Estrenos online: crítica de «Still: A Michael J. Fox Movie», de Davis Guggenheim (Apple TV+)

Estrenos online: crítica de «Still: A Michael J. Fox Movie», de Davis Guggenheim (Apple TV+)

por - cine, Estrenos, Online, Streaming
09 May, 2023 10:29 | 1 comentario

Este documental recorre la vida del célebre actor de «Volver al futuro» yendo de sus éxitos en los ’80 a su complicada relación con la enfermedad de Parkinson, que sufre hace más de 30 años. Estreno: viernes 12 en Apple TV.

Vamos a ser sinceros de entrada: no es fácil ver este documental, no es una experiencia sencilla que se atraviesa cómodamente, por más esfuerzos que su protagonista y el equipo de producción le hayan puesto para aligerar el tono y transformarlo en una historia de superación personal. No hay duda que lo es, pero de todos modos es duro. Si uno creció en la época en la que Michael J. Fox se transformó en una de las mayores estrellas de Hollywood (básicamente, casi toda la década del ’80), si uno vio incontables veces VOLVER AL FUTURO, es difícil ver el documental sin sentir un nudo en la garganta.

Se sabe, hace ya 25 años, que Fox sufre Parkinson, una enfermedad degenerativa. Y se sabe también que cada vez que uno lo vuelve a ver estará más deteriorado físicamente. Para este chico canadiense transformado en mega-estrella en muy poco tiempo no hay ninguna novedad en el tema. Y se ha acostumbrado, pese a todo, a convivir con dolores, caídas, accidentes y, ahora más que antes, dificultades para hablar. Apenas tiene 60 años y en las entrevistas que da a cámara todavía se reconoce ese rostro juvenil de entonces y hasta esa energía que lo movilizaba cuando actuaba. De todos modos Fox es pura entereza, tiene una buena dosis de optimismo (no sé si «optimismo» es la palabra pero sí un espíritu positivo a la hora de enfrentar el día a día), una familia que lo sostiene y adora, y una causa. Sin dudas, la mejor manera posible de enfrentar una situación dolorosa como la que vive.

David Guggenheim, el premiado director de HE NAMED ME MALALA y AN INCONVENIENT TRUTH, se acerca a la historia de Fox de una manera inteligente, que es tradicional en ciertos aspectos pero relativamente original en otros. El film se divide en dos tiempos. En el presente, lo central es una franca entrevista en la que hablan de todo mientras se van mostrando escenas de Fox en terapias de recuperación (físicas y del habla) y en algunas salidas un tanto complicadas que el actor, comediante nato, logra transformar en momentos simpáticos. En paralelo, y con la voz de Fox leyendo alguna de sus autobiografías, se nos va contando y vamos recorriendo su carrera.

Las dos cosas que diferencian a este documental de otros más tradicionales son, por un lado, el formato de la entrevista y, por otro, la manera en la que el pasado está contado. En el primer caso se trata de una charla muy abierta y franca en la que el propio director participa y en la que Fox, muy cerca de la cámara y muchas veces con vendajes y maquillaje espeso para cubrir los golpes que se da por sus constantes caídas, hablan de manera muy honesta sobre las vivencias actuales y algunos descontroles del pasado, incluyendo un repaso por momentos traumáticos familiares.

El pasado se recorre de modo cronológico pero, de manera lúdica, Guggenheim y equipo consiguen ir ensamblando la trama con diálogos y momentos de las propias películas y series de Fox, como si ellas de algún modo hubieran estado anticipando y comentando los sucesos de su vida, cosa que en algunos casos es cierto y en otros pura manipulación. Hay, sí, algunas de esas temidas recreaciones, pero son pocas y no terminan por molestar. Entre el material de Fox actor y la cantidad de apariciones públicas en su época de gloria (estrenos, eventos, talk shows televisivos) hay suficiente material para hilar su historia. No hay entrevistas a colegas, ex compañeros, amigos de la época, nada. El material y su relato son suficientes.

En términos sencillos (para conocer detalles vean la película) lo que se cuenta es la historia de un hiperactivo y bajito chico canadiense que a sus 20 años (siempre pareció menor de lo que era) se decidió a probar suerte en Hollywood y durante unos años vivió en un cuartucho, sin dinero, casi sin comida, con deudas y pensando en regresar al hogar. El éxito le llegó con la serie FAMILY TIES, la más popular de la época, que lo transformó en estrella de la noche a la mañana, literalmente. Mientras hacía la serie filmó el clásico de Robert Zemeckis (es entre divertido y desesperante ver cómo iba de los ensayos y/o grabaciones de uno al rodaje del otro) y allí todo se volvió una locura: tapas de revistas, shows, programas de televisión, dinero y excesos de todo tipo con otras celebridades del Hollywood de entonces.

Ese gran momento se extendería unos cuantos años –a fines de los ’80 no hizo muchas películas memorables, salvo CASUALTIES OF WAR, de Brian de Palma– pero no decayó su fama y en esa etapa se casaría con la que sigue siendo su esposa hoy, la actriz Tracy Pollan, a la que conoció en FAMILY TIES. Luego llegarán más películas, más descontrol y esa mañana en la que se despertó, resacoso, sintiendo que había perdido el control de un dedo de su mano. Y allí comenzaría otra historia para Fox: la de lidiar personalmente primero y públicamente bastante después con su Parkinson, mientras seguía trabajando y ocultando sus dificultades en escenas que ahora, al volverse a ver sabiendo lo que le pasaba (muchas de la serie SPIN CITY, por ejemplo), se resignifican completamente.

Toda esta historia, llena de detalles duros pero también varios amables y cándidos, son el centro de STILL, un documental honesto, abierto, franco y que intenta ser positivo respecto a la manera en la que el actor lidia con su enfermedad. Fox intenta analizar situaciones, motivos, causas, cuenta intimidades, pero nada logra explicar lo que pasó ni porqué. Al tipo le tocó en suerte una enfermedad brutal y, luego de unos años de confusión (en la que el alcohol fue parte), logró transformarlo en una causa y recaudar muchísimo dinero para invertir en el tratamiento del Parkinson.

Los momentos cómicos, el cariño que se siente en sus escenas familiares y el afecto que lo rodea ayudan a que STILL se vea como una película tierna, sensible y hasta optimista. Pero nadie niega que lo que sucede es duro, difícil. El mismo admite que no sabe bien cuanto tiempo más podrá soportar convivir con una enfermedad que no para de complicarle más y más cada segundo de su vida. Y esos momentos duelen, especialmente para quienes lo vimos crecer y hemos memorizado escenas de varias de sus películas. Sí, es cierto, es un documental esperanzador y generoso, pero tampoco neguemos lo evidente. Es duro, difícil, doloroso. No hay carisma, humor ni afecto que logren tapar del todo el sufrimiento.