Festival de Venecia 2023: crítica de «Snow Leopard», de Pema Tseden (Fuera de competencia)

Festival de Venecia 2023: crítica de «Snow Leopard», de Pema Tseden (Fuera de competencia)

por - cine, Críticas, Festivales
06 Sep, 2023 01:57 | Sin comentarios

Un equipo de noticias de la televisión va a una aldea en la que apareció un leopardo de nieve pero se topa con una serie de problemas provocados por la presencia del animal.

Fallecido, a los 53 años, en mayo de este año, Pema Tseden fue una figura clave del cine hecho en Tíbet, con películas valiosas como THARLO, JINPA o BALLOON, exhibidas en festivales como Locarno y, en secciones paralelas de Venecia, en el que una película suya se presenta este año por tercera vez. Tseden fue un pionero en hacer films en idioma tibetano y con equipos técnicos locales, algo así como el líder de una Nueva Ola de ese país. Y eso es algo que se mantiene en SNOW LEOPARD, película que filmó a fines de 2022 y que se conocerá de manera póstuma ahora.

Esta comedia dramática con un costado espiritual comienza mostrando un viaje en auto de un grupo de amigos que, pronto nos enteraremos, son los integrantes de un equipo de filmación de un noticiero. Están yendo a la aldea en la que vive el llamado «monje de los leopardos de nieve», que no es otra cosa que un joven, amigo de la universidad del periodista y conductor, que está por terminar sus estudios religiosos y que parece tener la capacidad, literal, de calmar a las fieras.

Y eso tendrá que usarse ya que un bello pero peligroso leopardo de este tipo ha ingresado en donde pastan las ovejas de un pastor local –hermano del monje–, ha matado a nueve animales y sigue ahí, amenazante, en una especie de pozo en el que está encerrado y del que no parece poder salir y al que tampoco nadie se anima a meterse a sacarlo. Y el equipo de noticias se pone a filmar el hecho, que es más complicado y tiene más aristas de lo que parece.

¿Por qué? El hermano del monje, dueño de las ovejas, está enojadísimo con la pérdida económica que le provocará la muerte de todas esas ovejas y tiene más deseos de matar a la criatura que de dejarla ir, que es lo que proponen casi todos los demás. El problema pasa a ser cultural y a la vez económico, ya que el leopardo de nieve es una especie en extinción y si lo mata va a la cárcel. Pero el hombre quiere recuperar el dinero perdido por el ataque y quiere que vengan las autoridades a pagarle si pretenden sacarlo vivo de allí.

Esta negociación se irá desarrollando a lo largo de la película, pero en paralelo habrá otras historias interesantes. Por un lado, la relación que el monje tiene con el animal, ya que parece lograr meterse en la cabeza del bicho –algo que se muestra mediante unas curiosas escenas en blanco y negro que están contadas desde el punto de vista del leopardo– y calmarlo, hacerse amigo de él. Su objetivo es que su hermano lo libere pero su principal interés en realidad pasa por la fotografía y por ir a terminar sus estudios a Lhasa, para lo que su anciano padre viene juntando dinero hace años. Y, por otro lado, el periodista está más preocupado porque su novia no le contesta sus llamados que por lo que está sucediendo allí.

Comedia entre costumbrista y espiritual, con algunos momentos violentos, que se va volviendo más dramática con el paso de los minutos y la imposibilidad de negociar algo que satisfaga a las partes (animal incluido), SNOW LEOPARD trata de pensar las ambigüedades y situaciones complejas de resolver que se producen ante una situación en la que, en cierto modo, casi todos tienen razón. Es que nadie duda que el animal es una especie en peligro, pero esa familia también necesita de sus ingresos. ¿Alguien se hace cargo de eso?

Si bien por momentos se torna un tanto pintoresquista en ciertos detalles –o en la manera poética en la que muestra la vida del leopardo antes o después de lo que vemos–, SNOW LEOPARD es una por momentos apasionante discusión o, si se quiere, dramatización de una serie de temas y miradas sobre el mundo, además de un por momentos emotivo homenaje a un animal en extinción que, como sucede usualmente en la naturaleza, puede ser muy bello pero también muy peligroso.