Estrenos: crítica de «Los cinco diablos», de Léa Mysius (cines y MUBI)

Estrenos: crítica de «Los cinco diablos», de Léa Mysius (cines y MUBI)

Una niña con poderes especiales puede viajar al pasado y conocer la historia de su madre antes de casarse en este drama familiar con elementos sobrenaturales que pasó por la Quincena de Realizadores de Cannes. Se estrena en cines el jueves 30 de marzo y a partir del 12 de mayo se verá por MUBI.

Un drama con suficientes elementos sobrenaturales como para ser considerado un film fantástico, LOS CINCO DIABLOS es una extraña y, la mayor parte del tiempo, sugestiva mezcla. Forzando un poco elementos un tanto dispersos, la realizadora de AVA –película también disponible en MUBI– cuenta una historia ligada al presente y al pasado de una mujer, más que nada, a través del punto de vista y la experiencia de su pequeña hija, quien a partir de una serie de raras circunstancias va conociéndola ya no solamente como madre sino como una mujer con una historia bastante particular.

Todo se inicia con un incendio. Hasta el final no se sabrá exactamente qué pasó ni cuando, pero el fuego está ahí y una de los que lo mira es Joanne (Adèle Exarchopoulos), vestida con uniforme de gimnasta. En el presente, Joanne es una mujer que trabaja en una piscina, dando clases y ejercicios a adultos mayores. Lo hace en compañía de su hija Vicky (Sally Dramé), una niña un tanto peculiar, retraída y solitaria cuando no está con su mamá, y a la que le hacen bullying en la escuela por su color de piel.

La chica tiene la peculiaridad de saber reconocer olores con una precisión que envidiaría el mejor sommelier del mundo: puede distinguir el olor de distintas cosas presentes en un objeto o encontrar, cual animal entrenado, a alguien a muchos metros de distancia. Curiosamente –en especial tomando en cuenta que la chica tiene decenas de «olores enlatados» en su cuarto–, esto es algo de lo que su madre se entera recién ahora.

El evento principal que altera la vida del trío –está, además, el padre Jimmy (Moustapha Mbengue), un inmigrante de Senegal de personalidad entre nula e indefinible– es la llegada de Julia (Swala Emati), hermana de Jimmy, quien vivió allí mucho tiempo atrás y que regresó a visitar a su hermano pero, más que nada, a Joanne. ¿Cómo conoceremos la historia y la relación entre ambas? Según el elaborado guión de Mysius y Paul Guilhaume, al combinar y sentir los olores de Julia, la pequeña Vicky perderá el conocimiento y tendrá «visiones» del pasado, escenas que la película insertará a modo de laterales flashbacks. Pero no será solo un procedimiento formal, sino que esos «viajes en el tiempo» que hará la pequeña niña no serán, del todo, invisibles. O no lo serán para todos…

LOS CINCO DIABLOS –que es el nombre del club en el que Joanne trabaja y en el que antes era parte del equipo de gimnastas– agregará más y más cosas en un cóctel un tanto elaborado y excesivo que, por suerte, nunca pierde del todo de vista su eje central, ligado a conocer la historia de Joanne, su relación con Julia y todo lo que pasó en el medio como para que el regreso de la mujer sea un problema para todo el pueblo, en especial para Nadine (Daphné Patakia), una amiga de Joanne que sufrió las consecuencias de algunas de las cosas que sucedieron allí tiempo atrás.

Si bien su enredada serie de elementos puede confundir por su trabajoso encadenado de hechos, visiones y metáforas, lo que cuenta Mysius y su sensual modo de tratarlo elevan a la película por encima de su guión. Para Vicky, la recién llegada es vista como una enemiga que parece destruir, con su sola presencia, la estabilidad familiar y la tranquilidad de su madre, pero pronto comprenderá que hay muchos otros elementos dando vueltas por ahí que complejizan la situación y que terminan conformando lo que es, o fue, una historia de amor. En ese sentido, LOS CINCO DIABLOS funciona como una suerte de coming-of-age de la niña.

Con algunas escenas potentes –como un dúo en un karaoke con dos de las protagonistas interpretando el clásico «Total Eclipse of the Heart«, de Bonnie Tyler, que va en camino a convertirse en un clásico– y una actuación muy física e intensa de la actriz de LA VIDA DE ADELE, la segunda película de Mysius logra ir más allá de su lanzamiento de símbolos para crear lo que, finalmente, es una serie de historias de amor dentro de una familia un poco más complicada que la mayoría. Una familia cuya serie de «diferencias» –sexuales y raciales– la convierte casi en enemiga de la gente del lugar.