Debate: ¿cambió el paradigma del cine comercial argentino?

Debate: ¿cambió el paradigma del cine comercial argentino?

por - Críticas
22 Jul, 2015 01:20 | comentarios

Durante las vacaciones de invierno de 2014, dos títulos nacionales lograban coronarse entre los éxitos de la temporada. Se trataba de BAÑEROS 4: LOS ROMPEOLAS y SOCIOS POR ACCIDENTE, que llevaron 930 mil y 560 mil espectadores, respectivamente, ubicándose en el segundo y cuarto lugar entre los estrenos argentinos de ese año. Tan sólo un […]

locos-sueltos-en-el-zoo-c_6475_poster2Durante las vacaciones de invierno de 2014, dos títulos nacionales lograban coronarse entre los éxitos de la temporada. Se trataba de BAÑEROS 4: LOS ROMPEOLAS y SOCIOS POR ACCIDENTE, que llevaron 930 mil y 560 mil espectadores, respectivamente, ubicándose en el segundo y cuarto lugar entre los estrenos argentinos de ese año. Tan sólo un año después, la secuela de la primera película lleva en sus ya tres semanas en cartel, 131 mil espectadores, y si bien todavía faltan unos diez días de vacaciones, a juzgar por la pérdida de salas y la baja en concurrencia del día a día, dificilmente pueda modificar su situación. Sería un milagro si llega a los 200 mil espectadores. En el caso de LOCOS SUELTOS EN EL ZOO, si bien no es una secuela de BAÑEROS, está armada por la misma productora, buena parte del mismo elenco y casi la misma lógica comercial de aquella larga e intragable saga. A diferencia de los 930 mil de la película de 2014, esta lleva 132 mil espectadores en dos semanas y le irá un poco mejor que a su rival local, concluyendo entre 250 mil y 300 mil espectadores, con suerte.

¿Qué sucedió en estos doce meses para que dos películas consideradas seguras apuestas comerciales pasaran de llevar en común casi 1,5 millón de espectadores a las salas a, en el mejor de los casos, unos 500 mil, perdiendo dos tercios de su público en el interín? Se podrá hablar de que las películas eran malas –mejor dicho, peores que las anteriores- y seguramente se culpará a las majors que no las han defendido lo suficiente entregándole todas sus salas a los «tanques» animados que ellas mismas distribuían como MINIONS e INTENSA-MENTE. Y si bien puede haber alguna razón en ello (el año pasado SOCIOS… la distribuyó una compañía independiente y Disney, que se encarga de la otra, no tenía un tanque taquillero en vacaciones como sí lo tiene en ésta), es indudable que la diferencia es demasiado grande, excesivamente enorme, como para poner toda la culpa ahí.

socios¿Qué pasó entonces? Primero, pasó RELATOS SALVAJES. Estrenada apenas unas semanas después de aquellas películas probó ser un éxito comercial de proporciones épicas (más de 4 millones de espectadores) y una película de una calidad en todos sus rubros que no se puede ni comparar con las anteriormente citadas, lo que la llevó a la competencia de Cannes y a la nominación al Oscar a mejor filme extranjero. Más allá de lo que cada uno pueda opinar de la película de Damián Szifron en lo específico, no caben dudas que estaba a otro nivel –técnico, profesional, actoral, estético y varios etcéteras– de los «socios» y «bañeros» de turno. La película, tengo la impresión, levantó la vara de lo que el público espera del cine nacional. Y es de esperar que esa sea una de las principales «lecciones» de su increíble recorrido.

Pero no es la única respuesta. También es notable que este mismo año otras tres o cuatro películas recuadarán más que ellas (y tal vez más). Estoy hablando de ABZURDAH, de Daniela Goggi (que ronda los 770 mil espectadores), SIN HIJOS, de Ariel Winograd (que se acerca a los 500 mil) y PAPELES EN EL VIENTO, de Juan Taratuto (385 mil). Tres películas –otra vez, más allá de las opiniones específicas y las críticas mejores o peores que puedan obtener– que son indudablemente productos cuya factura, realización y temática se ubica a años luz de los SOCIOS y los LOCOS DEL ZOO. Y no se trata de cine-arte ni nada parecido: una de ellas es una comedia romántica que apuesta a una fórmula probada y a un actor taquillero como Diego Peretti, en cierta medida ocupando el rol que en 2014 ocupó EL MISTERIO DE LA FELICIDAD, de Daniel Burman, que llevó espectadores y fue la tercera película argentina más vista del año ayudado también, sin dudas, por la presencia protagónica de Guillermo Francella.

abzurdahEl caso de ABZURDAH es un tanto más peculiar, inesperado: la combinación de una novela para adolescentes exitosa con una actriz popular como Eugenia Suárez convirtió en un mega-exito a un filme que tenía como expectativa de máxima llevar menos de la mitad de espectadores que terminará llevando. Y que, también, tiene una factura y cuidado –y hasta una cierta oscuridad– no del todo habitual en el cine argentino más comercial. Y mucho menos en la película nacional más vista del año. Y una similar combinación de material y elenco conocidos se da en PAPELES EN EL VIENTO, un poco como sucedió con BETIBU el año pasado.

Con el estreno de EL CLAN –que ya por la presencia de Francella, Lanzani, el tema y la campaña publicitaria es evidente que llevará más espectadores que las dos «películas para las vacaciones»–, es claro que el paradigma parece haber cambiado bastante entre 2014 y 2015. No es que uno desee que le vaya mal a las películas argentinas, pero analizando un poco lo que está sucediendo este año queda claro que los espectadores, como se dice vulgarmente, «no comen vidrio» y no están siempre dispuestos a consumir cualquier producto de pobre factura que se le tira por la cabeza con la intención de hacer dinero rápido. Es de esperar que las lecciones, si no de RELATOS SALVAJES –cuyo éxito escapa a toda fórmula y es inimitable–, al menos de las otras películas taquilleras estrenadas este año sirva a los productores cinematográficos a levantar la apuesta a la hora de hacer las ya tristemente célebres «películas de vacaciones» que atrasan, por lo menos, cuatro décadas y están hechas, efectos más, efectos menos, de la misma manera que se hacían entonces.