Estrenos: «Just Jim», de Craig Roberts
Una película de «crecimiento», las ya célebres coming of age recibe un tratamiento que bordea lo fantástico en JUST JIM, la película británica dirigida y protagonizada por Craig Roberts quien encarna una versión algo similar al que hizo en la película de Richard Ayoade, SUBMARINO: un nerd, un geek, un clásico perdedor de escuela secundaria que no […]
Una película de «crecimiento», las ya célebres coming of age recibe un tratamiento que bordea lo fantástico en JUST JIM, la película británica dirigida y protagonizada por Craig Roberts quien encarna una versión algo similar al que hizo en la película de Richard Ayoade, SUBMARINO: un nerd, un geek, un clásico perdedor de escuela secundaria que no tiene amigos, los otros chicos maltratan y las chicas ignoran. En el caso de Jim hasta sus padres lo ignoran, de tan apagado y apático que es.
Esta serie de secuencias ocupan casi la mitad de la película, pero en un momento todo empieza a cambiar con la llegada de Dean (Emile Hirsch), un norteamericano que se muda de un día para el otro y solo a la casa de al lado de la de Jim. Como su nombre parece indicarlo, Dean parece sacado de una película de los ’50, un muchacho que se las sabe todas y que toma de alumno/rehén a Jim, quien empieza a ver cómo gracias a su nuevo y canchero amigo las cosas en la escuela empiezan a funcionarle mejor. Pero no todo es tan simple como parece porque los métodos de Dean no son del todo convencionales. Y su convincente intensidad puede ser efectiva pero es muy peligrosa.
Utilizando recursos visuales llamativos (cortes bruscos, zooms impensados, una desorientación permanente entre lo que es real y lo que tal vez no lo sea), Craig Roberts se maneja en un género que está a mitad de camino entre la clásica historia humana y amargamente cómica del nerd que logra vengarse de quienes lo torturaban y un relato fantástico más cercano, digamos, al de un DONNIE DARKO, aunque no tan demencial.
El choque entre esa primera parte, si se quiere, más naturalista y la segunda más jugada en el terreno del género (entre el suspenso, el terror y lo fantástico) no está del todo bien manejado, acaso por la inexperiencia del jovencísimo Roberts (tiene 25 años) como director. Pero aún con su desorganización y el caos narrativo de su tercer acto, JUST JIM se suma más que dignamente al subgénero de historias de adolescentes tratando de atravesar las zonas más complicadas de su existencia.