Estrenos: críticas de «Barrefondo», de Jorge Leandro Colás y «Réquiem para un film olvidado», de Ernesto Baca
Se estrenan en el Gaumont estos dos títulos nacionales que pasaron recientemente por el Festival de Mar del Plata. Un thriller sobre un limpiador de piletas que se mete en problemas con delincuentes y un filme autobiográfico/experimental del realizador de «Cabeza de palo».
BARREFONDO, de Jorge Leandro Colás
El director de muy buenos documentales como LOS PIBES y PARADOR RETIRO se mueve hacia la ficción en este filme que adapta la novela policial homónima de Félix Bruzzone. La trama se centra en Tavo (Nahuel Viale), un joven que trabaja limpiando piletas en un country del Gran Buenos Aires, siempre un poco necesitado de dinero y sutil pero continuamente humillado por los dueños de las casas en las que trabaja. A Tavo las cosas se le complican cuando un grupo de delincuentes prácticamente lo pone entre la espada y la pared para que funcione “avisando” qué casas (y cuándo) están vacías para que este grupo pueda entrar a robarlas. Tavo lo hace a regañadientes pero luego empieza a disfrutar de sus nuevos ingresos económicos, aunque su mujer sospecha de él. El problema, claro, es que la policía no tarda en ver un “patrón” sistemático en los robos y empiezan a perseguirlo, poniéndolo en otra situación igualmente complicada en el que se devela un sistema de corrupción generalizado.
Con un muy buen elenco que incluye, además, a María Soldi, Sergio Boris, Adrián Fondari, Claudio Da Passano y Osqui Guzmán, el filme no logra sin embargo crear la tensión necesaria que promete su interesante premisa. Más allá de los esfuerzos actorales o ciertos apuntes sociales del guión, nunca parece crearse del todo la atmósfera y el clima de suspenso que necesita la historia para funcionar, como si la apuesta estuviera más virada a describir lo que pasa alrededor del policial que en el policial en sí. En ese sentido, y acaso revelando su pasado como documentalista, la película mejora cuando analiza el funcionamiento clasista del sistema, pero falla cuando fuerza ciertas situaciones narrativas de una manera poco creíble.
Gaumont, a las 14.45 y 21.40.
REQUIEM PARA UN FILM OLVIDADO, de Ernesto Baca
El realizador de CABEZA DE PALO sigue experimentado con los materiales cinematográficos (el Súper 8, especialmente) en este nuevo collage estético que funciona mucho mejor en su apartado visual que en el narrativo. En plan autobiográfico, Baca cuenta y muestra pedazos de su historia mientras analiza la situación del cine actual (tomando como eje algunos conceptos de “La sociedad del espectáculo”, de Guy Debord), en especial a partir de la pérdida del celuloide y la mercantilización de ese arte, solo preocupado en generar productos comerciales pero, según el realizador, desatendiendo motivaciones artísticas.
Lo mejor del filme está en su faceta visual, ya que Baca hace un muy buen uso, en plan collage experimental, de los materiales propios o de otros con los que cuenta, especialmente algunos autobiográficos. Donde la película falla es en lo narrativo. La permanente voz en off del director termina achatando los sentidos de un filme que funcionaría mucho mejor sin tanta didáctica narración, ya que resulta contradictoria con el carácter abierto y creativo de su propia factura. Es como si las palabras de Baca cerraran o sellaran muchos de los sentidos que su propia película abre a partir del uso de sus materiales.
Gaumont, a las 13.30 y 20.20.