Estrenos online: crítica de «Emily la criminal», de John Patton Ford (ClaroVideo / AppleTV)

Estrenos online: crítica de «Emily la criminal», de John Patton Ford (ClaroVideo / AppleTV)

Aubrey Plaza encarna a la protagonista, una chica que no puede conseguir trabajo por un antecedente penal y que termina involucrándose con una banda que hace estafas con tarjetas de crédito robadas. Disponible para alquilar en Claro Video y Apple TV.

Un antecedente penal puede complicar y hasta destruir la vida de una persona. Un asunto mínimo, acaso banal, es capaz de anular las posibilidades de alguien de terminar sus estudios, de conseguir un buen trabajo legal y hasta de pagar las deudas acumuladas de un modo tradicional. Emily (Aubrey Plaza) es una de esas personas. Apenas empieza la película vemos que un viejo antecedente criminal (que recién se develará más adelante) la anula como candidata para un trabajo que busca. Y con lo que gana en una empresa de catering le alcanza para sobrevivir y compartir un departamento, pero no para pagar los 70 mil dólares de deuda estudiantil que acarrea. El título, claro, da a entender qué opción se le presenta como la única disponible para solucionar sus problemas.

Un compañero de trabajo le pasa un número de teléfono. «Llamá acá y podés ganar 200 dólares en una hora», le dice. Emily duda pero finalmente llama. Y del otro lado la convocan para una reunión a la mañana siguiente. Allí descubre que el «trabajito» es para una banda criminal que se dedica a estafas con números de tarjeta de crédito robadas. Con datos de tarjetas válidas, arman copias y convocan a gente a comprar cosas con ellas (una especie de «pagadiós» conocido como «dummy shopping«) y quedarse con una comisión. Los 200 dólares son un porcentaje que Emily, quien luego de dudarlo varias veces acepta, se queda tras la «compra» de una televisión en un negocio de electrónica.

Todo sale tan bien que, al otro día, cuando debe regresar a su trabajo habitual y a los maltratos de su jefe, no duda en aceptar otra tarea de los falsificadores de tarjetas. Youcef (Theo Rossi), su amable jefe de origen libanés, le propone comprar un auto de ese mismo modo. Se trata de una operación con más ganancias pero también más riesgos. Emily termina haciéndola y, si bien no será nada sencilla, logrará zafar y completarla. No sólo eso sino que da la impresión de que, pese a la tensión y la violencia que implicó la operativa, ya le tomó el gusto a convivir con el peligro.

Eso solo podrá crecer y complicarse. Y la opera prima de Ford narrará de forma seca y económica ese recorrido, el de una chica «común» que vive en las afueras de Los Angeles y que entra de a poco en el mundo criminal debido a las restricciones del mercado laboral. Emily tiene una amiga modelo que le promete un puesto en la agencia de publicidad para la que ella trabaja, pero el asunto tarda en ponerse en marcha. Y, por otro lado, el tal Youcef –con el que Emily empieza a tener una relación cada vez más cercana y amistosa– le va dando lugar en operaciones de más alto rango y dificultad, algo que su socio y primo Khalil (Jonathan Avigdori) no ve con muy buenos ojos.

EMILY LA CRIMINAL es un thriller independiente y de bajo presupuesto, que parece europeo en su realismo urbano casi dardenniano, así como en su medido y módico funcionamiento (se trata de operaciones, en principio, de poca monta) criminal. Siguiendo siempre el punto de vista de la seca, en principio temerosa pero finalmente efectiva y cada vez más lanzada protagonista (a la actriz de PARKS AND RECREATION y la reciente segunda temporada de WHITE LOTUS le calza a la perfección este rol de mujer en apariencia desafectada, frontal y sin muchas vueltas), la película va armando un pequeño pero muy creíble thriller a escala humana, uno que permite al espectador identificarse con las dudas, los miedos y las actitudes de la protagonista.

Algunos desarrollos narrativos de lo que podría denominarse tercer acto de la película la llevan a recorrer caminos un tanto más convencionales, más propios de un film de género tradicional, pero no impiden que uno viva lo que sucede allí con la buscada tensión. Es que, aún cuando lo que pase a partir de cierto momento tenga las características de una película de acción no tan realista como la vista previamente, el mundo presentado es tan creíble (las afueras de Los Angeles están retratadas de una manera impecable, con reminiscencias de la primera época de Quentin Tarantino) y el incremento en intensidad, violencia y cantidad de dinero es tan gradual que lo más probable es que el espectador entre de lleno en lo que se le presenta.

Con algo de viejo thriller de clase B y con esa actitud que los estadounidenses bien definen como no nonsense (algo así como «sin tonterías»), tanto en lo que respecta a la psicología de los personajes como a la estricta lógica de la vida criminal, EMILY… es un muy buen policial que logra, además, ofrecer una mirada política de la realidad actual (desde lo económico y, si se quiere, también desde el feminismo) sin subrayar ni declamar nada. Es la historia de una mujer que, enfrentada a una serie de problemas económicos complejos de resolver, trata de salir adelante en un mundo dominado por hombres que, salvo excepciones, no la consideran a la altura de las circunstancias. Y lo está, claro que lo está. Acaso más de lo que todos imaginan.


(Los clientes de Claro la pueden alquilar, en Argentina, por $65 o canjeando puntos de Claro Club. En Apple TV se alquila por 5 dólares)