Series: reseña de «Star Wars: Ahsoka – Episodios 1/2», de Dave Filoni (Disney+)

Series: reseña de «Star Wars: Ahsoka – Episodios 1/2», de Dave Filoni (Disney+)

Esta nueva serie de las derivadas de «Star Wars» se centra en el personaje interpretado por Rosario Dawson, que sale a la búsqueda de un enemigo que amenaza a la galaxia tras la caída del Imperio. Desde el miércoles 23.

El universo STAR WARS, como todos los universos derivados de los géneros de ciencia ficción y fantasía, son inacabables. O pueden serlo. El éxito de la primera trilogía de estas películas creadas por George Lucas –que no se originan en cómics pero tienen una similar lógica expansiva– motivó una larga de serie de subproductos que estuvieron más allá de las precuelas y secuelas: series de animación, novelas, fan fiction; la creatividad en ese sentido es inacabable. Bobba Fett, un personaje menor de la saga cinematográfica, hoy en día tiene su propia serie; Cassian Andor tiene la suya (ANDOR) a partir de una mínima fama previa gracias a ROGUE ONE; mientras que THE MANDALORIAN, personaje creado para la saga, se ha convertido en la cara más importante de STAR WARS en su versión streaming. En medio de ellos –apareciendo en capítulos de dos de esas tres series, por una cuestión de timeline— aparece la figura de Ahsoka Tano, que ahora tiene su propio show.

Ahsoka es, también, un personaje secundario del universo STAR WARS, de los que aparecieron en las series animadas (tipo STAR WARS: THE CLONE WARS y STAR WARS: REBELS) y en otros materiales literarios, pero no en las nueve películas, si se quiere, centrales o canónicas, más allá de una mínima participación en off. De todos modos, es un personaje atractivo, interesante, complejo, cuyo link más importante a la saga central es haber sido en un momento aprendiz de Anakin Skywalker, el futuro Darth Vader, pero luego abandonar el asunto.

En la serie de ocho episodios, cuyos dos primeros debutan el miércoles 23 en Disney+, Filoni nos presenta, con el clásico texto impreso en la pantalla tan caro a la saga, la situación en la que Ahsoka se encuentra en esos años posteriores a los hechos de EL REGRESO DEL JEDI, cuando el Imperio está en decadencia. Interpretada por Rosario Dawson, la mujer está tratando de encontrar al Gran Almirante Thrawn, su principal enemigo en las animadas series previas, quien ha desaparecido de todos los mapas (está, supuestamente, en los llamados Territorios Desconocidos) y se presenta como una potencial amenaza para volver a darle vida al casi destruido imperio.

Pero no es la única persona que busca a Thrawn y, en lo que es el clásico modus operandi de la saga, para llegar a él hay que buscar a cosas y a personas que llevan a otras cosas y a otras personas en un recorrido muchas veces excesivo que, tarde o temprano, culminará en ese encuentro. Acá todo empieza a media res en el clásico estilo de la saga y ya tenemos más o menos en claro los enemigos y los riesgos. Ahsoka busca un mapa que le sirva para ubicar a Thrawn pero no tiene forma de decodificarlo. Para eso precisará la ayuda de Sabine Wren (Natasha Liu Bordizzo) una mandaloriana que fue padawan (aprendiz) suya pero luego abandonó el entrenamiento. Algo parecido a, bueno, ya se imaginan…

La complicada relación entre ambas será el eje de, al menos, los primeros episodios, ya que Wren es indisciplinada y poco interesada en seguir las reglas y obligaciones, lo cual también la mete en problemas ya que hay enemigos buscando ese mismo mapa, como el ex Jedi Baylan Skoll (el recientemente fallecido Ray Stevenson, a quien el primer episodio está dedicado) y su propia aprendiz Shin Hati (Ivanna Sakhno), todos manejados por Morgan Elsbeth (Diana Lee Inosanto), aliada de Thrawn.

En el bando casi exclusivamente femenino de Ahsoka –bueno, están los droids y otras criaturas, pero no me atrevería a ponerle un género a ellxs– está también Hera Syndulla (Mary Elizabeth Winstead), de la raza twi’lek, una piloto que colabora con ella. Todas buscan, además, a Ezra (Eman Esfandi), quien en su búsqueda por atrapar a Thrawn ha desaparecido, probablemente, en los confines más recónditos de las galaxias. Y el misterioso y tridimensional mapa que todos buscan podría –o debería– acercarlos a ambos.

Seguramente los que siguen todas las series y todos los libros de STAR WARS detectarán errores en mi resumen pero es imposible, aún para los que vimos todas las películas más de una vez y algunas de las series paralelas, no perderse entre tantas historias, personajes y aventuras. Lo cierto es que, al menos en sus primeros dos episodios, Filoni logra darle a la serie un espíritu aventurero clásico, que recuerda al inicio de MANDALORIAN y con un personaje como Ahsoka a la que Dawson logra darle vida y un centro emocional. Al no cargar con una máscara encima, como Pedro Pascal con su Djin Djarin, la actriz de LA HORA 25 y DEATH PROOF se impone con su presencia, vestuario, maquillaje y habilidades para el combate. Es una buena base sobre la que apoyar la trama.

La aventura recién comenzó y no conviene adelantar mucho. Hay varios enfrentamientos en los primeros dos episodios y el primero de ellos termina de una forma entre sorpresiva y shockeante. Hay un fuerte eje puesto en las relaciones entre maestros y aprendices –un clásico de la saga–, ya que Ahsoka lo fue de Anakin, Wren lo es de ella y Hati lo es de Skoll. En todos los casos se trata de padawan rebeldes que no quieren, dudan o entran en conflicto con sus masters a la hora de hacerse cargo de la pesada tarea que les toca en suerte. Siguiendo el famoso viaje del héroe tan caro a los universos de Lucas, ahora el recorrido está en el mundo ordinario y en sus primeras etapas (dudas, mentores, miedos, etcéteras), pero se adivina que pronto habrá que saltar el umbral a lo desconocido y meterse a vivir las más riesgosas aventuras.