Cannes 2016: «The Last Face», de Sean Penn

Cannes 2016: «The Last Face», de Sean Penn

por - Críticas
21 May, 2016 08:55 | Sin comentarios

A veces festivales como el de Berlín nos entregan películas cuya supuesta corrección política, sus causas nobles y justas y sus temas humanitarios se justifican como material para la competencia internacional. Pero de todas las películas ineptas vistas en años en la Berlinale ninguna se asemeja al papelón público que representa, y en Cannes, THE LAST […]

The-Last-Face-620x457A veces festivales como el de Berlín nos entregan películas cuya supuesta corrección política, sus causas nobles y justas y sus temas humanitarios se justifican como material para la competencia internacional. Pero de todas las películas ineptas vistas en años en la Berlinale ninguna se asemeja al papelón público que representa, y en Cannes, THE LAST FACE, la película dirigida por Sean Penn y protagonizada por Charlize Theron y Javier Bardem como dos doctores que trabajan en una suerte de Médicos Sin Fronteras en una de las zonas más peligrosas de Africa.

Ya de entrada, en el tono y en los textos que se muestran en los créditos y en la voz en off de ella se adivina que esto no viene nada bien. La película se centra en una serie de idas y vueltas románticas que ambos tienen a lo largo de más de una década en la que se ocupan de varios casos urgentes en situaciones de conflicto, curando niños y adultos, sacándolos de zonas de peligro y así. Pero más allá de alguna escena intensa de violencia, la película está tan teñida por el impresentable romance y peleas entre ellos que el caos africano casi pasa a segundo plano, lo mismo que reconocidos actores como Jean Reno y Adele Exarchopoulos que no hacen más que pasar a saludar, llorar y decir dos frases hechas.

the-last-faceEn medio de la sangre, los huesos rotos, las operaciones abiertas y la violencia en primer plano somos testigos del drama amoroso de estas siempre carilindas y físicamente robustas estrellas. Pero lo que más impresiona son los diálogos de drama romántico adolescente que tienen entre ellos. Ninguna de sus obras previas hacía prever que Penn podía caer tan bajo como para hacer esta berreta película que parece una publicidad para la Unicef o los propios Médicos Sin Fronteras, al punto de dejar a la obra como realizadora de Angelina Jolie en un nivel superlativo por comparación.

El uso del foco, las cámaras lentas, las voces en off poéticas y ciertos planos «pictóricos» hacen suponer que Penn estuvo estudiando la obra reciente de Terrence Malick, pero que no entendió demasiado bien cómo meterlas en la película por lo que aparecen forzadas en medio de un prototípico drama sobre dos nobles almas blancas tratando de salvar sufrientes niños africanos hasta ver que sus esfuerzos personales no alcanzan sin ayuda de dineros de autoridades. Sin poder cambiar demasiado las cosas, se dedican a hacerse ojitos, luego pelearse, reconciliarse y así.

De todas las imposibles frases que se dicen algunas pasarán a la historia de las risas involuntarias. Una la dice Jean Reno y es mejor dejarla como sorpresa. La otra es la definición que Theron hace del personaje sensible pero conquistador (¡qué original!) que encarna Bardem. «Es un hijo de la transición democrática española», lo define. Si algún lector de la Madre Patria sabe explicarme a qué se refiere con eso, agradeceré eternamente.