Estrenos online: crítica de «Finestkind: Entre hermanos», de Brian Helgeland (Paramount+)

Estrenos online: crítica de «Finestkind: Entre hermanos», de Brian Helgeland (Paramount+)

Dos medio hermanos empiezan a trabajar juntos en un barco pesquero y se meten en problemas con sus padres, con las autoridades y con los narcos en este thriller del guionista de «Río Místico». Con Ben Foster, Toby Wallace, Tommy Lee Jones y Jenna Ortega. Estreno: Paramount+.

En los años ’90 y en la primera década de los 2000, Brian Helgeland era uno de los guionistas más buscados y reconocidos de todo Hollywood. Ganador del Oscar por LOS ANGELES: AL DESNUDO (1997) y nominado nuevamente por RIO MISTICO (2003), Helgeland decidió en esa misma época pasarse a la dirección, rubro en el que tuvo algunos éxitos comerciales (como REVANCHA y CORAZON DE CABALLERO) pero no alcanzó el prestigio que había logrado con sus guiones. Desde entonces ha seguido escribiendo thrillers (ROBIN HOOD, HOMBRE EN LLAMAS) y dirigiendo otras películas que, con la excepción del drama sobre béisbol 42, no han tenido demasiada repercusión.

Nada de eso, uno supone, cambiará con FINESTKIND, una película modesta y sencilla que mezcla drama familiar con policial sobre el agua y que se centra en dos medio hermanos que empiezan a trabajar juntos en un barco pesquero, con el que se meten en problemas. Económica en lo narrativo y con una primera mitad bastante honesta en su retrato observacional sobre el mundo de los pescadores de New Bedford, una ciudad portuaria de Massachusetts, la película se pierde luego en un thriller de baja intensidad que se siente como una forzada imposición a un relato que no lo precisa.

Los protagonistas son Charlie (el australiano Toby Wallace) y su hermano mayor Tom (Ben Foster), hijos de la misma madre (Lolita Davidovich) pero de distintos padres. Charlie –cuyo padre Dennis (Tim Daly) es abogado y vive con su madre en la zona más elegante de la ciudad– terminó sus estudios universitarios básicos y regresa al pueblo con la intención de trabajar junto a Tom como pescador. Dennis no quiere saber nada con eso porque Charlie ha entrado a Abogacía y sueña con una carrera así para su hijo. Pero a Charlie le fascina el mundo más físico y aventurero que rodea al más hosco y seco Tom. Y quiere pasar un tiempo al menos dedicándose a eso.

Tom tampoco quiere tenerlo a su hermano en su barco pesquero, quizás porque no lo ve capacitado para estar ahí o porque también siente que es un trabajo que está por debajo de sus posibilidades. Pero Charlie lo convence y se une al grupo, que integran además unos simpáticos pescadores que lo maltratan, con cariño, apenas empieza a trabajar con ellos. En el primer viaje sufren un accidente y los rescatan en helicóptero. Eso los hace perder un contrato laboral y a Tom no le queda otra que volver a usar el barco de su padre, Ray, un tipo duro y de pocas palabras que interpreta Tommy Lee Jones, con el que no se lleva muy bien tampoco.

FINESTKIND –nombre del barco y también una expresión traducible al castellano como «de primera»– contará de allí en adelante los nuevos problemas en los que se mete Tom con el barco, primero al cruzar ilegalmente la frontera con Canadá para pescar y luego, al mezclarse con unos narcotraficantes que lo contratan para cruzar un cargamento de drogas. Pero el aspecto thriller –deudas económicas, amenazas, robos– es lo más predecible de la película. Más interesante es la observación del mundo de los pescadores, grupo que incluye a Mabel (Jenna Ortega), una chica de la zona con la que Charlie rápidamente conecta.

La fascinación que le produce a Charlie el mundo de los pescadores, aún incluyendo situaciones de riesgo, violencia y cercanía con la muerte, es el centro dramático de la película. El tipo tiene que enfrentarse a todos y decidir si quiere hacer eso o volver a las «aguas más calmas» del derecho y la comodidad económica que eso implica. Tom, en tanto, lidia con la complicada relación que tiene con su propio padre, quien claramente lo quiere pero al que le cuesta expresarlo. Es la experiencia de ambos volviendo a trabajar juntos lo que puede unirlos o terminar por separarlos del todo.

Pero lo más rico pasa por la relación entre los hermanos. Charlie admira a Tom y quiere ser como él, vivir una vida parecida a la suya, con problemas y dificultades pero con una camaradería y solidaridad popular que extraña en los ámbitos universitarios de Boston. Tom se la hace difícil porque cree que no es bueno para él, que debería aprovechar las oportunidades que le dio la vida, oportunidades que él no tuvo. Y ahí, en tratar de definir si existe una mejor versión del sueño americano que la otra, transcurre FINESTKIND, una película que podría haber funcionado mejor como drama familiar hecho y derecho, sin necesidad de gángsters metiéndose en el camino.

Helgeland logra construir una creíble comunidad de pescadores, con sus reuniones familiares, sus visitas a los bares y la camaradería masculina propia de los que pasan largas horas en barcos lidiando con la naturaleza y sus potenciales inconvenientes. En un punto, lamentablemente, el retrato popular pasa a un segundo lado y la película pierde su personalidad para volverse un thriller genérico como tantos otros. De ahí en adelante, solo la cara arrugada de muchas vidas vividas de Tommy Lee Jones y el rostro camino a estar igual de curtido del gran Ben Foster sostienen algo parecido a una verdad cinematográfica, de esas que van más allá del guión y se imponen por sí mismas.