Festivales: crítica de «Les sorcières de l’Orient», de Julien Faraut (Rotterdam)

Festivales: crítica de «Les sorcières de l’Orient», de Julien Faraut (Rotterdam)

por - cine, Críticas, Festivales, Online
04 Feb, 2021 06:05 | Sin comentarios

Este documental se centra en la particular historia y las hazañas deportivas del equipo de voleibol femenino de Japón de la década del ’60. En la competencia Big Screen del Festival de Rotterdam.

Vi LAS BRUJAS DE ORIENTE el mismo día que el presidente del Comité Olímpico japonés que prepara los juegos de este año hacía unas declaraciones un tanto misóginas. A sus 83 años, me imagino que Yoshiro Mori seguramente fue testigo de las hazañas del equipo japonés de voleyball en la década del ’60 con lo cual sus comentarios suenan aún más absurdos en el contexto de lo que se cuenta aquí. Este documental francés se centra en los logros de un muy particular equipo de voley que se transformó en un fenómeno popular en su país al obtener varios títulos internacionales y una larga serie de más de 250 partidos sin ser derrotados.

Faraut cuenta la historia del equipo arrancando en el presente, con una reunión de varias de las todavía muy juveniles septuagenarias (o quizás más) conversando y comiendo en una mesa. De ahí se irá a los inicios de la gesta narrando de una manera original, aunque algo caótica, la particular historia de estas chicas, que comenzaron como el equipo de voleibol de la fábrica textil Nichibo Kaizuka. Las deportistas arrancaban a trabajar a las 5.30 de la mañana, terminaban a las 16.30, entrenaban hasta la medianoche y dormían apenas unas horas para arrancar todo de nuevo al día siguiente. Sus éxitos hicieron que las «transformaran» en el equipo nacional japonés en las contiendas internacionales.

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Los grandes torneos deportivos en los que las chicas participaron –el Mundial de 1962 y los Juegos Olímpicos de 1964– están contados con mucho material documental mezclado con animé de la época, ya que la popularidad de las chicas era tal que hasta tenían dibujos animados dedicados a ellas. También el film se concentra en los severos y extremos métodos de su entrenador, Daimatsu, que llegaron a ser muy controvertidos, algo que el material de archivo deja más que en evidencia. Y otro tema central es el rol que estas chicas tuvieron en la reconstrucción de la imagen del Japón de posguerra.

Si bien THE WITCHES OF ORIENT (era el «apodo», hoy políticamente incorrecto, que le habían puesto los occidentales entonces) lamentablemente no se concentra demasiado en las vidas posteriores de las jugadoras –sería interesante saber detalles de los años que siguieron a la fama–, la historia que cuenta es apasionante, ya que no solo muestra las proezas de entrenamiento y competencia de las chicas sino la enorme repercusión pública que tuvieron en su país y, a partir de sus triunfos en grandes competencias, también internacionalmente. Sin olvidar que, salvo en los torneos importantes, las chicas siguieron trabajando en la fábrica.

El realizador de la también muy original JOHN MCENROE: IN THE REALM OF PERFECTION tiene una manera no del todo tradicional para acercarse a los documentales deportivos y logra que sus películas sean creativas y originales sin perder del todo el espíritu «de narración competitiva» que caracteriza a este tipo de relatos. Es así que las dos grandes finales del equipo son narradas con lujo de detalles, en especial la de los Juegos Olímpicos –que por primera vez en su historia tenían voley– mientras que la otra se relata combinando de manera muy divertida las imágenes del documental con las de un animé (Attack N°1, de Chikako Urano) dedicado a ellas.

Por momentos cierto espíritu irónico –o de querer escaparle a las emociones más prototípicas de este tipo de relatos– le juega un tanto en contra a Faraut, especialmente en los momentos más épicos que son musicalizados de una forma un tanto cómica, pero de todos modos LES SORCIERES DE L’ORIENT no deja de ser un homenaje a estas esforzadas chicas que se convirtieron no solo en un extraordinario equipo de voleibol sino en las representantes de un país en reconstrucción que, a principios de los años ’60, todavía estaba tratando de recuperarse de los horrores de la Segunda Guerra Mundial.