Festivales: crítica de «After the Crossing», de Joël Akafou (Olhar de Cinema)
Estrenada mundialmente en la Berlinale, este documental sigue las peripecias de un refugiado de Costa de Marfil que intenta cruzar de Italia a Francia. En el festival Olhar de Cinema (Curitiba, Brasil).
Estrenada mundialmente en el Forum de la Berlinale, a principios de este año, este documental presenta un punto de vista un tanto diferente a las historias sobre migraciones de Africa a Europa. Alejado del universo más dramático de las noticias televisivas y de los documentales que se centran en los usualmente dramáticos cruces de los refugiados de un continente a otro, AFTER THE CROSSING –como queda claro en la traducción al inglés del título francés original de la película, TRAVERSER— se centra en lo que sucede una vez que los protagonistas ya se han instalado en el viejo continente.
Inza viene de Costa de Marfil y ha llegado a Italia hace ya bastante tiempo, cruzando el Mediterráneo. De algún modo está instalado, viviendo con su novia y el hijo de ella. Pero el hombre quiere irse a Francia, que siempre fue su destino final elegido. Hacerlo no es sencillo –hay autoridades que seguramente complicarán su movilidad debido a su poco claro status de residencia– y debe encontrar la manera: por tren, a pie, como sea.
Pero AFTER THE CROSSING no es un retrato de esa aventura. La «travesía» funciona como el motor del film pero no es su centro. Es, más que nada, un retrato de Inza, un tipo inconstante, complejo, divertido pero sufrido que pasa buen tiempo con sus amigos –también inmigrantes y refugiados– en Italia, extraña a su familia en Costa de Marfil y emocionalmente es un tanto adolescente. «Puedo pasar como uno de 17 años», dice en un momento cuando trata de pensar cómo evitar ser detenido y metido en una cárcel de adultos. Físicamente es difícil saberlo. En otros aspectos, quizás sí.
Akafou no juzga las acciones de Inza sino que lo muestra bien de cerca (nadie parece dar cuenta de la presencia de la cámara) en sus momentos más íntimos. Tiene «una novia en cada puerto» y, en apariencia, a la que quiere realmente llegar es a una que vive en Francia. Sabe que tendrá que herir los sentimientos de su pareja oficial, pero parece dispuesto a hacerlo. Pero quizás no sea tan fácil. Es así que, mientras el Mundial de Fútbol 2018 se desarrolla y su querida Francia llega a la final, al hombre se le ocurre que quizás ese sea un buen momento para hacer el cruce, aprovechando las distracciones y los festejos. ¿Lo logrará?
Lo que más se aprecia en AFTER THE CROSSING son las diferencias que plantea con el relato convencional, piadoso y condescendiente, que muchas veces hacen muchos cineastas blancos europeos al retratar personas como Inza. Akafou, el director, también marfileño, no tiene la necesidad de contar su historia desde ese lugar y prefiere hacerlo de frente, mirando al personaje cara a cara y mostrándolo en sus luchas, sus sacrificios pero también en sus contradicciones. Y más allá de que el personaje en sí quizás no sea tan rico ni interesante como la película parece creer que es, la lógica de su realizador es irreprochable. Los problemas de los refugiados no se acaban con el cruce hacia la «Tierra Prometida». El camino a recorrer, a partir de ahí, sigue siendo largo y complicado.