Cannes 2015: «Amy», de Asif Kapadia
El problema de los documentales como AMY, de Asif Kapadia, exhibido fuera de competencia en Cannes y centrado en la vida y temprana muerte de la cantante británica Amy Winehouse, es que terminan haciendo exactamente lo mismo que dicen criticar. Según el film, uno de los causantes de la pronta muerte de Amy fue la […]
El problema de los documentales como AMY, de Asif Kapadia, exhibido fuera de competencia en Cannes y centrado en la vida y temprana muerte de la cantante británica Amy Winehouse, es que terminan haciendo exactamente lo mismo que dicen criticar. Según el film, uno de los causantes de la pronta muerte de Amy fue la presión constante de la prensa amarilla y de los paparazzi por conocer detalles de su vida privada, pero el documental actúa de la misma manera, centrándose casi exclusivamente en los escándalos y adicciones de la protagonista, dándole muy poco espacio a su música y a su talento. Lo que se vende es el personaje: Amy, la alcohólica, adicta, bulímica, fiestera y descontrolada. Lo que no le interesaba mucho a la prensa ni a Kapadia es el talento descomunal de esta vocalista y sus también notables condiciones como compositora.
Con una carrera que se extendió por unos pocos años, Amy logró muy joven y muy rápido una fama inesperada para alguien que se veía más a gusto como cantante de jazz que otra cosa. El director de SENNA pasa muy rápido por toda esa etapa ligada a la infancia y la adolescencia, y cuando lo hace es para poner la lupa en los problemas familiares –como la separación de sus padres—más que en sus influencias, aprendizajes y avances musicales. Es muy poca la música de Winehouse que se escucha en el documental que, si bien tiene imágenes de ensayos y otras escenas raras e inéditas, Kapadia las pone más por sus contenidos “psicológicos” que musicales. Y si bien es cierto que interesa conocer detalles de su vida, también el documental podría haber sido una buena oportunidad para poner la lupa sobre su talento artístico.
Ya cuando llega la fama y Amy se descontrola por completo –más allá de unas breves “rehabs”-, Kapadia directamente transforma la película en una especie de programa de chimentos, mostrando a Winehouse en estados lamentables y poniendo ahí el centro de la atención, tanto como lo hacían los “tabloides” de la prensa inglesa. Las escenas en las que la cantante viaja por unos meses a una isla para desintoxicarse y se fastidia con la llegada de su padre y un equipo de un reality show son ejemplares: la película busca ser ahí aún más “reality” que ese show, mostrando escenas que no se emitieron en ese momento, o un audio grabado con la cámara prendida enfocando el piso, al borde de lo vergonzoso.
El reciente documental sobre Kurt Cobain, MONTAGE OF HECK, también ponía más el acento en su vida personal que en lo musical, pero al menos era creativo en sus formas. Aquí eso no existe: Kapadia mezcla archivo y entrevista sin ninguna originalidad y lo que no va por el lado “los problemas de Amy” queda en segundo plano. Una lástima, ya que más allá de sus últimos años descontrolados, es de esperar que Winehouse quede en la memoria como una gran artista. Este documental no ayuda mucho en ese sentido.
Hola por favor quisiera saber cuando se estrena «amu» en los cines argentinos.. o si ya la puedo ver em algun lado por favorrrr respondanme