Estrenos: crítica de «Escape bajo fuego» («Kandahar»), de Ric Roman Waugh

Estrenos: crítica de «Escape bajo fuego» («Kandahar»), de Ric Roman Waugh

por - cine, Críticas, Estrenos
22 Ago, 2023 06:56 | Sin comentarios

Cuando su existencia es revelada por un reporte periodístico, un operativo de la CIA debe tratar de salvar su vida, y la de su traductor, en Medio Oriente. Estreno en cines: 24 de agosto.

A tan solo unas semanas de EL PACTO, la película de Guy Ritchie protagonizada por Jake Gyllenhaal, se estrena ESCAPE BAJO FUEGO, film con Gerard Butler con la que aquella tiene varios puntos de contacto. En ambos casos se trata de dramas bélicos que se centran en los conflictos de Medio Oriente, pero más precisamente su eje pasa por la relación entre los estadounidenses enviados allí y sus traductores locales. Las dos películas narran historias de amistad, compañerismo y respeto entre dos personas que poseen historias muy distintas pero tienen algunas cuestiones humanas, fundamentales, que los conectan.

Las dos películas son, más allá de los parecidos temáticos y de locación, bastante distintas entre sí. La de Ritchie, por más que sea «tranquila» para su promedio, sigue siendo un drama de una enorme intensidad y escenas de acción espectaculares. La de Waugh, que ya trabajó en varias películas con Gerard Butler (PRESIDENTE BAJO FUEGO es suya también pero no tiene ninguna conexión con esta), es un tanto menos frenética. De hecho, durante su primera mitad, salvo por una explosión que marcará el destino de los protagonistas, no hay casi escenas de acción. Están todas acumuladas en la segunda hora.

Butler, uno de esos héroes de acción que se especializan en interpretar a tipos comunes y corrientes metidos en situaciones extraordinarias, padres de familia de pocas palabras que terminan en situaciones «heroicas» un poco por casualidad, encarna aquí a Tom Harris, un veterano miembro de MI6 que trabaja con la CIA en operaciones de inteligencia en Irán. El tipo, secretamente, está instalando explosivos que harán volar por los aires el predio en el que los locales estaban trabajando en la construcción de las llamadas «armas de destrucción masiva».

Luego de cumplir con su misión y cuando el hombre está pensando en volver a su casa para asistir a la graduación de la escuela secundaria de su hija –siempre hay una hija en su caso, como sucede también en las películas de Liam Neeson–, le piden si puede hacer otro trabajo similar con el que, su jefe (Travis Fimmel) espera, podrán acabar de una vez por todas con el poderío nuclear iraní. Y si bien sabe que tiene que volver –su ex esposa se lo deja bien claro por teléfono– no puede negarse al pedido, ya que su jefe le hace algo así como «una oferta que no puede rechazar».

En paralelo, una periodista se entera de estos y otros operativos secretos y, en plan Edward Snowden, los revela públicamente. Esto provoca una reacción de las diversas fuerzas de poder locales –se menciona a los talibanes y a ISIS, entre otros– que llevará a que buena parte de los operativos que trabajan allí en secreto tengan que protegerse. Y Harris será uno de esos. Para ese entonces el hombre ya está acompañado por un traductor local llamado Mo (Navid Negahban), que tiene aún más complicados problemas familiares, y ambos tienen que escapar con destino a Kandahar –donde hay un vuelo que podrá sacarlos de ahí– perseguidos por una serie de enemigos de distintas bandas, muchas de ellas enfrentadas también entre sí.

Una vez planteado el asunto –que ocupa unos 40 minutos de las más de dos horas que dura KANDAHAR, tal es su título original–, lo demás serán enfrentamientos armados, bombardeos, persecuciones automovilísticas y todos los previsibles pasos del género en su versión más, digamos, Clase B. Acá no hay escenas de acción de enorme espectacularidad visual (la más «elegante» es una, casi a oscuras, que se muestra en «visión nocturna») sino una serie de un tanto más creíbles enfrentamientos y algunas muy digitales explosiones.

La película, de todos modos, nunca deja de ser previsible ni genérica. Y la creciente conexión personal entre ambos también se sentirá como de manual. Todo ESCAPE BAJO FUEGO se parece a otras películas vistas muchas veces: cada diálogo, cada referencia veladamente política (la película es crítica con algunas actitudes de los Estados Unidos en la región, pero luego recula) y cada situación dramática que aparece se siente como remedo de otras vistas antes. Entre la película de acción y el drama bélico, la película de Waugh no aporta nada nuevo pero tampoco desentona para aquellos a los que les gusta el género en su versión más tradicional.