Estrenos online: crítica de «6 de enero», de Gédéon y Jules Naudet (HBO Max)
Este documental cuenta, minuto a minuto, lo que sucedió el día en el que manifestantes a favor de Donald Trump intentaron tomar el Capitolio de los Estados Unidos para impedir la ratificación de los resultados de las elecciones que habían dado como ganador a Joe Biden. Estreno de HBO Max.
Dos años después del violento episodio que tuvo lugar el 6 de enero de 2021 cuando miles de manifestantes pro-Donald Trump invadieron el Capitolio de los Estados Unidos con la intención de impedir que el Congreso ratificara los resultados de las elecciones presidenciales que habían dado como ganador al demócrata Joe Biden, el documental 6 DE ENERO, codirigido por Gédéon y Jules Naudet (directores de 9/11 y 13 DE NOVIEMBRE: TERROR EN PARIS), recapitula y muestra los hechos concretos que tuvieron lugar durante esas violentas y brutales horas.
Lo que el documental presenta, más que nada, son las imágenes capturadas en el momento y en el lugar de los hechos por una gran cantidad de cámaras, tanto de cineastas independientes como de teléfonos y de seguridad, mientras los testimonios de los policías y de algunos congresistas van narrando, casi minuto a minuto, lo que fueron viviendo. No se trata de un documental político en el sentido clásico. No hay demasiado contexto, es muy poco lo que se menciona a Trump (lo que hizo o dejó de hacer, su responsabilidad en el asunto) y a lo que rodeaba a los hechos. Los directores, al contar con muchísimos testimonios de policías directamente implicados en la resistencia a esa ocupación, prefieren dedicarse a dejar en claro lo violento que fue y lo cerca que estuvo de haber sido mucho, muchísimo peor.
Es un relato apasionante y doloroso, especialmente cuando policías o diputados se expresan y se quiebran recordando momentos que pasaron a lo largo de esas violentas horas en las que no se sabía cómo podía avanzar o terminar este atentado. Es cierto que, a dos años del hecho, quizás lo más esperable sería un documental más analítico sobre lo que pasó a lo largo de todo ese proceso y cómo, en lo profundo, la lógica que lo motivó no solo no ha cambiado hasta hoy sino que ha empeorado. Pero esa no es la idea regidora aquí, sino la de armar una especie de película bélica, mostrando los distintos «frentes de batalla» (las diversas entradas al Capitolio) y cómo fue descomponiéndose la situación en cada uno de esos lugares minuto a minuto.
Y si uno la juzga en función de esa búsqueda, 6 DE ENERO funciona muy bien para que los espectadores tengan una noción realista y brutal de lo que se vivió en ese intento de toma del Congreso estadounidense. Las experiencias y testimonios de los policías –que no tenían el apoyo suficiente, eran pocos y no estaban preparados para algo así– son potentes y conmovedoras, lo mismo que algunas de las desesperantes imágenes que se ven cuando se dan cuenta que no hay forma de contener a la turba que ingresa al lugar. Los testimonios de los congresistas –en su mayoría demócratas pero también de algunos republicanos que no apoyaron la idea de la elección fraudulenta promovida por el entonces todavía presidente Trump– le agregan una cuota de angustia ya que la mayoría de ellos pasó muchas de esas horas sin realmente saber si iban a salir vivos o no de allí.
Para los que no han seguido la historia en los canales de noticias será una brutal revelación. Y aún para los que sí lo hicimos hay un nivel de violencia y desesperación que es bastante mayor al imaginado y reportado, quizás porque ciertas cosas que se ven aquí no se emitieron por televisión por ser acaso demasiado brutales para que el público vea en directo. La distancia permite rearmar la cronología y los espacios en los que los hechos sucedieron (algo que los cineastas hacen con unos mapas en 3D un poco rudimentarios) y dar así un recuento desgarrador de un día en el que la democracia en los Estados Unidos estuvo a muy poco de quebrarse del todo.