Renoir, nada menos? ¿Se puede, tiene sentido, salir a competir con esos dos monstruos? En realidad, no. Pero si hay un motivo para hacerlo se llama Lea Seydoux, la protagonista de esta nueva adaptación de […]

diary¿Hace falta una nueva versión de DIARIO DE UNA CAMARERA teniendo una célebre de Luis Buñuel y otra de Jean Renoir, nada menos? ¿Se puede, tiene sentido, salir a competir con esos dos monstruos? En realidad, no. Pero si hay un motivo para hacerlo se llama Lea Seydoux, la protagonista de esta nueva adaptación de la novela de 1900 de Octave Mirbeau. Y es ella la que se luce en esta versión de todos modos innecesaria dirigida por Benoit Jacquot que, para ser del todo justos con la historia de la producción, ni siquiera había elegido originalmente a Seydoux como la protagonista. Originalmente era Marion Cotillard, que tuvo que bajarse por problemas de fechas. Y, la verdad, da la impresión que el problema pudo haber sido una solución para el director de EL ADIOS A LA REINA

diario2La película tiene varias diferencias narrativas con la de Buñuel, pero el eje central es obviamente el mismo. Seydoux encarna a Celestine, una mucama parisina en apariencia no del todo confiable para su empleadora, que la envía a tomar un trabajo que parece más un castigo que otra cosa: trabajar en un caserón en “las provincias”, algo que para una parisina de principios del siglo XX es algo así como el infierno sobre la Tierra. Y el fastidio es mutuo, ya que los burgueses y los trabajadores del lugar la miran a la recién llegada con igual desprecio.

Celestine tendrá que lidiar con la mujer de la casa que demanda cosas de ella como si fuera una esclava, el patrón que quiere de cualquier forma llevársela a la cama, una pareja peculiar de vecinos (un militar retirada y su esposa “chismosa”) y, especialmente, con los que trabajan con ella: un seco, malhumorado y racista encargado que encarna Vincent Lindon y la cocinera de la casa, con una historia problemática.

diario1El filme combinará las tensiones hogareñas con escenas del pasado de Celestine que permiten al espectador conocer más acerca de cómo llega la chica hasta ese extraño lugar y las raras decisiones que toma. Es, como todas las adaptaciones de esta novela, una mirada ácida sobre los comportamientos de la burguesía y una reflexión acerca de los juegos de poder entre las clases, con las vueltas de tuerca narrativas que harían las delicias de Claude Chabrol.

Jacquot, por suerte, no filma su historia de una manera demasiado respetuosa ni solemne. Al contrario, hay momentos de comedia casi absurda, algunas decisiones estéticas raras como el uso del zoom casi constante y la película en general trata de alejarse en todo momento del aura de adaptación prestigiosa, en esto sí haciéndole un guiño al estilo que manejaba Buñuel. Lo que no logra es crear un juego de relaciones entre los personaje que tenga similar potencia ni nivel de perversidad implícito en la película del español.

Es Seydoux, con una actuación a la que podríamos definir como “pícara” pero que encuentra momentos de empatía emocional inesperados, la que se destaca dentro de un todo apenas aceptable. Volviendo a lo del principio: nadie necesita una nueva versión de DIARIO DE UNA CAMARERA, pero la película existe, se hizo y francamente no está tan mal…