Debates: ¿hasta qué punto el cine marca el rumbo de la sociedad?

El cine ha tenido siempre una gran influencia en todos los ámbitos de la sociedad, desde la política a las tendencias en moda. Películas icónicas que despiertan expectación desde mucho antes de su estreno y cuyo impacto se mantiene durante años. Los bikinis o ropa de mujer que luzcan por las playas y calles este verano se ha teñido de rosa para demostrar el peso que sigue teniendo el séptimo arte en nuestras vida.

Son muchos quienes ya han caído rendidos ante la película de Barbie, que ha llegado a los cines de todo el mundo el 20 de julio de 2023. Cuando se anunció la película, sorprendió que una cineasta como Greta Gerwig se embarcase en un proyecto tan comercial como este, tras Lady Bird o su adaptación de Mujercitas. Sin embargo, el resultado final es una entretenida comedia en la que tanto Margot Robbie como Ryan Gosling parecen haber nacido para interpretar sus papeles de Barbie y Ken, y cuyo argumento va mucho más allá de lo que se podría imaginar. El humor y el musical conviven con el cuestionamiento de los roles de género en un guion inteligente y eficaz. La película está llenando las salas de cine de todo el mundo y ha puesto de manifiesto una vez más el impacto social del cine.

Cuando Barbie se presentó en la feria del juguete de Nueva York el 9 de marzo de 1959, los colectivos feministas lo consideraron la consideraron sexista y un mal ejemplo para las niñas. Sin embargo, Barbie se convirtió en un icono feminista bajo el lema “tú puedes ser lo que quieras ser”, gracias a sus numerosas profesiones y a la aparición de versiones de diferentes razas y características. El ingenio de Gerwig ha sabido trasladarlo al guion en un alegato por la eliminación de los estereotipos y la igualdad de género.

Pero Barbie no es más que la última cinta que ha calado hondo en la moda, los hábitos de consumo e incluso el pensamiento de la sociedad. Son muchas las películas con impacto social que han pasado a la historia. Casablanca o El gran dictador de Charles Chaplin son dos de las películas que mejor han demostrado el valor propagandístico del séptimo arte, en este caso contra el nazismo y las dictaduras en general. En 1997, Adivina quién viene esta noche de Sidney Poitier, llevó a las pantallas el racismo que todavía imperaba en la sociedad americana y la discriminación ante los matrimonios interraciales.

Más recientes también encontramos ejemplos como Filadelfia, que en 1993 abrió los ojos al público sobre el drama y el estigma que sufrían los enfermos de sida y que le valió el Oscar a Tom Hanks. En 2004, Super Size Me puso en jaque a la industria de la comida rápida, que se vio obligada introducir cambios en sus productos para hacerlos más “saludables” y mejorar su dañada imagen. En definitiva, la historia demuestra que lograr el éxito en taquilla y lanzar un mensaje positivo a la sociedad no son incompatibles. El cine no ha perdido su capacidad de influencia y gracias al auge de las redes sociales y la globalización, su impacto en la sociedad se ha multiplicado exponencialmente.