Festivales: crítica de «Taming the Garden», de Salomé Jashi (FestiFreak)

Festivales: crítica de «Taming the Garden», de Salomé Jashi (FestiFreak)

Este sorprendente documental de observación se centra en cómo enormes árboles centenarios son arrancados de sus raíces por un grupo de operarios y llevados con destino misterioso en Georgia.

La imagen sorprende por lo rara y curiosa: un árbol enorme, montado en una especie de barcaza, atraviesa el mar. Alguien lo lleva, de un lado para otro. ¿Para qué? ¿Qué tipo de viaje es ese? ¿Qué se esconde por detrás de esa imagen peculiar? Fue eso lo que vio la realizadora georgiana Jashi y lo que le inspiró a hacer TAMING THE GARDEN, su documental que llega al #FestiFreak tras pasar por grandes eventos internacionales este año, como Sundance y Berlín, entre otros. No se trata de un documental de investigación si bien, en algún punto, lo es. Tampoco es uno de denuncia si bien, en algún punto, también lo es. Jashi prefiere observar lo que pasa en su país no solo con ese árbol sino con cientos de similar tamaño y cómo esa «circulación verde» afecta la vida de los habitantes.

La película va dando a entender de a poco cuál es su eje y qué se esconde detrás de esas cuadrillas de operarios que trabajan sin descanso para sacar árboles, en algunos casos, de raíz y llevarlos a otro lado. Son árboles centenarios, en algunos casos muy queridos por los habitantes de los pueblos en los que están, pero no hay mucho que se pueda hacer: estos trabajadores vienen con dinero para «desarraigarlos» y llevarlos a otro lado. Y por más que las gente los quiera y formen parte de sus vidas, se trata también de personas que necesitan plata y es difícil negarse a miles de «lari» cuando hay necesidad.

Pronto nos enteraremos quién está detrás de todo esto. Y si bien no se terminarán de definir o entender del todo los motivos –los pobladores tienen todo tipo de especulaciones–, quedará claro que está muy cerca de ser el capricho de alguien poderoso al que no le importa alterar la vida de la gente. Curiosamente, muchos habitantes no están en desacuerdo con el operativo ya que imaginan que esos árboles son sacados de circulación para abrir rutas, caminos que faciliten su acceso a la ciudad. Pero otros dudan de que ese sea el objetivo. Y no quieren saber nada con desprenderse de sus recursos naturales. El dinero, mientras tanto, gira alrededor.

TAMING THE GARDEN observará estos lugares, estos operativos, el trabajo de los «podadores» y las distintas reacciones de los habitantes al ver como esos enormes árboles son arrastrados de donde echaron raíces, montados en estructuras, trasladados por caminos y luego montados sobre plataformas que los hacen avanzar sobre el mar. No hay nada mágico ni misterioso en el operativo –se trata de algo concreto y con motores económicos y políticos–, pero quizás lo haya en las razones que motivan a hacerlo.

Sé que no es el tipo de película en la que haya que cuidarse de spoilers (no solo es un documental de observación sino que cualquiera puede googlear qué es lo que pasa acá y quién está detrás de todo esto), pero creo que lo mejor es acercarse al film de Jashi sin saber esos datos, dejándose llevar por la experiencia. Quizás, al verlo, tampoco les quede muy claro, pero ahí sí les recomiendo que averigüen más acerca de quién, cómo y porqué en términos, si se quiere, más periodísticos.

TAMING THE GARDEN no es eso, no quiere investigar ni denunciar de esa manera lineal. Pero lo hace, igual, solo con exhibir las sierras eléctricas derribando árboles añosos que dan las sombras más bellas, al mostrar cómo a la gente del lugar no le queda otra que mirar como sus literales raíces son levantadas frente a sus propios ojos y al cerrar con imágenes asombrosas del nuevo destino de estas gigantescas «criaturas» que dejan el espacio público para ser parte de un coto privado, de un paraíso individual.


EN CINES: MIÉRCOLES 6 DE OCTUBRE, A LAS 21 – SELECT (LA PLATA). DISPONIBLE ONLINE DEL 14 AL 16 DE OCTUBRE. MAS INFO, AQUI.