Series: reseña de «Fargo: Temporada 5 – Episodios 1/2», de Noah Hawley (OnDIRECTV)

Series: reseña de «Fargo: Temporada 5 – Episodios 1/2», de Noah Hawley (OnDIRECTV)

En su nueva temporada, la serie inspirada en la película homónima de los hermanos Coen vuelve a Minnesota para contar la historia de una ama de casa que tiene un pasado misterioso. Con Juno Temple, Jennifer Jason Leigh y Jon Hamm. En DirecTV.

Manteniendo el tono y la intención de contar historias extravagantes presentadas de un modo igualmente curioso, la quinta temporada de la serie FARGO regresa al universo más acostumbrado de la serie, así como a las referencias a la película de los hermanos Coen, luego de una cuarta temporada en la que tomó más distancia de lo acostumbrado. A tal punto es así que su primer episodio tiene escenas que bien podrían pertenecer al clásico film de 1996, incluyendo un extraño secuestro, familias poderosas, maridos tontuelos, mujeres policía, torpes criminales y políticos corruptos. Más estilizada que la anterior –que, al ser un relato de época, se presentaba de un modo un tanto más clásico–, propone además esas raras combinaciones formales que ya son marca registrada de la serie de Noah Hawley.

El comienzo es promisorio. La acción transcurre en Minnesota, en 2019, y todo arranca con una rara secuencia en cámara lenta con música de Yes que resulta ser una caótica asamblea escolar que termina a los golpes. Allí está, junto a su pequeña hija, Dorothy “Dot” Lyon (Juno Temple, de TED LASSO), quien en medio del desmadre empieza a sacarse gente de encima con un taser, accidentalmente atacando a un policía y pasando brevemente por la cárcel. El incidente puede parecer circunstancial, pero será fundamental por un motivo que se conocerá más adelante.

Dot tiene todo el aspecto de una ama de casa amable y sonriente, típico personaje de la zona que la propia serie define como «Minnesota Nice«: esa manera sonriente y medio inocente con la que la gente del lugar se presenta y comunica, aún en las circunstancias más dramáticas. Dot está casada con el amable y casi tontuelo Wayne (David Rysdahl), que tiene un local de Kia Motors. Pero la que maneja las cosas ahí parece ser la suegra, Lorraine (una muy afectada Jennifer Jason Leigh), una mujer muy adinerada y poderosa de la zona.

Poco después del incidente sucede algo mucho más violento que lo anterior e igualmente inesperado. Dos personas encapuchadas entran a la casa de Dot cuando ella está sola. Tienen intenciones de secuestrarla pero ella se resiste de un modo violento e inteligente, modo que hace pensar –casi que confirma, luego de la escena anterior– que detrás de esa sonrisa de ama de casa que tiene pegada en la cara, la mujer seguramente esconde algunas cosas.

Los hombres en cuestión se la llevan y eso derivará en más escenas violentas entre ellos, en la intervención de Indira (Richa Moorjani) –una mujer policía local que parece hacer el rol de Frances McDormand en la película de los Coen, con marido inoperante incluido–, de otro policía llamado Witt (Lamorne Morris), de la mencionada suegra y de su abogado (Dave Foley) que dudan en pagar su rescate y, fundamentalmente, de Roy Tilllman, un peculiar sheriff de North Dakota (Jon Hamm), que tiene sus propios intereses en juego en todo esto.

Y hasta allí es lo que se puede contar de una trama que promete enredarse más y más en los próximos episodios –son diez en total– y que tiene, al menos en su presentación, llamativas coincidencias con la película que dio pie a todo este «Fargouniverse» sobre el que operan Hawley y su equipo de directores y guionistas. Ladrones torpes, policías sonrientes, dinero de por medio, mafiosos peligrosos, secretos del pasado y conexiones ocultas, violencia brutal y sorpresas narrativas: todo un sistema que conocemos pero que, cuando está bien presentado, siempre es atractivo.

Hasta acá solo se vieron dos episodios, por lo que es imposible saber si la tensión y la intriga se mantendrán en los siguientes. Los personajes y el mundo invitan a seguir y, por más que uno ya esté my familiarizado con el modelo, sigue siendo entretenido descubrir para dónde van las cosas en este universo tan impredecible. Quizás FARGO haya dejado de sorprender –y al no estar en las plataformas de streaming más populares se la ve y se la comenta muy poco–, pero sigue siendo una serie que raramente decepciona. Habrá mejores y peores temporadas, pero tiene un piso de calidad indiscutible.