Online: crítica de «The Brink», de Alison Klayman

Online: crítica de «The Brink», de Alison Klayman

por - cine, Críticas, Streaming
13 Jul, 2019 11:12 | Sin comentarios

Este film sigue a Stephen K. Bannon, uno de los ideólogos que llevó al poder a Donald Trump, a través de una gira por Europa en la que intenta armar una coalición de partidos de extrema derecha. Un documental inquetante sobre un personaje peligroso y un futuro que se avizora complicado.

Donald Trump puede ser una persona fundamental en la política contemporánea, pero admitamos que se trata de un ser humano torpe, ridículo y peligroso. La gente tiende a burlarse de él como si no fuera del todo conciente de los peligros –presentes y reales, además de futuros– que representa. Pero siempre está más cerca de la burla: por sus comentarios, sus errores protocolares, su impericia, su familia, sus opiniones políticas. Pero creer que todo el fenómeno del «populismo conservador» (o «conservadurismo populista») que lo llevo al poder es solo una broma de mal gusto que no tiene sustento ni puede durar es un poco naive. Como se ve en THE BRINK, una película que se mueve alrededor del mundo que rodea, ideológicamente, a Trump, existe un delirante pero creciente sustento ideológico para esta movida de la sociedad hacia la extrema derecha.

El protagonista del film de la directora de AI WEI WEI: NEVER SORRY es Stephen K. Bannon, a quien sigue a lo largo de un poco más de un año después de que es despedido de la Casa Blanca. Para los que aquí –o en Latinoamérica– no lo conocen, Bannon es una suerte de ideólogo de Trump. Tampoco hablamos de un intelectual hecho y derecho sino de un conductor radial que tiene un discurso bastante más armado que el del presidente a la hora de presentar las mismas y reaccionarias batallas: culpar de todo a los inmigrantes (eje central), decir que su expulsión generará más trabajo en las clases populares, ponerse en contra de «las corporaciones liberales manejadas por judíos» (George Soros es su enemigo público número 1) y pelear por algo así como un regreso a la tradición de ciertos países que creen recordar que existió un momento (los ’50, digamos) donde las cosas estaban bien cuando queda claro (racismo, misoginia, una mar de prohibiciones) que para muchos no era así. El eje del «Make America Great Again» siempre estuvo en el «Again».

Lo fascinante y hasta preocupante de THE BRINK es ver a Bannon, que fue jefe de campaña de Trump y se arroga el derecho de decir que fue gracias a él que Donald fue electo, tomar de buenas maneras el despido de la Casa Blanca (que vino a partir de una serie de comentarios racistas y leaks de declaraciones que dio para un libro contra Trump) y seguir decidido a «expandir la palabra» de esto que llama «populismo conservador» a través del mundo. Alison lo sigue, camera verite style, en su gira por Europa, donde trata de armar una coalición de partidos de derecha con los pro-Brexit británicos, Marine Le Pen en Francia, suecos, húngaros, polacos, italianos, belgas y otros que llevará variaciones de esta misma ideología (y las formas de volverlas más accesibles y tolerables por cierto electorado) a ese continente. Fenómeno que está creciendo a pasos agigantados y que tiene a Bannon como un referente.

La directora deja que Bannon se defienda y se pise solo. Hay momentos en los que se explaya ideológicamente, otros en los que queda al desnudo las limitaciones de su discurso y unas pocas en las que Alison lo confronta. No vi el documental de Erroll Morris sobre este mismo sujeto, aunque lo imagino formalmente muy distinto. THE BRINK es un documental liberal que intenta mostrar las debilidades y fragilidades de Bannon y de su discurso y que sus espectadores naturales seguramente aplaudirán. Pero Bannon no es estúpido y sabe dejar su marca ideológica en varios momentos. Espectadores, si se quiere, neutrales, pueden comprar muchos de sus incendiarios discursos nativistas.

Bannon tiene otra arma secreta. Como Trump y muchos otros antes, es de creer que no existe la mala publicidad, que toda publicidad termina siendo buena. Y es por eso que se presta a estos cineastas que vienen a confrontarlo. Porque sabe que tiene algunos elementos para no ser humillado ni demolido ideológicamente (no demasiados, pero se las arregla bastante mejor que los políticos a los que sostiene) y, cuando lo es, se presenta como víctima de la izquierda progresista liberal y la fake media. Suerte de Durán Barba extremo de la política norteamericana (y ahora europea), Bannon es un personaje fascinante para entender el peligroso lugar hacia donde puede ir, ideológicamente, el mundo en los próximos años.