Festival de Venecia 2022: crítica de «Bobi Wine: Ghetto President», de Christopher Sharp y Moses Bwayo (Fuera de Competencia)

Festival de Venecia 2022: crítica de «Bobi Wine: Ghetto President», de Christopher Sharp y Moses Bwayo (Fuera de Competencia)

por - cine, Críticas, Festivales
05 Sep, 2022 10:27 | Sin comentarios

Este documental se centra en la vida política del músico de Uganda conocido como Bobi Wine, quien decide competir en las elecciones frente al presidente de ese país quien gobierna desde 1986.

Desde 1986, Uganda tiene el mismo presidente «democrático» que gana una y otra vez las elecciones de su país, aunque esto implique fraudes de todo tipo, persecuciones y asesinatos políticos, además de modificar la Constitución a su gusto. Yoweri Museveni no parece estar dispuesto a perder y ante la mínima posibilidad de tener un rival electoral de peso hará todo lo que tenga a su alcance para frenarlo, digamos, «legalmente». O al menos dentro de su amplísima concepción de lo que es legal.

Pero Bobi Wine (su nombre real es Robert Kyagulanyi Ssentamu) no es un rival convencional. El treintañero surgido de los barrios más pobres de Kampala, la capital del país africano, se ha convertido en una estrella pop local gracias a su cada vez más politizada combinación de dancehall, reggae y hip-hop. Su fama como músico le da –como a muchas celebridades transformadas en candidatos políticos– un punto de partida distinto a la hora de enfrentarse a Museveni, lo transforma en un rival de cuidado. Y en este documental que recorre los últimos ocho años de la vida de Wine, centrándose más que nada en los últimos cuatro, vemos los esfuerzos, problemas, escándalos y peligros que para Bobi representa enfrentarse a una figura poderosa como esa.

En un país con bolsones de pobreza enormes –como el ghetto en el que creció Bobi–, el músico comienza de a poco a tomar conciencia del potencial poder que representa su fama musical, apoyado a la vez por su esposa, Barbie, una joven de una familia más acomodada a la que conoció en la universidad. Y es así que se convierte primero en congresista y luego empieza a hacer campaña para enfrentar al presidente en las elecciones de 2020, elecciones a las que Museveni no podría presentarse ya que la Constitución de Uganda impide a los mayores de 75 años ser candidatos. Bueno, se imaginarán lo que sucederá con ese «detalle técnico»…

El cambio de la Constitución será la primera de muchas de las artimañas de Museveni para mantenerse en el poder. Y esas «artimañas » se irán volviendo más intensas, agresivas y violentas contra Wine y su equipo de colaboradores, hasta llegar a las elecciones en sí, que tuvieron lugar en plena pandemia en circunstancias extrañísimas. La secuencia de eventos que tienen a Bobi Wine como víctima a lo largo de los últimos años es de esas que hay que ver para creer. Y este documental las narra de un modo efectivo, directo, en un registro periodístico pero que –salvo por algunos momentos– evita los recursos más trillados del formato.

Si bien sus ideas políticas nunca son muy detalladas en la película (habla de democracia, libertad y «poder para el pueblo» pero nada mucho más concreto que eso), Wine utiliza la iconografía revolucionaria de los ’70 frente a un presidente que, bueno, es casi un cliché del dictador tercermundista, con su violento ejército, su sonrisa irónica, su desprecio por todo tipo de reglas y sus horrendos comentarios sobre casi cualquier tema. Y más allá de que el documental sea celebratorio y acrítico con su protagonista, lo cierto es que, enfrentado a ese despreciable sujeto, Wine no puede parecer otra cosa que un joven líder enérgico e idealista capaz de movilizar a los jóvenes usando a la Constitución como bandera y algunos eslóganes clásicos pero efectivos.

GHETTO PRESIDENT empieza como un documental casi simpático, sobre una amable estrella pop recorriendo barrios humildes del país sobre una moto y con un megáfono, pero en tan solo unos pocos años (minutos, en la película) se vuelve un relato político violento, internacional, con torturas, muertes, atentados, persecuciones y escándalos políticos de todo tipo que dejan a las claras las dificultades de cambiar las cosas en los países del Tercer Mundo. Y esto no sucede solo en Africa. Allí las cosas serán, quizás, más evidentes y llamativas que en otros lugares, pero los mecanismos de fondo son bastante parecidos en todas partes.