Estrenos: crítica de «Yo capitán» («Io capitano»), de Matteo Garrone

Estrenos: crítica de «Yo capitán» («Io capitano»), de Matteo Garrone

por - cine, Críticas, Estrenos
07 Feb, 2024 01:50 | 1 comentario

Este drama del director italiano de «Gomorra» y «Dogman» se centra en dos adolescentes senegaleses que encaran un duro y peligroso viaje con el sueño de llegar a Europa. Nominada al Oscar a mejor film internacional.

La frase se ha vuelto popular, aún para aquellos que no conocen la referencia. Aquello de «I’m the captain now», dicho por un pirata somalí en la película CAPITAN PHILLIPS, parece ser citado, entre irónica e indirectamente, en este drama acerca de la suerte de dos adolescentes senegaleses que deciden irse de su país e intentar el difícil y muy peligroso viaje con destino a Europa. No diremos en qué situación esa frase se dice ya que funcionaría como spoiler, pero lo de ser el capitán de tu propio destino es, en más de un sentido, el tema de esta clásica e impactante película del realizador de GOMORRA.

Más tradicional en términos narrativos y formales que sus films anteriores, IO CAPITANO puede contar una historia que hemos visto y escuchado muchas veces, tanto en cine como en las noticias, pero no por eso deja de ser relevante. Su falta de originalidad, es cierto, la vuelve un poco más previsible y, si se quiere, hasta convencional. Pero lo que pierde por ese lado lo gana por ser más directa, más clásicamente humanista y por su conexión con los clásicos del neorrealismo italiano. Esa conexión no solo está dada por su tema y tratamiento, sino por tener también un elenco de actores no profesionales.

La película cuenta la historia de Seydou (Seydou Starr), un chico de 16 años que vive en Dakar, Senegal. Junto a su primo Moussa (Moustapha Fall) están juntando dinero para irse a vivir a Europa, con el sueño de convertirse allá en famosos músicos. Ambos tocan instrumentos y componen canciones, algo que se ve en una fiesta popular que tiene lugar al principio de la película. Pero no es suficiente, para ellos, vivir con sus familiares en un contexto amable. La pobreza es dura y ellos imaginan que, una vez que estén en Europa, podrán mandar dinero a sus familias.

Es así que, por más que muchos no se lo recomienden, deciden irse a Italia. En el caso de Seydou, sin decirle nada a su madre, ya que sabe que ella se opone a su plan. Durante el resto de sus dos horas YO CAPITAN contará las peripecias que ambos atraviesan, empezando por largos viajes en bus a través de Senegal, para luego empezar a vivir situaciones más tensas y dramáticas cuando tienen que salir del país, hacerse pasaportes falsos, cruzar el desierto para tratar de llegar a Tripoli, Libia, y de allí viajar por mar a Europa.

Los desafíos principales, para ellos y para todos los que hacen el mismo o similar recorrido, pasan por evitar ser engañados con falsas promesas de trámites o traslados –a cada paso hay personajes sospechosos ofreciéndoles cosas bastante dudosas–, que les roben el dinero que llevan para todas las etapas del viaje y, llegados a cierto punto del recorrido, poder escapar de las temibles garras de la «mafia libia», quienes actúan como amos y señores de buena parte del desierto, y que tienen fama de ser muy violentos y peligrosos.

Así, IO CAPITANO irá pasando etapas, cada una más dura que la anterior, a través de las cuales ambos vivirán momentos por lo general duros y desagradables, más allá de algunos gestos humanos y solidarios de parte de los que están en su misma situación. Con excepción de algunos curiosos apuntes oníricos que sirven para poner en imágenes los sueños y las pesadillas del protagonista cuando atraviesa algunos hechos dolorosos, la película no le escapa a la lógica road movie del drama inmigratorio, como hemos visto varios tanto en Africa como en Centroamérica y/o en Medio Oriente.

Sin hacer casi referencias a las situaciones políticas específicas de cada país, lo que queda claro en el film de Garrone es el deseo y la necesidad de estos dos jóvenes inexpertos de llegar a un continente y un país (Italia) que desconocen más allá de las imágenes e ideas que han captado estando en Dakar. Dicho de otro modo: es un viaje que se parece bastante a un calvario, con una dolorosa serie de pérdidas que se acumulan y que amedrentarían al 90 por ciento de las personas. Pero quizás cegados por el deseo de llegar a esa imaginaria Europa, Seydou y Moussa parecen ser capaces de soportarlo todo.

Con impactantes escenas de los lugares que deben recorrer –el desierto se presenta como una bella pero interminable pesadilla–, y sin exagerar desde la puesta en escena la crueldad que las propias situaciones de por sí ya tienen, YO CAPITAN funciona también gracias a un impecable elenco de actores no profesionales, empezando por el protagonista, Seydou Starr –que viste todo el tiempo con una vieja camiseta del Barça– y siguiendo por muchos de los personajes que se va encontrando en el camino, especialmente un hombre mayor que lo ayuda en un momento complicado de su viaje.

Ganador en Venecia de los premios a mejor director y actor revelación (para Sarr), entre otras decenas de galardones y nominaciones recibidas, IO CAPITANO quedó entre las 15 precandidatas al Oscar a mejor film extranjero de este año. Es un relato tradicional y de un humanismo noble que puede emocionar a un público que quizás nunca vio títulos más excéntricos de Garrone como REALITY, TALE OF TALES o DOGMAN. Y acaso lo mejor que tiene es que lo hace sin caer en excesivos golpes bajos o groseras manipulaciones emocionales, dejando fuera de campo los momentos seguramente más brutales del recorrido. Teniendo en cuenta los miserabilistas modelos narrativos imperantes para contar este tipo de historias, su relativa discreción es todo un logro.