Estrenos online: crítica de «Aves del paraíso», de Sarah Adina Smith (Amazon Prime Video)
En una academia de danza parisina dos chicas compiten por un lugar en el cuerpo de baile de la Opera de París en este drama juvenil que combina elementos de «El cisne negro» y «Suspiria». Estreno de Amazon Prime Video.
Este drama sobre celos, tensiones y accidentes en una academia de danza es un mix para adolescentes de EL CISNE NEGRO y SUSPIRIA, una versión pop y un tanto liviana de esas clásicas películas pero con la suficiente inteligencia y creatividad como para no caer volteada bajo el peso de sus predecesoras. Es cierto que es un film que no puede hacerle frente a ninguna de las dos, pero tampoco lo intenta. Es, digamos, una forma de actualizarlas y de tornarlas accesibles a un espectador más acostumbrado a series juveniles.
Estamos en el conocido territorio de las llamadas Novelas para Jóvenes Adultos, que tanto material han dado al mercado audiovisual en los últimos años. En este caso el origen es algo llamado «Bright Burning Stars», de A.K. Small, novela que Smith, directora de BUSTER’S MAL HEART –disponible en Netflix– adapta priorizando más las tensiones entre los personajes y el complicado mundo de la danza que en la competencia que organiza la trama. Las protagonistas son dos, pero la que conduce de entrada el relato es Kate (Diana Silvers, de BOOKSMART), una chica estadounidense que llega a una prestigiosa escuela de danza parisina a la que entró con una beca. Tímida y asustada, en principio, ante sus compañeros –y sin hablar nada de francés–, la chica parece ir en camino a convertirse en una fácil víctima de los competitivos expertos que estudian allí.
La más intensa de todas ellas parece ser Marine (Kristine Froseth, de THE ASSISTANT), una chica de una familia (muy) acomodada económicamente que viene de superar el extraño suicidio de su hermano, también un joven bailarín. Todos allí pelean por un lugar en el cuerpo de danza de la Opéra de Paris, competencia que tendrá lugar en un par de meses. Pero tras unos iniciales desencuentros y burlones comentarios, y cuando todo parece indicar que Marine –que también es norteamericana– será la peor enemiga de Kate, las chicas se empiezan a hacer amigas cercanas. A tal punto que Marine le propone a Kate una suerte de pacto. Algo así como «ganamos las dos o ninguna». Lo curioso es que, en paralelo, muchas de las otras bailarinas que compiten con ellas empiezan a tener problemas, olvidos, accidentes y les suceden cosas raras.
A la vez que avanzan las prácticas hacia la competencia, AVES DEL PARAISO se mete –no muy a fondo, pero sí lo suficiente– en otro territorio igualmente peligroso: el del dinero, los donantes, los favores políticos y los «acomodos». La familia de Marine es la que dio la beca que ganó Kate, sin imaginarse que ella podía ser rival de su hija. Y en el medio están los profesores y jueces –entre los que se cuenta una Jacqueline Bisset no utilizada lo necesario– que pueden o no estar corrompidos por esos dineros y favores. Como si eso no fuera suficiente hay otros bailarines con sus propios asuntos, ocasionales parejas sexuales y hasta una mezcla de atracción y celos de parte de las dos extrañas amigas. Todo, claro, encaminado a explotar cerca o durante el concurso en cuestión.
Además de que la tensión entre las chicas –que tiene más giros y sorpresas de lo que parece en un principio– remeda al film de Darren Aronofsky, algunas pistas musicales conducen a pensar en la banda sonora de Goblin para el clásico de Darío Argento. Pero si bien la película nunca llega a meterse de lleno en el terror, sí posee algunas escenas de corte «surrealista» ligado a consumo de drogas, algo que también se muestra como una costumbre instalada entre los bailarines. Salvo por algunas escenas e ideas que no funcionan (toda la metafórica leyenda que da título al film, digamos), Smith se maneja en general con bastante eficiencia y elegancia dentro de este mundo, logrando a la vez que la película no pierda tensión gracias a las actuaciones de las jóvenes protagonistas y a algunas interesantes vueltas de tuerca de la trama. AVES DEL PARAISO, sin ser una gran película, tiene el mérito de estar por encima de las expectativas. Y eso, últimamente, casi nunca sucede.