Estrenos: «Il Solengo», de Alessio Rigo de Righi y Matteo Zoppis
El primer mediometraje de esta dupla de realizadores italianos “exiliados” lo programé en el Festival de Roma cuando trabajaba alllí. BELVA NERA –así se llama– fue una de las sensaciones de ese festival, con sus leyendas acerca de la vida en una zona campestre pero no tan lejana a la capital (el área de Pratolungo) contadas por […]
El primer mediometraje de esta dupla de realizadores italianos “exiliados” lo programé en el Festival de Roma cuando trabajaba alllí. BELVA NERA –así se llama– fue una de las sensaciones de ese festival, con sus leyendas acerca de la vida en una zona campestre pero no tan lejana a la capital (el área de Pratolungo) contadas por un grupo de veteranos y ancianos del lugar. En ese caso, los «muchachos» hablaban de una misteriosa pantera negra que todos decían que circuló por allí pero nadie parece confirmar del todo su existencia.
En este largo, un similar grupo de veteranos inolvidables, extravagantes y entrañables recuentan la igual o aún más misteriosa vida de un hombre, Mario di Marcella, una leyenda del pueblo, que aparentemente tuvo una vida familiar, por así decirlo, truculenta. Lo cierto es que este hombre está desaparecido del mapa (nadie lo ve nunca, quizás es un ermitaño, de ahí el título del filme que es una referencia también a un tipo de animal) y lo que escuchamos son las historias que se cuentan de su vida y su personalidad agresiva, cruel, misantrópica, pero supuestamente justificada por sus difíciles experiencias de vida.
Este grupo de amigos se reúne para hablar de uno de los habitantes que no está, pero al hacerlo también revela una forma de vida que sigue existiendo, y de manera muy presente, en la Italia profunda, la que no sale en los programas de televisión de la RAI ni en las películas más comerciales que llegan de ese país. Más allá de los personajes o misterios que rodean sus películas lo que los romanos Rigo de Righi (que vive aquí en Buenos Aires) y Zoppis (habitante de Berlín) retratan, finalmente, es un estilo de vida que parece quedado en el tiempo y que se basa en códigos –historias, anécdotas, mitos, leyendas, acompañadas por vasos de buen vino– que quedaron fuera de las redes sociales y la comunicación virtual. Un tiempo que es actual pero que por momentos parece medieval…
Leo tu crítica y veo que es un elogio del contenido, pero ¿que hay para decir acerca de la forma? ¿cuales son los méritos de la puesta en escena del filme, más alla de lo pintoresco del lugar y los personajes? Cuando aparecen este tipo de documentales, los crítcos, con demasiada frecuencia, se deslumbran por los personajes, pero se olvidan de analizar lo esencial de toda película: La puesta en escena.
En cierto modo tenés razón. Es probable que no haya tenido el tiempo suficiente para escribir la crítica como la película se lo merece, entre viajes, festivaales y miles de estrenos. De todos modos es una película cuya forma o puesta en escena no es particularmente un elemento central, sigue un formato de entrevistas bastante clásico en algunas partes. Lo interesante es el clima que se genera, el misterio en torno a esta figura y la composición de ese lugar.
Slds
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