Estrenos online: reseña de «Bird Island», de Maya Kosa y Sergio da Costa (Mubi)

Estrenos online: reseña de «Bird Island», de Maya Kosa y Sergio da Costa (Mubi)

Este film, que mezcla ficción y documental, relata las experiencias de un joven con algunos problemas que entra a trabajar a un centro de atención y cuidado de pájaros ubicado en Suiza. Estreno mundial en la plataforma Mubi.

Esta mezcla de documental con ficción es un relato acerca de las experiencias de un joven que empieza a trabajar en un pequeño centro de atención a pájaros y entabla relación con los que viven y se dedican a eso hace años. El protagonista, Antonin, es el aparente elemento de ficción que se agrega a los demás, que se interpretan a sí mismos. El otro es la voz en off, a modo de relato de sus experiencias en el lugar. En un tono neutro, de claras reminiscencias «bressonianas», Antonin va contando sus experiencias en el lugar y hablando de sus colegas en el trabajo.

A partir de ese relato en el que Antonin cuenta también su «propia» historia previa, BIRD ISLAND modifica el tono de lo que, de otro modo, sería un más tradicional documental sobre este pequeño y devoto grupo de personas que se dedica al cuidado de todo tipo de pájaros en este remoto paraje. Si bien por momentos el film se acerca al costado film de denuncia ecologista, las experiencias narradas por el protagonista le dan a la película un carácter más personal y reflexivo.

La película va creciendo en tanto las experiencias de Antonin (Antonin Ivanidze) en el lugar, y con la gente dedicada y obsesiva que trabaja allí, van alterando su experiencia y su forma de ver el mundo. Como los pájaros dañados que son tratados en el lugar, el hombre que tiene además problemas de salud, encuentra allí algo así como un santuario. Con sus problemas y complicaciones (su trabajo en el lugar consiste en criar ratones para que luego sean alimento de esas mismas aves, con todo lo que ellos implica), pero santuario al fin. Breve, amable pero amarga también, con alguna sorpresa dramática sobre el final, el filme suizo que pasó por Locarno, San Sebastián y otros festivales es uno de esos valiosos pequeños descubrimientos del cine de los últimos tiempos.