Estrenos online: crítica de «Bernarda es la patria», de Diego Schipani (Cine.ar)

Estrenos online: crítica de «Bernarda es la patria», de Diego Schipani (Cine.ar)

Este documental centrado en la vida y obra de Willy Lemos, parte de la preparación de una renovada versión de «La casa de Bernarda Alba» para hurgar en el pasado del under porteño.

Por Vera Czemerinski

BERNARDA ES LA PATRIA, la película dirigida por Diego Schipani, coescrita y coproducida junto a Albertina Carri, se mueve entre dos puntas de la historia para crear un arco de tiempo con el que acercarse tanto a los orígenes de un movimiento expresivo, como a su presente inmediato, desandando hacia atrás lo que hoy se ve en deconstrucción, pero que lleva un larguísimo recorrido. BERNARDA… es una foto posible de ese proceso.

En una de sus dos líneas narrativas, la que se mete en el arcón de la historia, la película vuelve a los orígenes de aquel movimiento burbujeante y en esencia clandestino: la perfo y el teatro under. Un movimiento surgido tan a contramano como la identidad y sexualidad de quienes le dieron forma, los que le pusieron cuerpo y alma hasta llenarlo y llenarse de poesía transversal. Algunos ya no están y dejaron su leyenda. Otros, por suerte, aún laten y se dejan retratar. Aquel movimiento parece hoy una precuela del comienzo oficial de la historia del teatro independiente, fijada con spray y brillantina en las sagradas escrituras del Parakultural.

Es que la expresión travesti ya se colaba de antes y aquello era mucho más que una búsqueda artística; era también un modo de vida inevitable, una necesidad de autoafirmación pese a cualquier cosa. El documental cruza documentos de época con los recuerdos y anécdotas de su protagonista, el gran Willy Lemos, y va engordando en 3D lo que pudo haber sido ese tiempo. Para quienes lo transitaron, es una invitación a revivir y recordar vivamente el aroma que se respiraba entonces. Para los más jóvenes, una experiencia de visita que con algo de suerte amplíe la mirada del presente.

Hoy, esos payasos y diosas trans reviven en un proceso de puesta en escena de «La casa de Bernarda Alba». Y no por estilizadxs pierden vitalidad. El documental muestra la preparación de una versión de la obra de Federico García Lorca y realiza el recorrido junto al núcleo duro de aquel semillero teatral: allí están los mismos pobladores del Parakultural –Fernando Noy, Verónica Llinás– junto a algunos de los herederos actuales de aquella gesta, como el director Ariel Farace o los actores Carlos Defeo, Iván Moschner y Lalo Rotavería, entre otrxs. Quienes montan hoy «Bernarda Alba» saben que sólo tiene sentido revisitar el clásico cruzándolo con la actualidad y se adentran en la búsqueda de una Bernarda Alba (casi) enteramente interpretada por hombres. Ese «casi» le imprime un cierto margen de ambigüedad del que la película también está hecha: la puesta en escena no está terminada –de hecho, parece estar recién en sus comienzos–, pero se trata de acompañar ese mientras tanto.

La voz y el cuerpo de Lemos y de los personajes de la futura puesta en escena lucen igual de atravesados y casi tan poetizados como entonces. Aunque, gracias a los años y al trabajo personal, el dolor haya sido elaborado y tenga una forma menos punzante. Al menos en el caso de Willy, quién se encarga de abrir ciertos detalles de su vida, a la que él mismo no distingue de su obra. Esta pata del relato –la que deja ver «la vida real» del intérprete y no su proceso de búsqueda artística– muestra la honestidad travesti en su mejor versión, dicha como si nada, en medio de la vida cotidiana, durante una sesión de maquillaje de transformación hacia el personaje. A la franqueza travesti no hay con qué darle, sus cuerpos encarnan todas las tragedias posibles y para eso lo único que queda es la aceptación.

Entremezclando tiempos y comprendiendo la naturaleza de quienes retrata, la película parece coincidir en que la vida tendría poco sentido si al entrar en un garage o taller mecánico se asistiera sólo a un lugar donde se arreglan coches. Hacedores y retratados saben muy bien que aferrarse a la vida sin poesía es en vano y, en el galpón que alguna vez fue Cemento, sin importar el paisaje, Lemos y Noy buscan actuación entre los autos, disolviendo el tiempo en la mirada intensa de un ojo maquillado y con pestañas postizas.

Aquellos seres que vemos hoy, y los que recordamos de entonces, son la quintaesencia de un movimiento que luego tomó mil diversas formas: el teatro en la ciudad. A esto también hace referencia BERNARDA ES LA PATRIA, situándose en un espacio tan anacrónico como actual: el Margarita Xirgu que, con su bellísima arquitectura clásica, recibe hoy esta versión de «Bernarda Alba» en el igualmente vigente y demodé barrio de San Telmo en el que ocurrieron y siguen ocurriendo estos hechos. Si Lorca se enterara a todo esto, sería el primero en asistir a esa fiesta.


Estreno en Cine.ar Tv jueves 9 y sábado 11 de julio, 22 hs. Desde el 10 hasta el 17 de julio gratis en CINE.AR PLAY y desde el 23/7 (8 semanas) en CINE.AR PLAY ($30)