Berlinale 2016: «News From Planet Mars», de Dominik Moll
Raramente las comedias participan en festivales internacionales. Y, cuando lo hacen, no son lo suficientemente reconocidas. Uno tiene la sensación que pasará algo así con NEWS FROM PLANET MARS, la película de Dominik Moll que se presentó fuera de competencia en la Berlinale. Y sería una lástima, ya que es una muy buena comedia, de […]
Raramente las comedias participan en festivales internacionales. Y, cuando lo hacen, no son lo suficientemente reconocidas. Uno tiene la sensación que pasará algo así con NEWS FROM PLANET MARS, la película de Dominik Moll que se presentó fuera de competencia en la Berlinale. Y sería una lástima, ya que es una muy buena comedia, de las que dejan en evidencia que películas de este tipo cada vez hacen más falta en los festivales internacionales. A diferencia de LE FILS DE JOSEPH, de Eugene Green –que comentaré en breve– y que sí tiene la especificidad de una «comedia festivalera», el filme de Moll responde más a las características típicas de una comedia comercial que bien podría formar parte del plan de estrenos anual del cine francés o adaptarse con pocas modificaciones a Hollywood.
Es la historia de un loser lleno de buenas intenciones, al que todo parece salirle mal. Francois Damiens encarna a Philippe Mars, un programador de computadoras divorciado y con dos hijos adolescentes, al que la ex mujer le deja a los hijos para irse a trabajar por un tiempo al exterior, lo ponen a controlar a Jerome, un colega bastante desquiciado en el trabajo (Vincent Macaigne), tiene que soportar las locuras de su hermana y las particulares personalidades de sus niños. El trata de hacer siempre «lo correcto» pero tiene el «no» difícil y da la impresión que la realidad se lo va a llevar puesto.
Estas penurias de Mars –que encima tiene sueños extraños con sus padres que murieron hace poco– se irán sumando cuando su colega termine hiriéndolo accidentalmente en el trabajo y, encima, mudándose a su casa, lo cual conlleva una serie de incomodidades. No sólo porque Jerome es un personaje bastante abrumador (y abrumado) sino porque termina haciéndose amigo de su hijo, sumando a la escena a su aún más peculiar novia y enganchando a los Mars en complicadas y potencialmente peligrosas aventuras.
Más allá de algún pequeño toque dramático la película apuesta a la comedia absurda. Y el tono se sostiene y funciona la mayor parte del tiempo, logrando combinar situaciones en extremo delirantes con una honestidad emocional bastante llamativa tomando en cuenta los momentos casi ridículos que le toca vivir a Philippe. El director de HARRY, UN AMIGO QUE TE QUIERE BIEN consigue que buenos gags y personajes (con dos actores magníficos para interpretarlos) confluyan efectivamente entregando una película que, además de momentos muy graciosos, tiene un sincero aunque extrañado realismo dramático que hace que uno jamás pierda de vista las confundidas emociones de un personaje que quiere hacer las cosas bien pero a quien le sale todo mal… hasta que las circunstancias lo llevan a convertirse en otra cosa. Una simpática y bienvenida sorpresa en la Berlinale. Deberían haberla puesto en competencia, considerando muchas de las películas mediocres que hay allí.