Berlinale 2024: crítica de «The Secret Drawer» («Il cassetto segreto»), de Costanza Quatriglio (Forum)
La realizadora de este documental filma a su padre –un célebre periodista y escritor siciliano– y analiza y cataloga su enorme archivo de libros, fotos y filmaciones.
En la reciente película argentina LAS POETAS VISITAN A JUANA BIGNOZZI se contaba una historia relativamente parecida a la de IL CASSETTO SEGRETO, solo que esta quintuplica, como mínimo, el tamaño y el desafío implícito, además de las conexiones. Aquí, la realizadora intenta contar la vida de su padre y de buena parte de Sicilia vista por periodistas, escritores y artistas a través del rescate y la reclasificación de su enorme archivo para ser trasladado a una biblioteca. Hablamos de cuartos y cuartos llenos de libros, revistas, cuadernos, anotaciones, fotos, filmaciones, cuadros y objetos e todo tipo. Un verdadero universo que refleja la vida del autor, Giuseppe Quatriglio, y a través de ella, de la historia de Sicilia, y de la segunda mitad del siglo XX.
La realizadora incluye, obviamente, un costado personal y afectivo ya que todo lo que vemos está teñido de las emociones ligadas no solo a las experiencias compartidas sino al hecho de poder ir conociendo más y más a su padre a través, especialmente, de las fotos y filmaciones que cuentan su historia como periodista del Giornale di Sicilia, la cantidad de entrevistas con mitos de la cultura y la ciencia italiana que hizo (en muchos casos, amigos suyos), sus grabaciones familiares y, especialmente, sus viajes por el mundo, que eran muchos en una época en la que viajar era más complicado que ahora. El material documental filmado por él de esas épocas –que van de Berlín durante la construcción del muro a festivales de cine con celebridades– es impresionante.
IL CASSETTO SEGRETO sería un gran documental –o mejor de lo que es– con algún tipo de segunda mirada o de control en la edición. Sin duda casi todo lo que se ve es fascinante, especialmente en la primera parte, pero la realizadora supone que lo es para todos tanto como para ella y lleva todo el operativo archivo a 130 minutos, yéndose por rutas narrativas sin mucho sentido, incluyendo una decena de clips (musicalizados como si estuviera prendida la radio en una estación FM cool) y reiterándose al infinito cuando una mayor contención podría haber resultado en una película más efectiva. Como su padre con su biblioteca, no parece haber mucho límite ni autocontrol aquí.
Otro tema fascinante de la película pero que también excede su bienvenida es el esforzado trabajo de limpieza y clasificación de material por parte de los archivistas, que tienen que tomar cajas y cajas y más cajas de información de todo tipo y tratar de organizarla de una manera que después sea usable y encontrable en el destino final. Pero aquí pasa lo mismo: hay un límite para que uno vea a gente metiendo libros en cajas y cajas en camiones, y sacar las cosas para ponerlas en su nuevo hábitat mientras la casa muy lentamente se va vaciando. A la décima vez, se vuelve cansino.
Obviamente, la gente que conozca bien a Giuseppe Quatriglio logrará interesarse más en los detalles extendidos. Su hija logra transmitirnos que se trata de un personaje influyente, importante y conectado, un escritor y periodista relevante de la Sicilia y la Italia de posguerra, además de mostrarnos parte de 50 años o más de la historia de la región. Y los materiales en video del propio Giuseppe humanizan la historia. Pero lamentablemente la película cree que todo lo que tiene para contar o mostrar es relevante y merece espacio, incluyendo bailes de la directora por la casa o liberar la cámara para que se mueva suelta por el lugar. Y quizás no sea tan así, al menos para el público en general. Aquí hay una gran película de 80/90 minutos enredada en una de 130, que funciona mejor como un homenaje personal de la directora a su padre que otra cosa.