
Festivales: crítica de «Cerdita», de Carlota Pereda (BAFICI/San Sebastián)
Este truculento film de suspenso español se centra en un chica víctima del «bullying» que ve como sus abusadoras son secuestradas por un desconocido. ¿Las ayudará?
Expansión y profundización del premiado cortometraje dirigido por la realizadora española, CERDITA se ubica en un lugar equidistante entre la comedia costumbrista y el film de terror truculento, esperpéntico. O empieza como la primera y termina como la segunda. Estrenada mundialmente en el Festival de Sundance, es una historia sobre bullying que alcanza dimensiones grotescas y brutales, más cerca de CARRIE o del llamado torture porn que de un drama serio sobre el tema.
«Cerdita» le dicen a Rosa (Laura Galán), una chica que sufre por su exceso de peso pero más aún por la manera en la que la tratan y humillan sus compañeras de colegio. En un pueblo de Extremadura en el que todos se conocen, ella trabaja en una carnicería manejada por su amable padre y su densa madre (la excelente Carmen Machi), pero la pasa especialmente mal por las bromas constantes, personales y online, de las chicas. Y en el verano, con la piscina como lugar de reunión social, todo es aún peor.

Una tarde allí empieza a ser maltratada brutalmente por ellas, que le roban la ropa, las cosas y casi la ahogan, obligándola a volver en ropa interior a su casa. Pero al regresar descubre que un hombre las ha secuestrado, metido en su camioneta y se las lleva con destino incierto. Y al ver a Rosa, en vez de sumarla al grupo, le deja «amablemente» algo con que vestirse y se va. Al regresar al pueblo, Rosa no dice nada de lo que sucedió. Pero al pasar los días y al no regresar las chicas, su silencio se volverá problemático. Y no solo eso, sino que la situación empeorará alrededor suyo de distintas y truculentas maneras.
¿Será esta la oportunidad de vengarse de todas ellas a través de un tercero? ¿Le dará culpa la situación y ayudará a la investigación? ¿O se entrometerá ella misma en el caso para lidiar con sus propios demonios? Estas dudas son las que mantienen la tensión y el nervio de este truculento y «depalmiano» film de horror que juega de manera perversa con la violencia evidente ejercida por los bullies y la más ambigua que termina surgiendo de aquellos que son agredidos y que tarde o temprano explotan o lidian con la posibilidad de hacerlo.
Víctimas convertidas en victimarios, los límites de la venganza y la constante usina de rumores que hay en un pueblo chico (y en las redes sociales, su versión expandida) son los elementos que le dan a esta película un aire brutal y no apto para aquellos que estén pensando en ir de compras a la carnicería del barrio.
El cine de terror nunca ha estado dentro de mis preferencias pero reconozco que CERDITA es un muy buen exponente
El planteo inicial de la adolescente Rosa (excelente actuación de Laura Galán) que sufre de buylling por su sobrepeso, en un clima de violencia creciente, hace acordar a CARRIE de Brian De Palma pero la aparición de un desconocido perverso que decide secuestrar a las jóvenes que acosan a Rosa hace que la película vaya hacia otro lugar.
Rosa se encuentra ante un gran dilema que es vengarse de quienes la ofenden permanentemente guardando silencio sin importarle el destino final de sus compañeras de colegio o tomar en sus manos la defensa de ellas enfrentando a un perverso asesino.
Bien filmada, con un clima de tensión que no afloja nunca, la directora y guionista Carlota Pereda construye una muy buena película, de esas que no dejan respirar al espectador (8/10)