Series: crítica de «Upload – Temporada 1», de Greg Daniels (Amazon Prime)

Series: crítica de «Upload – Temporada 1», de Greg Daniels (Amazon Prime)

La nueva serie del creador de la versión estadounidense «The Office» y «Parks and Recreation» mezcla comedia romántica, suspenso y ciencia ficción para contar una historia de amor entre una mujer viva y un hombre que falleció y «existe» en un paraíso virtual.

Alguien con la carrera y la reputación de Greg Daniels, responsable de la versión estadounidense de THE OFFICE (que empezó siendo parecida a la original británica pero luego se convirtió en otra cosa muy distinta) y PARKS AND RECREATION, ya tiene ganado un lugar en el Olimpo de los guionistas televisivos. Si a eso se le suma sus temporadas previas como uno de los guionistas de SATURDAY NIGHT LIVE y LOS SIMPSONS, entre otras series, es claro que tiene ganado un lugar en el Salón de la Fama del gremio, llegado el caso que eso exista. Ahora bien, después de esa cadena de Grandes Exitos, sus proyectos no han funcionado demasiado bien. Varias series no pasaron de ser un proyecto o un piloto y la única que logró superar la primera temporada, PEOPLE ON EARTH, no logró un éxito crítico ni de público remotamente similar al de sus anteriores trabajos.

Este año Daniels reapareció no con una sino con dos series. SPACE FORCE, en Netflix y UPLOAD, en Amazon Prime. La primera, protagonizada por Steve Carell, tuvo una flojísima repercusión crítica y aún no se ha confirmado su segunda temporada. UPLOAD, en tanto, logró atravesar un tanto mejor esa frontera: mejores críticas, mejor recepción general y una segunda temporada confirmada. Si bien no ha llegado a los niveles ni a las alturas de los «clásicos» de Daniels, también es importante recordar que ni THE OFFICE ni PARKS AND RECREATION arrancaron demasiado bien. Se fueron, por decirlo de algún modo, encontrando a sí mismas mientras avanzaban las temporadas y en ambos casos registraron sus mejores momentos en la tercera o cuarta.

UPLOAD es una serie que podría definirse como promisoria. Fallida, con problemas, con algunos incómodos giros tonales y un par de actuaciones y subtramas que no están a la altura, pero mucho más consistente que la muy mediocre SPACE FORCE. Más que nada, se trata de una serie que logra construir un universo y una efectiva dupla protagónica, lo cual le da «cuerda» para pensar mejorar a futuro. Uno puede terminar los diez episodios de la primera temporada de UPLOAD pensando que es una oportunidad de algún modo desaprovechada, pero a la vez seguramente le interesará saber hasta dónde pueden explorar los conceptos que la organizan.

La serie tiene una premisa interesante. Corre el año 2033 (hay un póster posiblemente profético que muestra que en 2024 Kamala Harris fue vice con… Oprah Winfrey como presidente) y en el mundo ya se ha instalado un sistema que permite conservar la conciencia de las personas que mueren y «subirlas» (de ahí el UPLOAD del título) a una especie de paraíso virtual en el que esas mentes son «instaladas» en cuerpos digitales. Eso permite que los muertos sigan teniendo una especie de vida después de la muerte, conectándose no solo entre ellos sino también –vía un sistema de Realidad Virtual– con los vivos, quienes también pueden «visitarlos» allí.

Nathan (Robbie Amell) es un veinteañero que se dedica a hacer programas de este tipo y que está trabajando en uno que sería gratuito y abierto para todo el mundo. Pero un día, misteriosamente, andando en un coche automático que supuestamente nunca choca, tiene un accidente y muere. La serie ahí dividirá su atención en varios asuntos paralelos y lo hará, también, usando varios tonos. El principal es una especie de triángulo romántico entre Nathan, su novia millonaria y narcisista de la vida real, Ingrid (Allegra Edwards) y Nora (Andy Allo), el «ángel» que lo atiende en su vida virtual y de la que se enamora pese a estar en dos planos de existencia separados.

El descubrimiento de las nuevas posibilidades del lujoso mundo virtual al que accede gracias al dinero de su novia, las «personas» que conoce ahí y las idas y vueltas de su relación romántica se mezclarán con lo que empieza a ser una investigación sobre su llamativa muerte. A Nora le llama la atención que parte de su memoria se haya perdido en el «upload» en cuestión y eso dispara la intriga. Nathan no sabe qué pudo haber pasado (no recuerda casi nada de su trabajo) pero claramente algo raro sucedió allí. Y quizás su novia puede haber estado involucrada.

Daniels maneja este cúmulo de situaciones apostando más que nada por un tono de comedia, que se vuelve romántica cuando Nathan empieza a descubrirse enamorado de Nora, redescubriéndose a sí mismo después de la muerte. El problema es que Ingrid paga por su lujoso after life y salir de ahí le implicaría separarse de Nora. Hay, además, otro problema, uno que abre las puertas al tema quizás más interesante que trabaja UPLOAD. Los distintos «paraísos» posibles están en función de la capacidad económica de los clientes. Y la familia de Nathan tiene poquísimos recursos, algo que también le sucede a Nora, cuyo padre tampoco podría tener acceso a esa posvida premium, que tampoco está muy convencido de desear. Y el eje socioeconómico será una parte importante del drama y de ese futuro.

UPLOAD plantea bien ese tipo de diferencias entre corporaciones que ofrecen accesos lujosos (no solo en lo que respecta al «paraíso» sino en la vida normal circa 2033) y los que deben rebuscárselas con opciones más baratas. Fuera de los ámbitos exclusivos, la vida en los centros urbanos se ha vuelto complicada y peligrosa, marcando una gran diferencia entre los que tienen dinero y los que no. Daniels ha logrado también permiso (o eso supongo) de muchas marcas actuales reales, lo que le ha permitido combinarlas en el futuro ofreciendo productos que resultan graciosos hoy. Verizon es Horizen, AT&T es AT&TT, pero Facebook, Instagram y Google siguen existiendo de distintos modos.

La relación entre Nathan y Nora recuerda un poco a la de Jim y Pam en THE OFFICE: es la típica pareja simpática que uno sabe de entrada que son el uno para el otro pero que, por diversas circunstancias, no pueden unirse como quisieran. Acá, además de que él tiene novia (en la otra serie era ella) está ese asuntito de que él está muerto y ella continúa viva. Como sucedía en aquella comedia, ese es el corazón emocional de la serie y el que la hace funcionar. El universo construido a su alrededor permite algunos momentos graciosos, pero varios personajes secundarios –como sucedía también en THE OFFICE, convengamos– están definidos de maneras muy limitadas: un niño obsesionado por el sexo, un «ángel» ineficiente, una madre tacaña y así. Da la sensación de que faltan ideas ahí.

El universo que podríamos definir de «lucha de clases» en 2033 se presenta, como dije antes, de un modo interesante y creativo (las comedias estadounidenses no suelen tratar mucho estos temas), pero su desarrollo dramático es un tanto menos efectivo. Es simpático y hasta inteligente poner en discusión el poder de las corporaciones para jugar con las vidas de las personas en el futuro (en el «paraíso» en el que está Nathan hay niveles muy distintos según el paquete comprado y por casi todo lo demás hay que pagar extra… y ni hablar del temible Plan de 2GB), pero también es bueno saber cómo mover esas piezas para que esa crítica social sea efectiva. Algo que la serie no hace del todo bien todavía.

Con sus vaivenes, entonces, la primera temporada de UPLOAD logra mantenerse a flote lo suficiente como para dejar al espectador con ganas de saber más acerca de los personajes, sus relaciones y el mundo en el que habitan. Da la sensación que todavía habría que ajustar algunos asuntos (o, en términos de la propia serie, darle un upgrade) para que acomode un poco mejor sus distintas y por momentos mutualmente excluyentes aristas, pero hay algo acá que permite pensar que puede haber UPLOAD para rato. Si la realidad lo permite, claro está…