Estrenos online: crítica de «Después de todo», de Hannah Marks y Joey Power (TNT)

Estrenos online: crítica de «Después de todo», de Hannah Marks y Joey Power (TNT)

Este drama romántico se centra en una pareja de jóvenes que debe lidiar con una grave enfermedad, tema que la película trata con inusual cuidado e inteligencia. Se estrena el lunes 16 de noviembre a las 22 por TNT.

Se puede decir que DESPUES DE TODO pertenece –junto a BAJO LA MISMA ESTRELLA y YO, EL Y RAQUEL, entre otras– a un ciclo de películas recientes que podríamos definir como dramas románticos en los que las enfermedades (cáncer, en todos los casos) tienen un papel central. Tomando en cuenta que todas ellas son películas centradas en adolescentes o, como en este caso, jóvenes de veintipocos, es claro que no lidian con temas fáciles de tratar. Y menos de hacerlo con sutileza, sin pasarse de rosca con los golpes bajos. Ese es uno de los grandes logros de este film de la dupla Marks & Power. Y tiene que ver también con la propia estructura del relato.

En DESPUES DE TODO, la enfermedad no es algo que aparece en un punto de la trama para desestabilizarlo todo. Más bien sucede lo inverso. Elliot (Jeremy Allen White, de la serie SHAMELESS) tiene 23 años, trabaja en un negocio de venta de sandwiches mientras planea lanzar una suerte de aplicación que funcionaría como terapeuta «que en lugar de 20 dólares por hora te cuesta solo 99 centavos al mes», explica. Mia (Maika Monroe, de IT FOLLOWS) tiene un aburrido trabajo de marketing de pasta dental y convive con dos algo pesadas roommates. Ambos se cruzan en el subte y Elliot –el más extrovertido de los dos– la reconoce por haber comprado alguna vez en su local y comienza a hablarle.

Nada sucede entonces pero, en paralelo, él descubre una molestia en la zona testicular que lo lleva a hacerse estudios. Y el día anterior a la primera cita con Mia, la doctora de Elliot (Marisa Tomei, siempre bienvenida aunque sea un breve papel) le confirma que tiene cáncer y que necesita tratamiento urgente. La cita, claro, pasa a tener otras características y, pese a lo que podría suponerse, Mia se adentra y compromete en la vida de Elliot. Al poco tiempo son una pareja perfecta enfrentando una situación difícil que incluye el tratamiento, fundamentalmente, pero también problemas laborales y personales de todo tipo. Y placeres también. De algún modo se podría decir que la enfermedad los unió y los hizo fuertes. Les dio un sentido a sus vidas.

En la segunda mitad, DESPUES DE TODO girará su eje narrativo hacia los problemas personales entre ambos y, curiosamente, allí se volverá mejor película. Su primera mitad tiene ese costado entre naive y amable que intenta hacer pasar una situación muy densa y dramática como una suerte de compilado de momentos en las vidas de ambos musicalizados como si fueran videoclips. Tratamientos, visitas a los padres, problemas en el trabajo, descargas emotivas, crisis, pasiones románticas. La película no parece saber salir del todo bien de la trampa de tratar de hacer pasar algo complicado como una experiencia de aprendizaje vital, un modelo de relato «inspiracional» muy común al cine de Hollywood.

Pero en un punto todo empieza a cambiar. Sin spoilear detalles lo que veremos es que Marks & Power empiezan a tomarse más en serio los problemas de la pareja y cómo los vaivenes de la enfermedad van generando incomodidades, molestias y cruces cada vez menos simpáticos. En esos momentos la película empieza a mostrar una mayor inteligencia respecto a las actitudes de dos personas que atraviesan momentos complicados y lleno de vaivenes emocionales en sus vidas. Desaparecen un poco los «clips» (que técnicamente se llaman «secuencias de montaje») y la relación se vuelve más tensa y complicada.

Dos muy buenos actores, un grupo de secundarios que no superan el estereotipo pero que afectan poco y nada al devenir de la historia, y una narración bastante ajustada y visualmente atractiva (la película transcurre en bares, restaurantes, casas y calles de Nueva York) hacen de DESPUES DE TODO una más que aceptable película sobre un tema difícil y una que, en mi opinión, sale bastante mejor parada de sus desafíos que otros relatos similares que tuvieron mayor éxito comercial. Al no apretar el acelerador emocional hasta llegar al golpe bajo, la película trabaja de manera más honesta y real los problemas de sus protagonistas, dos jóvenes que todavía no han llegado a los 25 pero ya han vivido, en unos pocos años, varias vidas juntas.