
Estrenos: crítica de “Joker”, de Todd Phillips
Impactante y muy distinta a casi todo el cine reciente de superhéroes, la ganadora del León de Oro del Festival de Venecia retoma los temas y el imaginario de clásicas películas de Martin Scorsese para hacer una nueva exploración sobre las distintas formas de la agresión y la locura. Con una actuación descomunal de Joaquin Phoenix en lo que es prácticamente un angustiante y maniaco unipersonal.
Quizás JOKER no se parezca a ninguna otra película de superhéroes pero sí se parece a muchas otras. Un crítico norteamericano imaginaba un futuro en el que se hicieran remakes de todas las películas convencionales que conocemos pero protagonizadas por superhéroes. Y el concepto era tan espeluznante como posible. Si bien ya está bastante instalado el concepto de que cada superhéroe se acerca a un género específico (comedia, thriller, western, policial, etc.), en general existe un punto determinado en el que todas esas películas vuelven a ser sobre su propio y particular subgénero. Hasta LOGAN, acaso la experiencia más radical en esto de escaparse de lo previsible en el tema hasta llegar a este JOKER, no abandonaba del todo el fantástico. Phillips, en cambio, se libera casi por completo cualquier conexión con el subgénero. Pero no necesariamente en pos de la originalidad sino para tener, en otro lado, una base firme sobre la que sostener su andamiaje.
JOKER es, de manera evidente, una relectura del cine clásico de Martín Scorsese, fundamentalmente de películas como EL REY DE LA COMEDIA y TAXI DRIVER, de quienes toma el tipo de personaje, la trama principal y las secundarias, su mítico actor y hasta el universo y paisaje visual. Todo eso que está en JOKER y que llama la atención a muchos espectadores, puede ser llamativo o inesperado al estar aplicado a un personaje de cómics, pero no lo es para cualquiera que haya visto esos clásicos. De hecho, es tan fuerte y clara su influencia que Scorsese debería cobrar algún tipo de derecho de autor. No es cita, referencia ni homenaje. Por momentos es facsímil. Imitación.

Aquí es donde el asunto se enreda. Pese a todo lo dicho antes, JOKER es una película por momentos apasionante, brutal, cruda y espeluznante. Los motivos están a la vista. Por un lado el film en sí es cinematográficamente muy potente y, más allá de algunas torpezas de puesta en escena (el formato “ante la duda, música y cámara lenta” aparece varias veces para resolver problemas y crear climas), Phillips toma al espectador del cuello y se lo lleva a la rastra. Por otro, la actuación de Joaquin Phoenix en un rol para el que parece haber nacido, es conmovedora y brutal. Y por último, el tema quizás más inasible e interesante de todos los que propone de JOKER: su inquietante y ambigua lectura política, algo que también traían aquellos films de Scorsese.
JOKER es una “origin story” como tantas del género y, en ese sentido, puede ser comparable a las decenas que vimos en el mundo de los superhéroes y sus villanos. Solo que al salir de este costado específico del universo DC, el de Batman, que en general trabaja personajes sin superpoderes más allá sus enrevesadas psiquis, la historia se presta mucho más para ser contada en un contexto realista. Cuando arranca la película y un personaje dice, en broma, que en Gotham (o Ciudad Gótica, cómo le decíamos décadas atrás) hay una plaga de super ratas que sólo puede ser combatida con súper ratones, es lo más cercano a un guiño al género. Acá no hay ningún súper nada. Más bien al contrario. Es un submundo de subhumanos que poco y nada pueden hacer para escapar del infierno. Batman todavía no ha llegado y no hay quien pueda ayudarnos. Ni parece haber a quién ayudar.

Gotham es la Nueva York de fines de los ‘70 y principios de los ‘80, la que vimos en las películas antes citadas o en la actual serie THE DEUCE, antes de que se transformara en un parque de diversiones de sí misma. La misma mugre, peligro y depresión. Los mismos personajes a punto de estallar por el caos que los circunda y por su propia inestabilidad mental. Arthur Fleck, antes de querer llamarse “Joker”, podría haber usado el nombre de Travis Bickle o Rupert Pumpkin, los antiheroicos protagonistas de TAXI DRIVER y EL REY DE LA COMEDIA. Es ese tipo de personaje que lleva su tortura a cuestas y que se siente negado y ninguneado por casi todos.
En el caso de Arthur, los frentes son varios. Están sus colegas que trabajan como payasos callejeros y se burlan de él, la gente en la calle que lo ignora o agrede, las autoridades que no lo atienden o lo echan a patadas, los presentadores de televisión que se mofan de su falta de talento (Arthur es un aspirante a stand up comedian que no hace reír a nadie), las mujeres que no le prestan atención alguna. Y así. Los severos problemas psicológicos de “Happy” (el sobrenombre que le puso la madre, la única que parece quererlo) hacen combustión enfrentados al agresivo mundo real. Y el tipo es una bomba de tiempo, capaz de explotar en cualquier momento y ante cualquier situación.
Hay un aspecto de Arthur que es particularmente problemático. Por algún motivo que conoceremos más adelante, el hombre tiene una extraña “condición” que lo hace reírse en los momentos más inapropiados, generalmente ante una situación incómoda o que lo enerva. Esa risa salvaje, que puede ser llanto o las dos cosas a la vez, genera un igualmente incontrolable fastidio o furia en quienes lo escuchan. Y ese suele ser el metafórico disparador de muchos de sus tensos encuentros con casi todo el mundo. Es un freak literal: lleva su extravagancia en la cara.

Uno de los mayores méritos del film es evitar el clásico conflicto central con un villano (o un héroe, en este caso), lo que suele ser el gran problema de estas historias originarias. Fleck tiene varios problemas alrededor y es la suma de todos la que va haciendo aumentar su locura exponencialmente. Los ligados a su pasado familiar, un encuentro violento en un tren subterráneo y su conflictiva relación de amor-odio con un famoso conductor de televisión (Robert De Niro, protagonista de los clásicos de Scorsese aquí revisitados pero en el rol que ahora hace Phoenix) corren en paralelo en un mundo en el que no hay ningún enemigo específico porque todos lo son.
Al hacernos “entender” solo la patología y los problemas de Fleck (los demás, para el espectador, son malos porque sí), el film nos pone de su lado. Y ahí es donde JOKER entra en esa zona problemática en la que también entraban los films de Scorsese que cita. ¿Es audaz, peligroso y problemático poner al espectador, especialmente algunos de los que ven este tipo de films, en la cabeza de un demente que, sin quererlo, podría hasta liderar una revolución de los desposeídos y marginados del sistema a punta de pistola?
Phillips sigue la lógica del cine que homenajea: cada quien ve lo que quiere ver. Algunos sentirán que es una defensa de los oprimidos y ninguneados por el sistema y el poder político/económico, otros lo verán como una crítica a cierto brutal empoderamiento de esos hombres blancos que sienten que pierden su lugar en el mundo (una revolución más bien reaccionaría, con Joker como una suerte de Trump liderando a los “deplorables”), algunos se centrarán en la locura y la falta de un sistema de salud que proteja a las personas con problemas, otros en la facilidad con la que cualquiera puede conseguir y usar armas. Y así. Phillips no juzga ni dice cómo interpretar lo que vemos. Y esa libertad de acción puede ser considerada bienvenida pero también una forma de no jugarse ni tomar partido.

En medio de todo eso está el elemento humano, el que nos hace sentir todas estas ideas en el cuerpo. La película no sería más que una tesis universitaria sobre cómo transformar películas clásicas en films de superhéroes de no ser por la actuación abrumadora de Phoenix. Todos sabíamos que lo podía hacer pero, de todos modos, nos sorprende ya que no solo lleva sus heridas emocionales en el rostro sino que en todo el cuerpo. Es una especie de solo de danza, un ballet unipersonal trágico y violento en el que un hombre se dobla y contorsiona tratando de esquivar el dolor, liberar la furia y soltar amarras de una vez por todas del mundo real. Y es conmovedor y repulsivo a la vez, un psicótico de actitudes repudiables con el que no podemos evitar, por momentos, sentirnos identificados. Y esa es la incomodidad central de la película. La que la hace fascinante y complicada.
Este Joker no es un “agente del caos” como lo era el de Heath Ledger en THE DARK KNIGHT. O al menos no lo es en forma consciente. No puede ser líder de nada ni posee cualidades de mando, ni siquiera de sus propias y extemporáneas reacciones. Es un tipo con un severo daño psicológico que siente que el mundo le debe un reconocimiento que claramente no merece. ¿Qué se hace con gente como Fleck? Es algo para lo que ni el cine ni la sociedad (especialmente la estadounidense) parecen tener respuestas. En un mundo sin héroes, los villanos son lo más parecido que existe a los rebeldes. Esto dicho como la propia película: ni a favor ni en contra, sino todo lo contrario.
Buena crítica, está interesante, larga, pero entretenida, aunque repites mucho que se parece a los filmes de Scorsese, El rey de la comedia y Taxi driver y luce como una muletilla más que explicaciones. Lo de qué debe hacer el sistema -gringo sobre todo, con tanto tiroteo y loco suelto- con los perdedores que sienten que se les debe un reconocimiento, bueno, en un mundo donde los exitosos o los llamados mejores no siempre son realmente los más talentosos sino los que se la buscan y lo intentan con más perseverancia y fijación yo diría que su deseo es natural (ojalá el mundo fuera justo y premiara a los más talentosos, aunque también suena justo que quien más lo busque -honestamente- más merezca), pero la cosa es la violencia, lo ilegal, lo terrorista (que se lee también a menudo en el cómic). Una cosa es querer algo que quizá no estás del todo apto para llenar los zapatos y otra dejarse ir como un psicópata. Buena lectura, la sumo a la de la política de izquierda y otras más igual de interesantes, de eso trata el cine y la critica, de entretener y también de hacer pensar. Espero en especial ésta película, me encanta el personaje y lo que leo de ello.
Atte.
Mario Salazar
Sría interesante de ver a psear de… Menudo trancazo el de PARASITE (otra galardonada) que sí toma partido, y lo hace con la demagogia más brutal y subrayada… muy estilo Relatos Salvajes) Si la última de Bong tiene vía libre con los críticos, me le animo al Joker de Phillips.Total, el único que no me ha decepcionado este año es el que la mayoría critica: Quentin.
Sería interesante de ver a pesar de… Menudo trancazo el de PARASITE (otra galardonada) que sí toma partido, y lo hace con la demagogia más brutal y subrayada… muy estilo Relatos Salvajes. Si la última de Bong tiene vía libre con los críticos, me le animo al Joker de Phillips.Total, el único que no me ha decepcionado este año es el que la mayoría critica: Quentin.
Para mi tranquilamente el Joker de Ledger podria ser una secuela de éste pq se demuestra una escalada de violencia en el personaje pero también en su autoestima. Pasa de sentirse invisible a ver su máscara (o retrato) en las calles de Gótica
Mirando la peli tuve la rara sensación de estar visitando lugares conocidos. Sí, es la Nueva York de Scorsese: esa es la lógica de que esté De Niro como un espejo que atrasa. Está así quien antes era como Joker hoy.
Brillante. Maravillosa. Valiente.
Tiene incluso puentes hacia la realidad argentina actual (perdón por la obviedad).
Y sí, Joker tiene razón: conociendo su historia, está bien que sea así.
Es durísima, por eso es imprescindible verla.
Reproduzco parcialmente comentario que hice en el portal «otros cines»
ATENCIÓN: LEER ESTE COMENTARIO DESPUÉS DE VER LA PELÍCULA
Antes de ver la película me preguntaba qué tiene de diferente este joker/guasón de los anteriores, si la actuación de Joaquín Phoenix era mejor o no que la de Jack Nicholson y si esta película de Todd Phillips es una obra maestra.
En principio es una película diferente a las anteriores porque todo gira alrededor de la personalidad del joker/guasón con una historia que está ambientada en la década de 1970 en New York
En la primera mitad la historia se centra en la enfermedad del protagonista, la particular relación que tiene con su madre y en el entrono violento que hace que lo lleva a ser un asesino serial.
A diferencia de películas anteriores la estruendosa risa del joker/guasón es presentada como un mandato materno que le impone casi la obligación de reírse y hacer reír. De allí su vocación de convertirse en cómico de stand up, mientras sobrevive como payaso callejero o en hospitales como si fuera Patch Adams, aunque claro está que hay una desgraciada historia personal tras su máscara.
Aunque la película está muy bien filmada y la actuación de Joaquín Phoenix es realmente excelente hay problemas que tiene el guión que son importantes y se notan las costuras en la segunda mitad del film cuando el protagonista descubre su verdadera historia personal donde fue cruelmente engañado por su madre y a partir de allí asistimos a una escalada de crímenes sangrientos.
Hay una suerte de regodeo del director con la violencia y demasiados subrayados sobre las causas porque en una sociedad como la norteamericana que se pretende retratar no hace falta sufrir tanto como el protagonista para convertirse en violento y criminal.
Así, la película pierde verosimilitud y se torna distante para el espectador en esta segunda mitad.
En síntesis, por su irregularidad está lejos de ser una obra maestra y la calificación de buena depende en gran medida de la actuación de Joaquín Phoenix.
Salí del cine convencido que disfruté más del joker/guasón de Jack Nicholson (6/10)
Es interesante la crítica pero leí más la palabra Scorsese que en la crítica de alguna propia película de él. Creo que la búsqueda no se puede reducir a decir que es una imitación cuando eso un personaje con más de 50 años y con muchísimas historias de dónde sacar influencias.
Incluso la productora de Scorsese, Emma Tillinger Koskoxf, laburo en este proyecto así que seguramente estuvo de alguna manera involucrado
Otra cosa el título de la crítica menciona la soledad y en la nota no hay ni mención de eso. Se te ocurrió después?
Saludos la radio está muy buena