Estrenos online: crítica de «Tony Hawk: hasta que las ruedas aguanten», de Sam Jones (HBO Max)

Estrenos online: crítica de «Tony Hawk: hasta que las ruedas aguanten», de Sam Jones (HBO Max)

Este documental recorre la carrera deportiva y la vida personal del célebre skater, considerado el mejor de la historia en su especialidad. Estreno de HBO Max.

Aclaración apropiada: no sé nada de skateboarding y apenas conocía a Tony Hawk por ser el skater más famoso (no digo mejor, sino famoso) de la historia. Si bien tenemos casi la misma edad, nunca me interesé demasiado por la cultura skater más allá que la banda sonora del deporte, al menos en los ’80 y los ’90, tenía mucho en común con lo que escuchaba yo entonces en la época y ahora también (ver soundtrack abajo). No tengo nada en contra del skateboard, pero nunca me enganché ni me apasionó y claramente llegué tarde a su pico de popularidad a fines de los años ’90 y a la moda de los «deportes extremos».

Aclaro eso para que no esperen aquí un análisis técnico de los trucos y pruebas de los skaters ni si sobra o falta algo contar de la historia del deporte o de la vida de los involucrados. El documental producido por los hermanos Duplass cuenta la historia de Hawk de un modo cronológico, evitando los «trucos», sorpresas y secuencias de montaje de muchos de los films de su tipo recientes para ir directamente a su tema. Hoy parece raro que un documental de una plataforma de streaming no arranque con una especie de trailer de sí mismo sino que comience con una escena silenciosa de un hombre (Hawk) intentando un truco que no le sale, cayéndose y empezando otra vez.

Pero esa escena probará ser fundamental para entender a Hawk, un tipo que hizo su carrera a a partir de una metódica obsesión por hacer trucos que parecen imposibles en base al esfuerzo permanente y constante de probar una y otra y otra vez hasta sacarlos. Lo hacía de chico –cuando se hizo conocido–, lo seguía haciendo consagrado y lo sigue haciendo ahora, a los 53 años, pese a tener un cuerpo golpeadísimo que atravesó miles de caídas y roturas de todo tipo.

HASTA QUE LAS RUEDAS AGUANTEN empezará por sus inicios siendo el hijo más pequeño de una pareja de más de 40 –sus hermanos le llevan más de una década–, mencionará su intensidad infantil y su rápida devoción por el skate. De ahí irá avanzando –todo con material de la época más entrevistas actuales– hasta revisitar momentos clave de su carrera. En especial, su conexión con la llamada Bones Brigade y sus compañeros y rivales de entonces (y hasta hoy), célebres skaters como Duane Peters, Lance Mountain, Rodney Mullen, Steve Caballero y Christian Hosoi, entre otros de los que dan testimonio aquí.

El documental empezará contando lo difícil que le resultó triunfar (su look, su estilo y su padre como director de la asociación de skaters no lo ayudaban), su posterior éxito en los ’80 –local primero e internacional después gracias a los videos y descontroladas giras–, su abandono de las competencias, la caída en popularidad del deporte a principios de los ’90 y el regreso con todo en la segunda mitad de esa década, ESPN y giras por estadios mediante.

El documental también analizará cuestiones de su vida personal (matrimonio, hijos, problemas con el dinero, cierto descontrol en las buenas épocas y sufrimientos en las malas, etcétera) y tratará de entender cómo funciona la cabeza de este hombre que hoy es millonario (los contratos con empresas de videojuegos, especialmente, fueron su salvación económica) y que, con el cuerpo bastante destrozado, sigue subiéndose a su skateboard cuatro veces por semana y haciendo shows y peligrosas pruebas.

TONY HAWK es un sólido retrato de un tipo obsesivo, casi demente, a la hora de cumplir lo que se propone, que es vencer autogenerados desafíos. Lo suyo no son competencias por premios (eso dejó de hacerlo en los ’90) sino hacer cosas que muchos consideran imposibles, de las cuales inventó un centenar. La más conocida de todas ellas (el llamado «900») tiene un capítulo especial aquí, con excelente material de archivo.

Y si bien es un documental celebratorio y casi oficial, no le escapa a meterse en zonas grises, oscuras. No solo los malos momentos en la vida de Tony sino en entender los daños que se causa al seguir exponiendo su cuerpo de más de 50 años a golpes y más golpes. Hawk y sus colegas –que siguen haciendo lo mismo aún cuando algunos bordean los 60– reconocen que viven con enormes dolores que no les permiten siquiera dormir pero no pueden evitar ser absorbidos por esa suerte de adicción al skate. «Ya es demasiado tarde para nosotros», dice Lance Mountain. Y esta crónica de una obsesión tiene la inteligencia de entender que el camino del héroe puede ser extraordinario, pero que tiene unos costos enormes.