Estrenos online: crítica de «Casi muerta», de Fernán Mirás (HBO Max)

Estrenos online: crítica de «Casi muerta», de Fernán Mirás (HBO Max)

Una mujer tiene un infarto y le dicen que le queda un mes de vida. Su grupo de amigos se reúne para cuidarla y hacerle pasar buenos momentos en ese tiempo. Con Natalia Oreiro, Diego Velázquez y Paola Barrientos. Desde el 1 de septiembre por HBO Max.

Con la comedia hay un secreto que excede usualmente las tramas y muchas veces hasta los guiones de las películas. Se llama timing cómico. Algunos actores lo tienen, otros no. Algunos directores saben construirlo visualmente, otros no. Parece simple pero es en realidad bastante complejo. Estamos hablando de un dispositivo construido a base de ritmo verbal, manejo físico, control de los silencios y las modulaciones y, especialmente, utilización de la puesta en escena y de la edición para que todo eso brille, se luzca. El timing cómico no es lo mismo en el cine que en el teatro y no depende casi exclusivamente de los actores. Es quien dirige, finalmente, el que lo construye. Y un buen elenco lo facilita todo.

CASI MUERTA, adaptación de la comedia vasca de 2012 BYPASS, tiene un punto de partida en apariencia denso que, sin ser novedoso, se presta para el humor aunque también para el exceso de sacarina sentimental. Lo han visto en muchas películas protagonizadas por adultos mayores que, al enterarse que les queda poco tiempo de vida, salen a disfrutarla para luego hacernos llorar a todos. O intentarlo, al menos. A Mirás no le interesa tanto eso. Sí, su película tendrá momentos tiernos y quizás un tanto emotivos pero en realidad lo que esconde tras la oscuridad de su propuesta es que, en el fondo, es una comedia romántica.

La protagonista es María (Natalia Oreiro) y ya en la primera escena –editada por Mirás con intención de dejar su marca como realizador– vemos que está de algún modo conectada con Javi (Diego Velázquez), de quien después sabremos que es un amigo de la infancia, un potencial «noviecito» cuya relación nunca se concretó y que pasó a ser un amigo de la vida. Pero Javi ahora vive en Uruguay y está en pareja con Julieta (Violeta Urtizberea) y ya casi no están en contacto. Hasta que un día María tiene un infarto y hay que internarla de urgencia.

Para cuidarla en la clínica vuelve Javi y se suma en la tarea a Paula (Paola Barrientos) y a Lucas (Ariel Staltari), amigos de la infancia de ambos y cada uno con sus particularidades. Ella, con un matrimonio un tanto frustrante (Alberto Ajaka encarna a su seco marido) y él, obsesionado con ser padre como sea. Las primeras noticias de María parecen buenas –la chica sobrevivió al susto–, pero la información que viene después no tanto: su corazón está tan frágil que es difícil que resista mucho tiempo más, casi que cualquier emoción fuerte puede liquidarla. Para la peculiar doctora, no lo queda más de un mes de vida.

Y CASI MUERTA se construye a partir de las aventuras en las que María quiere participar en el tiempo que le queda, las distintas maneras de cada uno de sus amigos de llevarse con esa idea (algunos la incitan, otros prefieren que se cuide) y lo que pasa, concretamente, cuando los cuatro pasan de elegir féretros a irse a bailar y beber a una fiesta, algo que María claramente no debe hacer. En esas semanas lo que empieza a reaparecer es el, digamos, afecto que existe entre la chica y Javi, algo a lo que él intenta resistirse hasta que, bueno, pasan cosas…

La bienvenida liviandad que Mirás y el elenco le ponen al tema queda evidente de entrada en el tono farsesco de la propuesta –de hecho, supongo que ningún médico aprobaría ni el diagnóstico ni los cuidados que se muestran aquí–, por lo que la cuota dramática corre más por el lado romántico (¿Dejará Javi a Julieta por María? ¿Y si al mes se muere como dicen los pronósticos?) que por la idea concreta de que la chica la vaya a quedar en cualquier momento.

Sobre la segunda mitad –centrada en una caótica y un tanto exagerada fiesta navideña que tiene algunos aspectos un tanto teatrales– los problemas de guión y hasta de lógica se hacen más evidentes, pero se van resolviendo gracias a lo que comentaba de entrada: el timing para la comedia del elenco, especialmente en este caso el de las tres actrices. Oreiro, Barrientos y Urtizberea son excelentes comediantes y sacan a relucir ese talento, más que nada, cuando la trama en sí flaquea.

Además de ellas es el propio Mirás, especialmente en los primeros dos tercios del film, el que demuestra mucho ingenio para la puesta en escena de esas situaciones cómicas, yendo más lejos que en su opera prima, EL PESO DE LA LEY, a la hora de tomar ciertos riesgos. Uno de ellos es la propuesta: reírse de la cercanía de la muerte. Y el otro es, concretamente, encontrar el modo para hablar de esos temas sin ponerse sentimental ni exagerar con los golpes bajos. La película es ligera, accesible y entretenida. No es poco para una comedia que habla de la muerte.