Series: reseña de «Hello Tomorrow!» – Episodios 1/5, de Amit Bhalla y Lucas Jansen (Apple TV+)

Series: reseña de «Hello Tomorrow!» – Episodios 1/5, de Amit Bhalla y Lucas Jansen (Apple TV+)

Esta serie de Apple TV+ que debuta el viernes 17 de febrero transcurre en un tiempo alternativo en el que se combinan elementos del pasado y el futuro y en el que un compañía vende viajes a la Luna. Con Billy Crudup y Hank Azaria.

La idea es brillante. No necesariamente novedosa pero sí armada de un modo muy original. Llamémoslo «retrofuturismo», una idea de cómo el pasado se imaginaba el futuro. Aquí hay unos años ’50 de un universo paralelo en el que las cosas no son exactamente como fueron entonces. En apariencia y a grandes rasgos son igualitas: las ropas, los hábitos sociales, lo barrios, las costumbres y todo lo que uno imagina cuando piensa en un suburbio norteamericano de los ’50. Pero en paralelo hay cosas propias de la ciencia ficción que en esa época no existían: robots que hacen funciones en la casa, autos que circulan sin ruedas, aparatos tecnológicos de aspecto antiguo pero capacidades modernas. Es un poco PLEASANTVILLE, un poco LOS SUPERSONICOS, un poco un catálogo imaginario de Macy’s.

En este escenario (que pueden o no ser los años ’50) hay, además, una posibilidad de cambiarle la vida a la gente que es propia de la ciencia ficción: hay compañías que organizan viajes a la Luna, tanto para ir de vacaciones o por un tiempo como para quedarse a vivir allí. En medio de los llamativos desarrollos tecnológicos que existen en esta realidad paralela no es tan absurdo como parece. ¿O sí? Por lo pronto hay gente que vende esos viajes, departamentos, estadías, tiempos compartidos y turismo en la Luna. Con aspecto de prolijos vendedores de «puerta a puerta», el equipo que lidera Jack Billings (el gran Billy Crudup) se ocupa de conseguir firmas, contratos y futuros clientes para irse a la Luna.

HELLO TOMORROW! usará ese escenario de ciencia ficción pero se centrará más que nada en el grupo de vendedores y la gente que lo rodea. Y acá está el principal conflicto de la serie: no todas las historias que los creadores tienen para contar en relación a sus personajes tienen el mismo nivel de interés y eso obliga a que la serie, tras dos episodios fabulosos y muy prometedores, empiece a enredarse en historias poco relevantes y narradas con un tono entre intenso y algo histérico.

El corazón de la serie, sin embargo, funciona. Jack se ve obligado a reunirse con Joey (Nicholas Podany), su hijo veinteañero al que casi no conoce, cuando la madre queda en coma. Lo invita a una charla, lo convence de ser parte del equipo de ventas, lo toma como su pupilo y si bien el chico empieza mal pronto se transforma en otro de los grandes vendedores del team. Uno diría eso de de tal padre, tal hijo, pero Jack jamás le dice que él es su verdadero padre. O si se lo dice lo hace de una manera que le hace creer que es falsa, para ayudarlo a salir de una complicada situación sentimental. La relación y los secretos de Jack y Joey son el motor de la historia.

El otro es saber qué hay por detrás de este negocio. ¿Existe de verdad el viaje a la Luna? ¿No se trata de una estafa o algo así? Salvo Jack, o eso uno cree, los demás venden algo que no saben que existe. Y de a poco la serie irá agregando pistas al respecto, más confusas que claras. Lo mismo pasa por la simpatía que despierta cada gadget tecnológico retro que el departamento de arte inventa, todo es parte de un futuro imaginado desde el pasado.

El problema de HELLO TOMORROW! son casi todas las demás historias y personajes secundarios, jugados todos muy «arriba», entre la comedia demencial y el absurdo en una serie de situaciones que se sienten como una pérdida de tiempo. Si bien hay un muy buen grupo de actores en esas secuencias (Hank Azaria, Alison Pill, Dewshane Williams y Matthew Maher), todos se enredan en una serie de problemas legales, románticos y de otros tipos que parecen extrapolados de alguna de las primeras películas de Jean-Pierre Jeunet por su extrema caricaturización. Algo que no es necesario ni le hace bien a la serie.

HELLO TOMORROW! genera una inquietud similar a la de SEVERANCE, otra serie de Apple TV+ que juega también con una estética retrofuturista, pero no logra similares resultados porque apuesta a la comedia sin hacerlo del todo bien. Cuando vuelve a la relación padre e hijo, o cuando hace algún tipo de análisis social o político de la sociedad de esa «época», la serie crece y se vuelve más interesante que cuando un par de esposas, novias o mujeres despechadas se la pasan a los gritos porque sus maridos las maltratan y desprecian. Esas subtramas, que aparecen en los primeros cinco episodios de esta serie de diez que, le hace perder a la serie su encanto, pero pese a sus altibajos todavía tiene el crédito abierto.