FICIC 2023: reseñas de seis cortos argentinos
Un repaso por los cortos argentinos presentados en la competencia internacional del Festival de Cine de Cosquín que tuvo lugar del 4 al 7 de mayo en esa ciudad cordobesa.
Presentados en distintas secciones del FICIC, festival que dirige el colega y amigo Roger Koza, estos cortometrajes –en su gran mayoría de origen cordobés– dan muestra de los nuevos trabajos de reconocidos cineastas de esa zona –muchos de ellos con uno o varios largos en su haber–, además de presentar el trabajo de algunos nuevos. Aquí un breve repaso y algunas ideas sobre varios de estos cortometrajes que se mostraron del 4 al 7 de mayo en esa ciudad cordobesa.
AL FINAL EL DIA, de Carolina Vergara. Con un minimalismo y un interés en la intimidad y lo «doméstico» que es característico de buena parte de las producciones cordobesas, este corto se centra en un día en la vida de una madre en crisis. Aquí, Natalia Di Cienzo interpreta a Isabel, una mujer que lidia con ese rol de manera complicada –«hace un año que no duermo», dice– mientras además trabaja y tiene que vérselas con problemas y tensiones en ese ámbito de su vida. A través de una serie de momentos íntimos y conversaciones con una gran amiga en las que expresa sus frustraciones y hasta sus deseos de acabar con su vida (por momentos con un raro humor), la película hace un retrato de precisamente eso: la vida diaria, difícil, por momentos (muy) agobiante de una mujer y su dificultad para resistir al peso de eso que llama su vida.
BUSCAR TRABAJO, de María Aparicio. La premiada realizadora cordobesa de SOBRE LAS NUBES muestra aquí un tipo de trabajo muy diferente al de sus largos. Se trata de un corto experimental, de corte histórico, en el que a través de material de archivo mayormente centrado en las experiencias de trabajadores de principios del siglo pasado se van leyendo textos que corresponden a un informe de Bialet Massé titulado “El Estado de las Clases Obreras en el Interior de la República” y en el que el hombre analiza, precisamente, esa situación. La combinación de textos e imágenes, en contexto, sirven para presentar la historia de los movimientos obreros y de la situación de los trabajadores en la Argentina a lo largo de más de un siglo de cambiantes y contradictorias experiencias y políticas.
LAS HABITACIONES VACIAS, de Julia Pesce. Volviendo sobre la maternidad y las tensiones de la vida doméstica del corto de Vergara, este film hace también eje en la relación madre-hija, solo que desde un punto de vista diferente, ya que aquí la relación parece más sólida y las complicaciones se presentan desde el lugar opuesto. Aquí la pequeña e inquieta niña tiene tendencia a desaparecer de la vista de su madre, a la que su propia madre –la abuela de la chica– acusa de no estar atenta a ella. Es cierto que a veces, estando sola, agobiada, sin ayudas ni recursos, por momentos se distrae, pero el film deja entrever un similar agobio que bordea la depresión. Otra película que, sutilmente, pone el dedo en la llaga respecto a las dificultades de la maternidad de hoy y de siempre.
LOS MISTERIOS DEL MUNDO, de Mariano Luque. Otro joven pero bastante experimentado realizador cordobés juega de un modo lúdico y melancólico con una historia en la que cuenta la relación entre dos hombres que trabajan en un programa televisivo dedicado a explorar algunos fenómenos sobrenaturales. Marcelo Subiotto y Sergio Prina son los protagonistas. El primero conduce y el segundo graba ese programa llamado «Los misterios del mundo» y, a partir de lo que van mostrando, encontrando y hablando (el corto pasa de escenas del programa en sí a lo que sucede fuera de cámara), la película va adentrándose cada vez más en su relación, en su soledad y en cómo su realidad cotidiana se conecta, de una manera un tanto curiosa, con esos inexplicables fenómenos cósmicos.
RIO, de Matías Herrera Córdoba. La intimidad y las relaciones interpersonales son también el tema de este corto del realizador de CRIADA, solo que lo que aquí se plantea se acerca a otros ámbitos, más ligados a los encuentros sexuales entre desconocidos y las consecuencias que generan. El protagonista y un hombre que no muestra su rostro se conectan en un chat online y quedan para un encuentro sexual. Algunxs amigxs le dicen que no lo haga, que es un riesgo, pero él se atreve y cree que quizás sea un conocido de la familia con el que vivió una situación de tensión sexual anteriormente. De a poco las cosas van tomando un camino menos intenso y más sugerente, ya que con lo que el protagonista se encuentra no es exactamente lo que se esperaba. O quizás, sí. De todos modos, la combinación o el choque entre lo afectivo y lo carnal permanece. Lo que para algunos puede ser algo casual para otros es una marca, una huella emocional.
UNA SERIE DE PROBLEMAS MATEMATICOS, de Mariano Donoso Makowski. El director de la excelente OPUS regresa aquí con otro bello y un tanto inexpugnable corto que pone en escena exactamente lo que el título promete, aunque de una manera un tanto lateral. Es, sin dudas, la película mejor filmada de todas las presentadas aquí –hay planos de una belleza sobrecogedora de lugares que no necesariamente se caracterizan por eso– y a la vez resulta, para mí al menos, un tanto impenetrable. En los textos en off y en los intertítulos se habla de los problemas matemáticos en cuestión (la llamada Cadena de Márkov, que analiza que la probabilidad de que un evento ocurra depende solamente del evento inmediatamente anterior) y se hace un análisis de una complejidad tal que marea. Y si bien eso está contemplado en la propuesta (es claro que Donoso no espera que los espectadores saquen veloces cálculos ni resuelvan fórmulas al instante) por momentos se vuelve confuso. Su fin, de todos modos, es más poético que matemático. La cadena en cuestión tiene aplicaciones prácticas claras –en meteorología, en internet, hasta en el juego– y uno termina preguntándose en cierto modo si esa misma cadena no es la que pone en funcionamiento la propia película que la analiza. Un Márkov cinematográfico.