Clásicos online: crítica de «Habitación 666», de Wim Wenders (MUBI)

Clásicos online: crítica de «Habitación 666», de Wim Wenders (MUBI)

En este breve documental de 1982 varios reconocidos cineastas responden a un cuestionario armado por Wenders acerca del futuro del cine. Spielberg, Godard, Antonioni, Herzog y Fassbinder son algunos de los realizadores que responden a preguntas que son hoy igual de relevantes que entonces.

Las preguntas que Wim Wenders le plantea a sus entrevistados en este mediometraje documental de 1982 bien podrían haberse preguntado en 2020. Y las respuestas que dan muchos de ellos, también. Si bien la pregunta principal es bastante general y amplia (¿cómo ven el futuro del cine?), las demás van a temores que existían entonces y que siguen existiendo ahora. Este documental se filmó durante el Festival de Cannes 1982 y consistió, fundamentalmente, en convocar a muchos cineastas (algunos muy famosos, otros no tanto) a la HABITACION 666 del Hotel Martinez y sentarlos frente a una cámara con un cuestionario sobre el presente y el futuro del cine para luego editar sus respuestas.

La película se inicia con Jean-Luc Godard y bien podría terminar ahí (en YouTube está el clip solo con su intervención), ya que las respuestas del realizador suizo no solo son las más interesantes e inteligentes sino que también cubren casi todos los temas que se plantean aquí. El «contexto» que engloba a las preguntas y que Wenders plantea a los entrevistados es el siguiente. Según él, cada vez las películas se parecen más a las series de televisión en términos de fotografía, montaje y puesta en escena, y que es eso lo que hoy (en 1982) los espectadores esperan del cine. Si uno saca la estética del cuarto de hotel en el que está el entonces cuarentón Godard, sus respuestas (relacionando la TV a la aparición del menos «libre» cine sonoro) podrían ser idénticas en 2020.

Otro de los ejes del cuestionario tendrá que ver con la idea de que el cine cada vez se ocupa menos de la realidad y es más un cine sobre el cine mismo. Y, de nuevo, JLG dará en el clavo con su respuesta acerca del carácter «tranquilizador» de las historias que se cuentan en el cine y en la TV. El tercer análisis al que Godard responde tiene que ver con que los estudios norteamericanos hacen cada vez menos películas y más grandes, y que todas ellas apuntan a un púbico infantil (o infantilizado) que se contenta con ver siempre lo mismo o cosas muy parecidas entre sí. Por último hablará de la creciente cantidad de personas que prefieren ver cine en su casa (gracias a la entonces creciente presencia del VHS), algo que se sigue planteando de la misma manera en 2020 solo que ahora en relación a las plataformas de streaming.

Luego de Godard habrán respuestas más o menos interesantes, pero raramente elevarán la discusión de lo que ahí ya está planteado. Paul Morrissey, Robert Kramer, Werner Herzog (que se saca los zapatos sin motivo alguno), Monte Hellman, Michelangelo Antonioni, Rainer W. Fassbinder (poco antes de su muerte) y Steven Spielberg estarán entre la quincena de realizadores que aparecerán aquí. Herzog cree que la estética del cine sobrevivirá a poderío de video y la TV (y será profético a la hora de pensar lo que será internet), mientras que Spielberg, luego de hablar de presupuestos, dirá también algo interesante acerca del creciente deseo de los estudios de solo producir grandes éxitos (de 100 millones de dólares, je!) y abandonar las películas personales. Curiosamente, Antonioni, el más veterano de todos los entrevistados, es el más interesado en las posibilidades experimentales del video y no le teme tanto al futuro.

Una película pequeña, hecha en momentos libres durante un festival de cine a principios de los años ’80, termina resultando hoy no solo relevante sino anticipatoria. Aquella vez el cine sobrevivió –volviéndose más grande y generalista en cuanto a producción mainstream, televisivo en su estética, usando el video como soporte y multiplicando su consumo casero– y sería interesante pensar hoy una secuela para ROOM 666. Seguramente sería más interesante que las ficciones que viene haciendo Wenders hace ya un par de décadas.