Estrenos online: crítica de «Caerse de risa», de Matt Ratner (TNT)

Hace un par de décadas, películas como CAERSE DE RISA eran una alternativa agradable dentro del circuito cinematográfico convencional. Dicho de otro modo: estas películas se estrenaban en cines. Pero ya antes de la pandemia y de los cierres de salas, comedias amables y humanas pero pequeñas ya habían pasado a ingresar al mercado hogareño, vía canales de cable, plataformas de streaming u otros formatos caseros. En la época de las grandes superproducciones de Marvel y compañía, este cine hoy quedó relegado a las pantallas (no tan) pequeñas. Y se estrena en América Latina como parte del ciclo TNT Original el lunes 2 de noviembre a las 22.

Pero no por su destino hogareño son películas menores ni desprovistas de gracia. Cualquiera que disfrute del humor amable y apenas provocativo que propone Ratner (Matt, no confundir con el más famoso y controvertido Brett) se sentirá a gusto con esta historia centrada en la curiosa amistad que se desarrolla entre un comediante de stand up treintañero que regresa a su casa en Long Island tras fracasar en Hollywood y un particular dermatólogo que es una pequeña celebridad en la ciudad. Ayuda, claro, que los personajes estén interpretados por Ben Schwartz (el inolvidable Jean Ralphio de PARKS AND RECREATION) y el veterano Billy Crystal, en lo que termina siendo una clase de humor judío de la vieja escuela.

Scott (Schwartz) vuelve a vivir a la casa de sus padres y no sabe bien qué hacer con su vida. Su madre lo sobreprotege pero su serio padre (Kevin Dunn) y su muy ácida hermana (Grace Gummer) o bien se burlan de él o lo conminan a conseguir «un trabajo honesto». Una noche, en un bar, se topa con un curioso personaje. Se trata de Marty (Crystal), un veterano dermatólogo borrachín, consumidor de marihuana y un muy divertido e intenso compañero de aventuras. Pronto entablan una relación de amistad, de esas en las que se ayudarán mutuamente a atravesar sus problemas. O al menos eso es lo que esperan.

No todo saldrá redondo a partir de ahí. Scott tiene problemas románticos del pasado (una ex del pueblo con la que se reencuentra… pero casada) mientras que Marty disimula con su bonhomía una muy complicada historia familiar que viene de mucho tiempo atrás y sigue teniendo consecuencias en el presente. A su modo clásico, Marty será el padre comprensivo que Scott no encuentra en el suyo (que parece más entusiasmado con el novio de su hermana, un muy simpático personaje) y, viceversa, Scott será el hijo –o el compañero de aventuras y de angustia– al que Marty no puede acceder.

CAERSE DE RISA no se escapa del modelo tradicional de este tipo de relato cómico que va cobrando mayor peso dramático y emocional con el correr de los minutos. Ratner sabe administrar muy bien las escenas de humor y el carisma de los personajes hace el resto. Es evidente que entre ambos hay una gran química, superior aún a las que tienen con algunas mujeres con las que se cruzan en sus aventuras nocturnas (y diurnas también) por la ciudad. Y eso es central al éxito de la propuesta. Es claro que Marty tuvo una vida difícil de la que está tratando de salir –ruega por una segunda oportunidad– mientras que Scott todavía está empezando un camino personal y profesional que le permita crecer en ambos sentidos. Ambos saben, además, que más allá de todos los problemas que los rodean, pueden contar con el otro.