Cannes 2016: «Café Society», de Woody Allen
Más elegante y, si se quiere, refinada que sus últimas películas, pero también con pocos momentos realmente divertidos, CAFE SOCIETY, de Woody Allen, abrió la muestra de Cannes –fuera de competencia– demostrando que con un buen elenco y un director de fotografía que deja sus propias marcas como Vittorio Storaro sus películas pueden tomar un […]
Más elegante y, si se quiere, refinada que sus últimas películas, pero también con pocos momentos realmente divertidos, CAFE SOCIETY, de Woody Allen, abrió la muestra de Cannes –fuera de competencia– demostrando que con un buen elenco y un director de fotografía que deja sus propias marcas como Vittorio Storaro sus películas pueden tomar un cariz ligeramente diferente. No tanto como para no ser de inmediato reconocibles, pero lo suficiente como para generar otro tono.
Publicaré una crítica más larga cuando la película se estrene en la Argentina –el tiempo no da aquí para hacerle justicia a sus detalles–, pero en principio lo que diferencia a la película es su época y escenario (Los Angeles, la década del ’30) y un look que hace recordar al de EL AVIADOR, de Martin Scorsese, con su repaso por la época de oro de Hollywood en tono glamoroso. En una similar vena, aunque unas décadas después, la película de los hermanos Coen SALVE, CESAR! conseguía mejores resultados.
Jesse Eisenberg –luego de sobrevivir a Batman y a Superman– es Bobby Dorfman, un joven judío de Brooklyn a quien le consiguen trabajo en lo de un tío (Steve Carell), poderoso agente de Hollywood. Este tío de nombre Phil tiene una asistente, Vonnie (Kristen Stewart), quien se encarga del recien llegado a la Meca del Cine. Obviamente Bobby cae rendido a sus pies, pero su tío también tiene lo suyo con la chica –a pesar de estar casado– lo que plantea el conflicto principal de la película, conflicto que lleva a Bobby a tomar algunas decisiones fuertes respecto a su carrera y a su vida.
La película no se sale de los líneamientos tradicionales del cine de Allen –el triángulo amoroso, los textos sobre el amor y la pasión, y hasta una voz en off que parece ser del propio director– aunque tiene menos bromas directas y un tono algo más clásico y romántico. La neurosis de Bobby (Eisenberg es un actor más que adecuado para hacer de alter-ego de Woody) no está tan explotada a nivel histriónico como en otras películas del autor, pero sí su romanticismo y sus penas del corazón.
La que vuelve a demostrar otra vez que está pasando por la mejor etapa de su carrera es Stewart, la que se convierte en el verdadero punto fuerte de la película, junto al trabajo en digital de Storaro, en la primera vez que Allen explora el formato. CAFE SOCIETY, por su elenco y tono, funcionará un poco mejor que las últimas películas del neoyorquino de BLUE JASMINE en adelante (MAGIA A LA LUZ DE LA LUNA y UN HOMBRE IRRACIONAL), pero no hará gran cosa por cambiar lo que cada uno piensa de su obra reciente. Estarán los que siguen siendo fanáticos de todo lo que haga y los que creemos que sus mejores películas ya pertenecen a la historia del cine y difícilmente eso vaya ya a cambiar.
Que bueno empezar a leer tu cobertura de Cannes. Todos los años es un encuentro olbigado en las mañanas ir viendo que paso en el festival.
Pregunta, este año vuelven a hacer el promedio de criticas con TLC?
Gracias y un poco te envidio todos los años a esta altura
Gracias.
Sí, está en http://www.todaslascriticas.com.ar/cannes2016
abrazo
d