Series: crítica de «Twin Peaks: The Return» (Final)
Un final angustiante y misterioso dio cierre a la extraordinaria temporada (o regreso) de la serie creada, coescrita y dirigida por David Lynch. Un episodio doble que, como acostumbra suceder con la obra del realizador de «Terciopelo azul», dejará asuntos a debatir por largo tiempo.
SPOILERS DE ACA EN ADELANTE!
Los que miraban TWIN PEAKS solían dividirse en dos bandos: los que la disfrutaban por su pura construcción poética, audiovisual, sus conceptos, tiempos y formas cinematográficas y los que trataban incansablemente de atar todos los cabos narrativos de su historia. Tiene sentido. El propio David Lynch ha jugado siempre este doble juego: el de imponer una «forma» que engulle lo que podría considerarse la trama (en realidad es la que la hace, finalmente, trascendente) pero a la vez lanzar madejas de hilos narrativos que solo pueden desenrollarse tras semanas de esfuerzo. O, a veces, nunca se logran desentrañar.
El final de TWIN PEAKS: THE RETURN aportó, en un episodio doble, algo para cada uno de esos fans. Los nostálgicos que esperaban el regreso del Agente Cooper a Twin Peaks, Washington («el estado, no la ciudad») tuvieron casi todas sus respuestas en la primera media hora del Episodio 17. No es que todas las tramas ni las narrativas se cerraron, pero promediando el capítulo uno tenía la sensación que la necesidad de atar cabos había vencido y ahí aparecía nuestro superhéroe británico de guante verde predestinado a usarlo en el momento justo, nuestro mejores personajes restaurando algo parecido al orden en el pueblo y una suerte de calma con la supuesta desaparición de «Bob».
Bien podría haber concluido todo ahí, pero de golpe Cooper empieza a ver todo desde afuera y, como si fuera un espectador más (nosotros) su rostro se refleja en la pantalla, mirándolo todo como una suerte de función teatral, de puesta en escena que lo incluye a él mismo. Esa separación/ruptura es impactante. Si bien Lynch ha usado mucho en su carrera estructuras oníricas, no recuerdo una escena de esas características tan evidentes. Es como si la «cuarta pared» se rompiera y la serie se observara a sí misma proceder. Hasta la propia despedida de Coop («See you at the curtain call») es una frase usada en teatro y que significa «te veo cuando cae el telón» o, metafóricamente «te veo después de la función».
Si una cierta idea de Bien parecía haber triunfado entonces lo que sucede de ahí en adelante vuelve a torcer las fuerzas hacia el otro lado. Cooper viaja a ver a ese tetera gigante en la que se ha transformado Phillip Jeffries (la ironía David Bowie/Tin Machine está a la vista) y logra volver al pasado, rescatar a Laura Palmer de su destino inicial –su cadáver no está más ahí, en escenas que corresponden a la serie original– sacándola del lugar y la situación previa a su asesinato –esas escenas son de FIRE WALK WITH ME, la película/precuela–, pero cuando se la está llevando del lugar Laura se esfuma, desaparece. Y, con eso, la sensación de misión cumplida queda en suspenso.
El Episodio 18 es el clásico relato lynchiano de identidades disociadas, de dobles, de estructuras que se repiten alteradas y tiempos que no se corresponden con la lógica. Su escape con la verdadera Diane (la de pelo rojo y no su «tulpa» de pelo blanco) llevan a Cooper a atravesar una especie de portal que lo deja en una suerte de línea de tiempo paralela. Si bien los espectadores de cine de ciencia ficción y superhéroes están más que acostumbrados a este tipo de recursos se les hace difícil entenderlo en el caso de Lynch porque él jamás los explica ni los anuncia. Nos damos cuenta por pistas, por detalles. Aquí, empieza por la carta de despedida de Diane a Coop firmada como de Linda para Richard («two birds with one stone»). Ya no estamos en el mismo plano que antes (narrativo, existencial, lo que sea) y es posible que hasta Cooper no se acá un agente del FBI sino un tal Richard que, buscando a una tal Laura Palmer, se encuentre con una señora llamada Carrie que luce exactamente como ella y está encarnada por la misma actriz. De hecho, su enfrentamiento de western en un bar con tres agresores que toquetean a una camarera puede ser de justicia por mano propia. Tal vez no haya más una ley que lo ampare, pero lo que cuenta allí –en el entramado mayor de la serie– es su actitud.
El encuentro no tiene las características de lo esperado. Carrie no se reconoce en Laura y no lo reconoce a él, pero su destino en este timeline paralelo al que Cooper quizás la llevó es bastante similar. Tiene un cadáver en su living (seguramente el de un agresor al que abatió, esta vez sí pudiendo defenderse por sí misma) y la necesidad de escaparse de ahí. No entiende para qué la quiere este hombre de traje pero acepta el viaje. Lynch allí hace otra de las suyas, acaso una de las más disimuladamente geniales de la serie: cuando todos esperan que uno y otro conversen, que Cooper quiera saber de su vida o, al menos, que ambos arriben a Twin Peaks, el hombre los deja literalmente callados durante más de cinco minutos en un auto que se interna en un negro cada vez más profundo, una suerte de vortex maligno.
No creo que nadie tenga del todo claro el final (los invito a dar sus opiniones en los comentarios), pero mi interpretación es la siguiente. En esa línea de tiempo paralela los Palmer no existen y los dueños de la casa son y fueron otros –si bien los nombres usados responden a un personaje de la serie original y algunos objetos de la casa también provienen de allí–, lo cual lleva a Cooper a preguntarse en qué año está cuando la alteración parece ser otra. Y la versión 2.0 de Laura (o de esta mujer que no es Laura) tampoco parece reconocer nada hasta que algo sucede que la hace temblar y lanzar su ya clásico grito. ¿Será que de alguna manera sintió su relación con el lugar y con lo que sucedió? Yo prefiero pensar que no es necesariamente así, que Laura/Carrie reconoce que esa casa está habitada por ese mismo horror (pedofilia, violencia de género, violaciones, femicidios) y su grito es uno de desesperación ya que es un horror que ella, en la versión que elijan, ha atravesado y muchas mujeres siguen atravesando en un presente continuo.
Para Cooper es la imposibilidad de ponerle una suerte de «fin» a ese Mal que viene persiguiendo desde siempre. Su esfuerzo en volver en el tiempo y salvar a Laura puede haber surtido efecto en ese momento preciso pero no es capaz de frenar un ciclo de violencia que –Judy o no Judy, Bob o no Bob– existe desde siempre. La angustia del final de TWIN PEAKS es esa, la desesperante idea de que este intachable hombre, o cualquiera que trate de torcer ese ciclo de violencia, va siempre a llegar tarde a algún lado. Su existencia es necesaria, claro, pero la persecución es eterna, imposible, como la de El Eternauta en sus viajes por el tiempo. En ese balance de fuerzas entre el Bien y el Mal del universo lynchiano el Mal siempre corre con ventaja y la intención de restaurar un orden es valiosa pero la mayoría de las veces no alcanza. Sin embargo, parece cerrar Lynch en esta inimitable, extraordinaria serie, hay que seguir intentándolo.
Los invito a dejar sus interpretaciones de la serie y de su final en los comments.
Es posible que todo lo que escriba pueda dejar de pensarlo un segundo después de apretar «enviar comentario».
Creo que hay un quiebre cuando Cooper ve a Naido. A partir de ese momento en que la registra empieza otro plano, es cuando aparece el plano de la cara de Cooper superpuesto. Lo que empezamos a ver es parte de la representación mental de alguien,una forma de sueño, porque escapa a las lógicas de la realidad: lugares que cambian de forma, personas que se llaman de otra manera o cosas que están en un lugar y tienen una forma y luego ya no. Esto escapa a la lógica de la realidad, incluso a la realidad de Twin Peaks en la que una señora habla con su marido que está en un leño o hay un portal en el bosque que te lleva a una habitación roja.
A partir de ese momento, bueno, antes también, dudaría de todo. No estaría tan seguro de que Naido sea Diane, por ejemplo.
Es claro que Cooper se confunde con Richard y Diane con Linda ¿pero eso en qué plano es? Porque es propio de los sueños o de estados mentales que van más allá de la conciencia el mezclar lugares, objetos y personas. Algo parecido a esto nos venía pasando con Billy y escenas del RR o Roadhouse, donde aparecían personajes que habían muerto como Renault o entre plano y plano los extras cambiaban de lugar. Por otro lado, Cooper, más allá de actitudes, de él y de Diane-Linda, nunca deja de percibirse a sí mismo como Cooper, hasta en la última escena se presenta como «Dale Cooper».
Por último, ese «en qué año estamos», el grito de «Laura» -que se escucha al final que es el de Sarah cuando la quiere despertar a Laura para desayunar en el capítulo 1 de la temporada 1- y el grito de Carrie-Laura, quizas sea una ruptura de esa realidad alterna, de ese estado onírico. O quizás no.
Después, para mí, hay otros quiebres, el entrar al cuarto del hotel o el km. 430 lo/s lleva a otro plano a su vez.
Por su puesto que prefiero pensar en esto que dice Borges en Jardín de senderos que se bifurcan «El jardín de los senderos que se bifurcan es una imágen incompleta, pero no falsa, del universo tal como lo concebía Ts’ui Pên. A diferencia de Newton y de Schopenhauer, su antepasado no creía en un tiempo uniforme, absoluto. Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas la posibilidades. No existimos en la mayoría de esos tiempos; en algunos existe usted y no yo; en otros, yo, no usted; en otros, los dos. En éste, que un favorable azar me depara, usted ha llegado a mi casa; en otro, usted, al atravezar el jardín, me ha encontrado muerto; en otro, yo digo estas mismas palabras, pero soy un error, un fantasma», en lugar de pensar que con ese grito de Sarah Laura se depierta para tomar la leche después de haber tenido una pesadilla y que todos vivieron adentro de su sueño.
No había pensado específicamente en este texto pero sí pensé en lo «borgeano» que me resultaba todo el asunto, como un tono general, ligado también a los personajes siendo soñados tal vez. Sería interesante saber si Lynch o Mark Frost leyeron a Borges. Apostaría que sí.
* Por supuesto…
Probablemente vea de nuevo las primeras 2 temporadas, la película y está tercera temporada, no para «entender», si no para disfrutarlas de nuevo. Sigo pensando que esta 3ra temporada va a dejar una marca, un hito en la televisión y la ficción misma. Creo que la importancia de este evento (más de ficción que televisivo) todavía no nos deja tener la mente del todo clara con respecto a lo que vimos: tenemos que dejar pasar el tiempo para «digerirlo» todo. La sensación que me deja el final es que no se puede volver el tiempo atrás, que lo que ocurrió en el pasado se puede «cambiar» pero no se puede modificar la escencia de lo que ocurrió. Laura Palmer tuvo ese destino, sea en Twin Peaks o en Odessa. Y que el bueno de Cooper siempre (eternamente quizás) combatirá el mal, y es esa pelea eterna la que lo define, no tanto el resultado clásico que deja un «ganador» y un «perdedor». Somos privilegiados al haber visto esta serie, nunca habrá nada igual. Como futbolero que soy, la emparento con algunos jugadores como Riquelme: quizás haya habido mejores jugadores que él, pero un jugador con las características de Riquelme no existió ni existirá, sólo él fue Riquelme. Saludos!
Creo que estamos en un loop infinito, la serie y todas sus partes: película, missing pieces y las dos primeras temporadas de los 90, y nosotros como espectadores. Sin duda nos vemos obligados a re-visitar y a ver de nuevo las partes que componen este universo, pero creo que es inútil llegar a una conclusión clara. Es esto precisamente lo que hace fascinante a esta obra. Para mí, nunca vimos al verdadero Cooper que tanto hemos extrañado, debe haber miles de Cooper que han salido del Blacklodge con el fin de encontrar a Laura Palmer, quizá esta versión más reciente de Cooper lo haya logrado…
Me quedo con las sensaciones. Volver a ver a esos personajes tantos años despues, de la 1ra vez por el canal 9 de Romay a la actualidad. Poder verlo con mi hijo de 14 años, ver sus caras cuando no entendia nada, hermoso!!! Explicarle que no todo es tan lineal ni tan explicado como en la mayoria de las peliculas de hoys, que hay otras cosas para ver, que solo debe dejarse llevar y despues buscar una explicacion. Ojala el sr Lynch viva 50 años mas y nos deje mas joyitas.
Lo que yo entiendo ocurrió en el final:
Richard y Carrie visitan la que deberia ser la casa de los Palmer, pero no reconocen a los dueños de la casa, los dos se alejan, confundidos. Cooper se pregunta en que año están -repito COOPER, no Richard- y esto provoca que Laura -NO Carrie- reconozca donde está, que le hicieron, y hasta tal vez que está pasando (el grito es una reaccion a este torrente de información, el recuerdo de la violencia recibida inundando su mente, llenandola de terror). Se corta la luz en la casa (otra vez estos seres jodiendo con la electricidad!) y tanto Coop como Laura regresan al Black Lodge.
Aclaracion: Coop vuelve a ser Coop cuando en vez de rendirse intenta resolver el misterio, y Laura regresa a la normalidad** al ser expuesta nuevamente a la violencia. Es como si ellos solo pudieran regresar/despertar luego de volver a sus caracteristicas mas basicas: El Agente Especial Dale Cooper, y la victima Laura Palmer.
El capitulo NO TERMINA EN LA CALLE, termina en el Black Lodge, con Laura suspirando en el oido de un sorprendido Coop, mientras pasan los titulos. Esa escena es CRUCIAL; y no es la primera vez que una escena importante ocurre durante los titulos (recuerden a Big Ed bajandose la latita, por ejemplo).
Que paso? Coop y Laura fueron atrapados nuevamente por «el mal» (o tal vez nunca se liberaron). Coop va a nuevamente escapar del BL, va a volver a ser Dougie Jones, se va a volver a despertar, etc, etc, etc.
Coop está es un loop, sus victorias estan condenadas a ser pasajeras. No veo como sería posible escapar.
A menos, por supuesto, que Lynch tenga un as en la manga, y se venga la temporada 4, o la secuela de la precuela! TWIN PEAKS EPISODE I THE PHANTOM DOUGIE!
**PONELE, es normal para Twin Peaks.
Genial.
Esta es una muy buena lectura del final, la recomiendo.
http://www.waggish.org/2017/twin-peaks-finale/
Y otra cosa que me parece una genialidad: los últimos dos capítulos están sincronizados. ¡¡¡Es una bestialidad lo que hizo!!!
A estas alturas, David Lynch no es un realizador de series. Es un artista extraordinario que elabora perfomances profundas y complejas que muy pocos podemos poner en valor.
Hoy es más fácil la serie de trama deducible, tradicional con personajes convencionales y estructura predecible.
No cualquiera filma sueños y pesadillas de la forma perfecta como la que él las elabora y desarrolla. Dalí los pintó. Lynch los dirige y filma (y traslada los propios, como en la escena de Roma, tomando un café con Monica Bellucci) como nadie jamás lo hará.
Voto cien mil veces a Lynch. Primero en la lista, por siempre.
Para mí, luego de Kubrick, Lynch es uno de los mejores. Y un dato más: no hace falta que fallezca para que pase a la historia. Ya es parte de ella hace rato.