Estrenos: crítica de «Ant-Man & the Wasp: Quantumania», de Peyton Reed

Estrenos: crítica de «Ant-Man & the Wasp: Quantumania», de Peyton Reed

por - cine, Críticas, Estrenos
14 Feb, 2023 07:56 | Sin comentarios

En esta, la tercera parte de la saga dedicada al «hombre hormiga», el protagonista y los suyos se meten en el submolecular universo conocido como reino cuántico para combatir a un peligroso villano. Estreno: jueves 16 de febrero.

Mientras miraba ANT-MAN & THE WASP: QUANTUMANIA no podía dejar de pensar en una película mucho más entretenida y simpática, hecha con 50 veces menos presupuesto, llamada SPY KIDS. Allí, Robert Rodríguez metía a una familia en un universo sintético a resolver esas cosas que se resuelven en estas películas (el futuro del universo o de todos los universos) de una manera lúdica, amable y ocurrente. Acá eso pasa muy pocas veces. Lo que la tercera parte de la saga ANT-MAN transmite es el cansancio y agotamiento visual que produce el estar adentro de una especie de disco bailable donde no entra nunca la luz natural y solo vemos explosiones lumínicas artificiales bailando sobre nuestras cabezas durante horas.

Es una película asfixiante, agobiante, hecha en el mismo estudio virtual en el que Disney hace muchas de sus nuevas producciones, pero en el que acá realmente se siente como un estudio, con decorados un tanto «truchos» cuando no son digitales. Es una coctelera de luces con un poco de drama adentro, mucha acción incomprensible y la sensación de que alguien debería abrir alguna vez una puerta y permitir que entre la natural luz del sol.

Eso, de alguna manera, era el secreto de ANT-MAN, inicialmente mi favorita saga entre todas las de Marvel. Era liviana y lúdica, pero también transcurría en un mundo bastante reconocible, normal, con personajes identificables, todo aquello que hizo famoso a los superhéroes de Marvel. Por más efectos especiales que se utilizaran para achicar o agrandar personas y escenarios, los desafíos eran modestos y raramente el destino del universo estaba en juego en ellas, más allá de ir introduciendo personajes y conceptos que luego sí se utilizarían para esas gigantografías humanas que son las otras películas más imperiales del estudio.

Esta ANT-MAN arranca con un tono parecido pero a los 15 minutos, cuando por un error en la programación de un sistema que debería permitir a los humanos entrar y salir de este curioso «reino cuántico», los protagonistas (Paul Rudd, Evangeline Lilly, Michelle Pfeiffer, Michael Douglas y Kathryn Newton, o como sea que se llamen sus personajes) son succionados, entran ahí y no solo no pueden salir sino que descubren un universo entero que funciona adentro con sus propias reglas y su propio villano. Y de allí en adelante dejará por completo cualquier contacto con el mundo real o la lógica humana para volverse un combo entre la citada SPY KIDS, STAR WARS, AVATAR, TRON, un dibujo animado psicodélico tipo RICK & MORTY (quizás la mejor manera de ver esta película sea utilizando algún tipo de alucinógeno) y el tipo de acción bombástica, incomprensible e intercambiable de las 245 películas de Marvel previas.

Esta introducción pareciera dar a entender que todas las películas de Marvel me parecen una pérdida de tiempo. Y no es así. Si bien admito que no soy fan y que estoy un tanto cansado del género, hay varias películas del llamado MCU que me parecen realmente buenas. Pero este no es el caso. Y la decepción es doble porque venía de una saga que sí me parecía buena. O triple, debería decir, porque me hace temer por el futuro de las películas de Marvel: me imagino que de aquí en adelante muchas más empezarán a ser filmadas en esta pecera con retroproyectores digitales lujosos en las que nunca parece entrar ni el aire ni eso que llaman vida.

En QUANTUMANIA, Scott Lang, Hope y familia se meten en este reino cuántico y casi no salen de esa lógica, lo cual nos permiten avizorar que ya no hay vuelta atrás con la idea de que todas las películas de superhéroes sucederán en varios planos paralelos a la vez (si vieron el trailer de The Flash se darán cuenta que el multiverso ya está instalado también en las películas de DC) confundiendo aún a los que tienen un doctorado en física cuántica.

Antes que alguien mencione el Gato de Schrödinger (sí, se lo menciona) habremos visto criaturas extrañas que parecen gummy bears móviles, cucarachas enormes, cabezas gigantes y otros bichos raros en una serie de escenarios que amenaza el temible Kang, ante el cual los protagonistas (cuya relación con el tamaño ya es directamente incomprensible) no parecen tener muchas chances. Interpretado por Jonathan Majors –la gran revelación de Hollywood de los últimos años–, este gigantón y why so serious? villano será fundamental en las próximas fases del universo de Marvel. Y si bien acá no hace nunca pie (la película está en otra frecuencia, cualquiera que esa sea), da la impresión que puede ser un buen personaje si los films que le tocan a futuro están a la altura de su shakespeareana actitud, mitad Darth Vader, mitad Otelo. Acá –al menos hasta la peculiar escena a mitad de los créditos– se parece más al molesto director de un jardín de infantes tratando de llamar al orden a un montón de párvulos que salieron a pintar el colegio con crayones de todos los colores.