TV: «Girls» (Temporada 4)

TV: «Girls» (Temporada 4)

por - Series
28 Mar, 2015 12:02 | comentarios

Viendo casi en paralelo dos comedias sobre chicas como BROAD CITY –en su segunda temporada– y GIRLS –en su cuarta–, entendí a la perfección la movida, el cambio, que Lena Dunham produjo para su serie en esta temporada. Es que de algún modo, viendo BROAD CITY, queda claro que la serie sobre las «locas desventuras […]

Girls-Season-4-PosterViendo casi en paralelo dos comedias sobre chicas como BROAD CITY –en su segunda temporada– y GIRLS –en su cuarta–, entendí a la perfección la movida, el cambio, que Lena Dunham produjo para su serie en esta temporada. Es que de algún modo, viendo BROAD CITY, queda claro que la serie sobre las «locas desventuras de chicas de veintipico» en Nueva York ya tiene una sucesora que logra ser más zarpada, ácida y corrosiva de lo que jamás fue GIRLS. Es una comedia delirante y frontal que se lleva, literalmente, casi todo por delante. No sé si sucedió así o no, pero imagino a Dunham viéndose un poco como la hermana un tanto mayor de Abbi y de Ilana (las chicas de BROAD CITY) y sintiéndose, digamos, algo vieja, o más grande o superada en ese territorio. Las chicas de GIRLS ya se acercan a los 30 y sus vidas cotidianas y relaciones son un tanto diferentes de lo que eran cuando la serie empezó y tenían la edad de las otras…

Eso llevó a que la serie, de algún modo, se volviera más «madura», más conectada con las emociones de los personajes y, si se quiere, menos cómica y más dramática. Esta cuarta temporada tuvo menos intenciones de shockear o sorprender y a las chicas se las ve siempre lidiando entre decisiones profesionales y problemas románticos: con menos intenciones de ganarse cucardas de hipsters (eso queda para Abbi e Ilana o, en esta temporada, para el personaje que durante unos episodios encarna Zachary Quinto) y más conectadas con sus emociones, aún de la manera esquiva en que ellas se conectan.

girls-ep-7-adam-hannahPara no spoilear nada de la temporada digamos que Hannah sigue lidiando con sus decisiones profesionales y con su romance con Adam (Adam Driver, el gran descubrimiento de la serie), Shoshanna (Zosia Mamet, agregándole una acidez inusitada a su cómica rutina verbal) trata sin mucha suerte de conseguir trabajo todo el tiempo, Marnie (Alison Williams, incapacitada para actuar como siempre) le dedica su tiempo a ese combo que mezcla romance y carrera musical y Jessa (Jemina Kirke), que en esta temporada estuvo menos y más tranquila, digamos, tiene una importante participación en el final. Los padres de Hannah, de hecho, tendrán una fuerte presencia en la última parte de la temporada, obligando a su hija a lidiar con revelaciones de una manera inesperadamente convincente y creíble.

Eso es lo que para mí ha conseguido Dunham en esta cuarta y mejor temporada de GIRLS: desprenderse del ánimo de shockear, abandonar el capricho por el capricho mismo y conectar más directamente con las emociones confusas y complicadas de los personajes. Los cambios no han sido radicales sino más bien sutiles y si bien la parte emocional de las vidas de los protagonistas siempre fue clave en la serie, daba la sensación que antes se intentaba ironizar sobre eso de algún modo u otro. Ahora no y eso no la convierte en una peor serie ni una menos original. Acaso, sí, la convierte en una más mainstream y accesible, una que no «ofenderá» a personas hípersensibles o de más edad, pero no la banaliza ni mucho menos.

girls-season-4-ep-3-thumbCon la firma de Judd Apatow como productor y algunas veces coguionista, uno siente que GIRLS por momentos puede ser una especie de THIS IS 30 en versión femenina. Ese giro y ese humor un tanto más amable de Apatow se nota un poco más en esta temporada que en las previas. De algún modo, sus películas suelen ser también un viaje hacia la madurez, una madurez que no abandona del todo las obsesiones de la adolescencia, claro, pero que permite a sus personajes enfrentar episodios de la vida con más inteligencia, como sucede en uno de los hechos fuertes del último episodio, con un parto de por medio.

Son varios los episodios, momentos y personajes claves de la temporada (Ray Ploshansky crece mucho, por ejemplo), pero es difícil hablar de ellos sin spoilear las idas y vueltas románticas y geográficas que tiene. Lo clave, para los que dudaban tras la un tanto fallida tercera sobre seguir o no viéndola, es que la serie creció notablemente y que no sólo generó una muy sólida temporada sino que terminó dando la impresión que ese crecimiento de los personajes les da pie para seguir existiendo en la pantalla mucho tiempo más. Las emocionalmente despreocupadas –simpáticas o casi lobotomizadas– chicas de BROAD CITY pueden encargarse ahora de reventar la noche en Manhattan. A las burguesas de Brooklyn desocupadas de GIRLS les llegó el tiempo de hacerse cargo de las consecuencias…