Festival de San Sebastián 2022: crítica de «La maternal», de Pilar Palomero (Competencia)
Lo nuevo de la directora de «Las niñas» se centra en una chica de 14 años que queda embarazada y es internada en una casa de acogida para madres adolescentes.
La directora de LAS NIÑAS se mueve al presente para contar una historia mucho más dura sobre una adolescente de problemática vida familiar que queda embarazada a los 14 años y –por eso y por su complicada relación con su madre–, es enviada a un instituto en el que viven otras chicas en similar situación a la suya. Se trata de una película sin respuestas fáciles, un áspero coming of age urbano que arranca de una manera un tanto brusca y agresiva para de a poco ir convirtiéndose en un más complejo retrato de una madre adolescente en crisis.
Cuando aparece en escena Carla (Carla Quílez) es algo así como la adolescente más irritante y fastidiosa posible. Por su rostro de niña (por su altura y rasgos parece de no más de doce años por momentos) puede parecer inocente, pero su actitud es bien de teenager conflictiva. Y apenas la vemos está colándose con un amigo en una casa de gente con dinero y destrozando todo a su paso, algo que claramente tendrá sus consecuencias.
Intensa, violenta, nerviosa, Carla tiene una muy difícil relación con su madre (Angela Cervantes, de las pocas actrices profesionales del elenco), quien la tuvo cuando era muy joven y tiene más ganas de seguir conociendo y saliendo con hombres que de ocuparse de su hija. Y la noticia de los destrozos y el embarazo terminará haciendo que los servicios sociales la separen de su hija y la envíen a la pequeña un centro de acogida de madres solteras.
Una vez allí Carla se topará con un grupo de chicas distintas a ella pero en similar situación, las que compartirán sus crudas historias familiares y las de sus respectivos embarazos. Pasará el tiempo y, ya convertida en madre, se dará cuenta que es algo para lo que no estaba para nada preparada. Y eso –un bebé que no para de llorar, la imposibilidad de salir o ser quien era tan solo unos meses atrás– la hará atravesar una serie de frustraciones, miedos y problemas de los que no será fácil salir.
LA MATERNAL marca un cambio de tono respecto a LAS NIÑAS. Es un film más seco, duro y urbano que abandona las clases medias (o medias bajas) por un universo mucho más popular y otro tipo de intensidad, más cercana a un cine social que bordea por momentos lo documental. El film, sin embargo, jamás deja de lado el punto de vista adolescente, el relato de crecimiento en el que se embarca desde el inicio y que acompaña la evolución de la historia y del personaje. No hay salidas sencillas en la vida de Carla y de muchas otras chicas como ella. La mayoría de las veces se trata de atravesar la parte más dura de la experiencia y salir, del otro lado, de la mejor manera posible. Aprender sobre la marcha y sobrevivir.
LA MATERNAL – Pilar Palomero (80/100) Uno puede sentir ese cordón umbilical que nos enlaza generación tras generación, ese delicado hilo que nos conecta, nos alimenta y nos arroja a la realidad. Perteneciente a un mundo femenino que tiene en la maternidad uno de sus rasgos más característicos, el universo de sensaciones y aprendizaje mostrado por Pilar Palomero en “Las niñas”, su primera película, se expande. Lo hace para abarcar nuevas interioridades, nuevas carencias afectivas de una adolescencia substraída a la corriente principal, historias que buscan su voz en las orillas sin asfaltar de las carreteras principales, o más allá de los márgenes del filtro pop de la cámara de nuestro dispositivo móvil. https://cautivodelmal.wordpress.com/