Estrenos online: crítica de «Sin tiempo» («Clock»), de Alexis Jacknow (Star+)

Estrenos online: crítica de «Sin tiempo» («Clock»), de Alexis Jacknow (Star+)

En este drama con elementos de terror Dianna Agron encarna a una mujer que, por presión social y familiar, intenta quedar embarazada con resultados catastróficos. En Star+.

Con los suficientes elementos inquietantes y perturbadores que le permitirían ser una gran película, pero con algunos problemas, más que nada, en su intento por transformarse en un producto más típico de terror, SIN TIEMPO es un filme bastante jugado que no es necesariamente es contra la maternidad pero sí que apunta a la presión social y familiar que existe para que las mujeres tengan hijos. Dirigida por la también actriz Jacknow, CLOCK (tal es el título original) cuenta una historia que empieza como una mezcla entre drama y sátira para de a poco ir convirtiéndose en una impactante y un tanto excesiva película de horror. Pese a esos problemas de resolución, se trata de un título extraño, denso y bastante incómodo.

Dianna Agron (la recordarán de GLEE) encarna a Ella, una exitosa diseñadora de interiores que parece tener una vida perfecta con su marido Aidan (Jay Ali), un cirujano. Ella ha decidido que no quiere tener hijos y Aidan, con ciertos reparos, lo ha aceptado. Pero la mujer tiene 37 años y alrededor suyo casi todas sus amigas tienen niños pequeños o están por tenerlos. La presión –que se manifiesta a modo de constantes preguntas– se vuelve agobiante, pero ella lo soporta. Se le pone un tanto más incómodo hacerlo cuando su padre, Joseph (Saul Rubinek), que la adora, termina reclamándole lo mismo. Y de malas maneras.

Ahí es donde la película se mete en un terreno interesante pero un tanto border. Elle es de familia judía, sus abuelos atravesaron el Holocausto, pero padre e hija tienen miradas opuestas respecto a cómo eso afecta el tema de la maternidad. Elle cree que lo que pasó allí es una evidencia de que la humanidad puede ser terrible y cree, por eso, que traer niños al mundo es un error y un potencial riesgo. Joseph piensa lo opuesto ya que siente que han quedado pocos judíos en el mundo y no tener descendencia es condenarlos a la extinción.

En algún momento Elle no podrá con la presión, empezará a investigar y se dará cuenta que tiene algunos problemas para quedar embarazada, más emocionales que físicos. Y como no le queda demasiado tiempo (por el famoso «reloj», que a ella no le funciona en los términos clásicos) entrará a un programa nuevo y un tanto experimental que debería ayudarla a quedar embarazada. Allí, la Dra. Elizabeth Simmons (Melora Hardin, de THE OFFICE) la lleva a hacer una serie de experimentos física y emocionalmente virulentos, propios de una película de David Cronenberg. Y se supone que al salir la chica debería no solo poder quedar embarazada, sino desear hacerlo.

Pero no es exactamente eso lo que sucede –o si, pero no de la mejor manera– y de allí en adelante SIN TIEMPO va alejándose de la perturbación psicológica y entra en un terreno de horror más puro, en el que las metáforas del Holocausto se vuelven un tanto más desubicadas y la lógica de los personajes bastante más forzadas como para generar situaciones de tensión y conflicto en todo momento. Pero aún cuando la película se desinfla dramáticamente, su tema es tan denso y algunas de sus imágenes tan perturbadoras que es difícil desestimarla.

En ese sentido es Aggron la que más hace por sostener la lógica del personaje en medio de una situación que se va volviendo cada vez más bizarra. La suya es una actuación seca, intensa, encarnando a una mujer que va empezando a perder contacto con la realidad en función de las presiones primero y de los experimentos que, después, se hacen sobre su cuerpo. Y aún cuando Jacknow tira la lógica por la borda, uno se queda con la sensación de haber visto una película honesta e incómoda que se mete a hurgar en temas sobre los que casi nadie quiere hablar.